La proximidad como “desafío manso” a la indiferencia

El Papa al capítulo general de las Pequeñas Hermanas de Jesús

 La proximidad como “desafío manso” a la indiferencia   SPA-041

13 octubre 2023

«Vuestra proximidad delicada sea un desafío manso a la indiferencia». Es la invitación dirigida por el Papa Francisco a las Pequeñas Hermanas de Jesús recibidas en la mañana del lunes 2 de octubre, en la sala del consistorio con ocasión del XII Capítulo General. A continuación, las palabras del Pontífice.

Queridas hermanas, ¡buenos días!

Os doy la bienvenida a todas vosotros y dirijo un saludo especial a la hermana Eugeniya-Kubwimana de Jesús, recién elegida responsable general y a sus asistentes, que inician su servicio a la guía de la Fraternidad. Y un caluroso agradecimiento a la hermana Dolors Francesca di Gesù, responsable general saliente, y a sus asistentes, por el trabajo realizado en el mandato que ha concluido. A mí no me gusta mucho hablar de “responsables”, porque si uno es responsable, parece que los otros son irresponsables, ¡y esto no está bien!

Estáis celebrando el duodécimo Capítulo General que, además de ser electivo, es una ocasión importante para reflexionar juntas y madurar elecciones significativas. En vuestros orígenes está la experiencia carismática de san Carlos de Foucauld, retomada, cerca de veinte años después de su muerte, por Magdeleine Hutin y Anne Cadoret: una fuerte experiencia de búsqueda de Dios, de testimonio del Evangelio y de amor por la vida escondida. Estas me parecen tres líneas guía útiles sobre las que reflexionaréis brevemente, también a la luz del pasaje evangélico que habéis elegido para guiar el camino capitular: el encuentro de Jesús con la Samaritana (cfr Jn 4,5-42).

La primera línea es la búsqueda de Dios. Es la más importante. El Maestro os espera en el pozo de su Palabra, agua viva que sacia la sed de nuestros deseos. Es hermoso cultivar la escucha estando a sus pies en adoración, como hacía Frère Charles, que no conocía nada más dulce que las horas pasadas delante del Tabernáculo, diciendo que «más se bebe de esta dulzura y más sed se tiene» (Pensamientos y Máximas). Así los corazones se abren a los caminos de Dios, que no hace violencia a las personas, sino que inspira pensamientos y sentimientos creativos de adhesión, de disponibilidad y de servicio. Como a la Samaritana, Jesús os ofrece su amor, y os corresponde a vosotras aceptar el desafío, dejando de lado las abultadas ánforas de la autorreferencialidad y de la costumbre, de las soluciones descontadas y también de un cierto pesimismo que el enemigo de Dios y del hombre trata siempre de insinuar, especialmente en quien ha hecho de la propia vida un don. Pero a la luz de su Palabra podréis discernir los deseos de Jesús, y luego partir de nuevo hacia los pueblos y ciudades a los que seréis enviadas, más libres y ligeras, vacías de vosotras mismas y llenas de Él, como en el “logotipo” artístico de Capítulo que una de vosotras ha creado.

Llegamos así a la segunda línea guía, que os caracteriza desde los orígenes: el testimonio del Evangelio, el hacer don a los otros con las palabras, con las obras de caridad y con la presencia fraterna, orante y adorante de vuestras pequeñas comunidades internacionales. Decía San Carlos de Foucauld: «Todo nuestro ser debe gritar el Evangelio desde los techos. Toda nuestra persona debe transpirar a Jesús… toda nuestra vida debe gritar que nosotros pertenecemos a Jesús, debe presentar la imagen de la vida evangélica» (Meditaciones sobre los Santos Evangelios). También en esto es valiosa la imagen de la mujer de Samaria, que fue a compartir la alegría de haber encontrado a Cristo con sus conciudadanos, diciéndoles: «Venid a ver» (Jn 4,29). San Carlos escribía: «Pensad mucho en los otros, rezad mucho por los otros. Dedicarse a la salvación del prójimo con los medios en vuestro poder, la oración, la bondad, el ejemplo, es el mejor medio para demostrar al Esposo divino que vosotros lo amáis». Y añadía: «No basta dar a quien pide: es necesario dar a quien necesita» (Escritos Espirituales). Ocuparse de los otros y de las otras, dar a quien necesita sin esperar que pida: estos son los signos del amor por el Esposo, rasgos característicos de vuestra cercanía cariñosa a los últimos, en los cuales Él está presente. Una cercanía tan valiosa en una sociedad como la nuestra donde, a pesar de la abundancia de medios, en vez de multiplicarse las obras de bien, parecen endurecerse y cerrarse los corazones. La cercanía es espontánea, esto es lo que cuenta, nace de la espontaneidad del corazón. Cercanía, proximidad. Vuestra proximidad delicada sea un desafío manso a la indiferencia – hoy estamos en una cultura de la indiferencia -, un testimonio de fraternidad, un dulce grito que recuerda al mundo, como escribía el “Hermano universal”, que «todos… el más pobre, el más repugnante, un recién nacido, un anciano decrépito, el ser humano menos inteligente, el más abyecto, un idiota, un loco, un pecador, el más grande pecador…es un hijo de Dios, un hijo del Altísimo» (Escritos espirituales). Este es el corazón del testimonio: «ser caritativos, mansos, humildes con todos los hombres: esto es lo que hemos aprendido de Jesús. No ser militantes con nadie» (Carta Joseph Hours, 3 maggio 1912).

Llegamos de esta manera a la tercera línea guía: el amor por la vida escondida. Es el camino de la Encarnación, el camino de Nazaret, el indicado por Dios con su despojarse y hacerse pequeño para compartir la vida de los pequeños. «Quiero – decía el padre – pasar desconocido sobre la tierra como un viajero de la noche, pobremente, trabajando, humildemente, dulcemente… imitando en todo a Jesús en su vida en Nazaret y, llegada la hora, en su Vía Crucis y en su muerte» (Escritos espirituales). El camino del escondimiento es el camino de Dios. Esto es hermoso, es importante. Vosotras no sois monjas para hacer publicidad. Cuanto más escondidas, más divinas. Seguid cultivando este camino, es una profecía poderosa para nuestro tiempo, contaminado por el aparentar y las apariencias. Para que para este cuidado del aparentar y de las apariencias nosotros vivimos una cultura del “maquillaje”: todos se maquillan, las mujeres es normal que lo hagan, pero todos, todos se maquillan, para aparentar mejor de lo somos, y esto no es del Señor. Queridas hermanas, es verdad, hay momentos difíciles y problemas serios para afrontar, como la carencia de vocaciones, el cierre de algunas casas, la creciente edad media de las religiosas, pero también es verdad que, fieles a la inspiración del hermano Carlos, vosotras sois para Dios instrumentos valiosos para sembrar en el mundo pequeñas perlas de ternura evangélica, que es vuestra especialidad, la ternura evangélica. Y el Señor seguirá haciéndolo, en la medida en la que os mantendréis sencillas y generosas, enamoradas de Cristo y de los pobres. Esto a su tiempo dará fruto, no lo dudéis.

Quisiera también dar las gracias por el trabajo silencioso que hacéis en la diócesis de Roma, ¡gracias! Y después en cada audiencia general está vuestra presencia, en la persona de la enfant terrible, sor Geneviève, que siempre lleva a alguien para acercarlo al Papa, ¡y esto hace bien! La presencia con los más marginados. ¡Gracias!

Yo os doy las gracias y os bendigo; y vosotros, por favor, seguid rezando por mí, de verdad, porque este trabajo no es fácil, es más, ¡es un poco “molesto”!

Causa de beatificación hta. Magdaleine


Magdeleine Hutin (hermana pequeña Magdaleine de Jesús) nació en París el 26 de abril de 1898 en el seno de una familia originaria del este de Francia. La Primera Guerra Mundial marca dolorosamente su infancia: su familia es diezmada, su pueblo destruido. Desde temprana edad quiso entregar su vida totalmente a Dios y aprendió de su padre el amor por los pueblos árabes. Le impactó el descubrimiento de la figura de Charles de Foucauld (1921). Como él, desea una vida centrada en Jesús y vivida entre musulmanes para testimoniar con su vida, como Jesús en Nazaret, el amor de Dios por cada ser humano.

La poliartritis, que padece, parece frenar este sueño hasta el día en que le prescriben, como única y última terapia posible, irse a vivir a un país donde nunca llueva.

Finalmente, Magdeleine se embarca para Argelia (1936) y allí se encuentra respondiendo a las necesidades de una población pobre y abandonada.

Durante una intensa experiencia espiritual la Virgen María le ofrece al Niño Jesús de sus propias manos, su intimidad está impregnada del misterio de la mansedumbre y la humildad de Dios: «Me tomó de la mano y yo ciegamente lo seguí». Y Dios la guía hacia los más pobres y excluidos para compartir su vida y ser, entre ellos, un pequeño signo de su ternura.

Magdalena, convertida en hermanita Magdalena de Jesús, fundó con este espíritu la Fraternidad de las hermanitas de Jesús (1939), inicialmente consagrada sólo a los pueblos musulmanes que vivían con los nómadas del Sáhara argelino. “He observado que un amor de amistad puede coexistir con diferencias de raza, cultura, condición social. Fueron bondad conmigo, un manjar conmovedor”. La amistad y la confianza mutua con los pequeños, el compartir y el respeto se convierten en los elementos constitutivos de la fraternidad.

Siendo esta una nueva forma de vida religiosa, ps. Magdeleine somete sus intuiciones de fundadora a la mediación de la Iglesia. El encuentro con Pío XII (1944) marca el inicio del diálogo filial que tuvo con los distintos Papas. Mientras defiende con vigor y perseverancia las características esenciales de esta nueva vocación, conservará siempre un gran amor por la Iglesia.

En 1946 la Fraternidad se abrió al mundo entero. En este período ps Magdalena revive con gran intensidad la Pasión de Jesús y conserva esta experiencia espiritual » como una herida en el corazón «, una inmensa compasión por todo sufrimiento, un amor que quema y lo llevará hasta los confines del mundo. Las fundaciones se multiplicaron así en los cinco continentes, a un ritmo que desafía la prudencia humana. El » Dios de lo imposible » la conduce: ps Magdalena recorre el mundo y busca a los más excluidos, a los más pobres, a los más alejados y «planta» fraternidades entre ellos.

Ps Magdeleine sabe, por experiencia, adónde puede conducir el odio entre las naciones y este sufrimiento entierra en ella un inmenso deseo de unidad. Por eso desea que la Fraternidad sea un lugar de encuentro y diálogo entre las diferentes religiones, culturas y ambientes. Cuando el telón de acero impide cualquier intercambio, a partir de 1956 logra organizar estancias anuales muy discretas en Europa del Este: desea consolar a los cristianos perseguidos y tejer lazos de amistad con los que encuentra, creyentes y no creyentes. Durante sus estancias en Rusia se unió a las oraciones de los cristianos ortodoxos y varios miembros de esta Iglesia se convirtieron en sus grandes amigos. El ecumenismo se convierte en una de sus prioridades.

El 8 de septiembre de 1989 la Fraternidad celebró el quincuagésimo aniversario de su fundación. Poco antes, ps Magdeleine, ahora con más de noventa años, cae. Su cuerpo desgastado no puede recuperarse. La nostalgia del cielo está a punto de llenarse. “No puedo esperar más” son sus últimas palabras. En la tarde del 6 de noviembre de 1989, finalmente fue acogida en el abrazo del Eterno.

Simple casualidad o providente coincidencia… la víspera de su funeral cae el Muro de Berlín y se abre la frontera entre las dos Alemanias.

La causa de beatificación está en marcha.

El día del funeral del P. Magdeleine, la gran participación de personas de muy diversos países, más allá de las diferencias de religiones o confesiones, ciertamente reveló en parte la grandeza de esta mujer de apariencia tan frágil.

Si ps Magdeleine fue siempre consciente de sus defectos y limitaciones, repitiendo a lo largo de su vida que ella era sólo ‘un instrumento torcido’ en las manos de Aquel que la llevó de la mano, después de su muerte muchas personas atestiguan que reconocen en ella una ‘amigo de Dios’ encontrando en ella una compañera en su vida espiritual y acuden a su intercesión en oración. Por eso, a petición de numerosos amigos, se abrió en 1997 la Causa de Beatificación.

Su mensaje vivido con sencillez y amor, hecho de respeto a los pequeños, de acogida del otro con su singularidad en la diferencia de fe, temperamento o cultura, es muy actual hoy. Son muy numerosos los testimonios de gracias recibidas que llegan a la Postulación.

El 13 de octubre de 2021, el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto de venerabilidad. Con este nuevo paso todos estamos invitados a intensificar nuestras oraciones para obtener un milagro por intercesión de ps. Magdeleine para que podamos avanzar hacia su beatificación.

Señor Jesús,
tú eres el “Señor de lo imposible”.
Por intercesión de la Hermanita Magdalena, te rogamos con confianza:

auméntanos la fe,
danos un corazón más fraterno
ensanchado a las dimensiones del mundo,
concédenos la gracia de…. (decir la gracia que se pide)
.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.


Para información, informes de acción de gracias obtenidos, solicitud de imágenes:

Postulación Hermanitas de Jesús, Via di Acque Salvie 2, 00142 Roma

psgmagdeleine.causa@gmail.com

Sembrando chispas…


Quién era esa mujer, que se autodenominaba ‘ una herramienta retorcida y oxidada’en las manos del Señor? No le gustaba hablar de sí mismo, evitaba las entrevistas y los medios de comunicación, prefería ir a los Pigmeos de la selva de Camerún, a los Tapirapé y Caiapos de Brasil, a los Highlanders de Vietnam así como a los refugiados en Macao, los aborígenes de Australia y enfermos de lepra, por nómadas del Sahara o por trabajadores del circo, por gitanos o por presos o por víctimas de la prostitución. Le encantaba hablar de ellos, de sus amigos, no de sí mismo. De ellos quiso dar a conocer su belleza, a veces oculta por las heridas de la vida. Para ellos, muchas veces ignorados y despreciados, significaba toda la ternura de un Dios que se hace Niño, que viene a compartir nuestras miserias y nuestras riquezas. En ellos supo encontrar esa imagen de Dios, a veces cubierta por tanto ‘polvo’, ¡pero siempre una imagen divina!

Ahora, ahondando en sus escritos, la siento aún más cercana que nuestro último abrazo en 1989. Descubro por qué fue capaz de vivir un amor divino y humano al mismo tiempo, me acerco a su secreto, ese que apenas dejó escapar, sin hablar nunca de ello explícitamente: ¡la profundidad de su relación con Dios! Ese Dios que había ‘invadido’ su corazón hasta convertirla en ‘ una pequeña chispa de su amor’. Una vida vivida en íntima amistad con la persona de Jesús y cuanto más profunda era la intimidad, más quería comunicarlo, hacerlo aparecer, irradiar a todos.

‘ Una chispa inicia incendios forestales, ¿por qué no debería iniciar incendios en todo el mundo? ‘ El solía decir. Y así sembró chispas más allá de las fronteras de edad, nacionalidad, carácter… más allá de las barreras de las diferencias de ambiente, cultura, etnia, más allá de las diferencias de credo, en una búsqueda incesante de unidad, de amor capaz de acoger al otro en su realidad concreta. Apasionada de Dios y del hombre, supo captar la chispa divina presente en todos.

Alérgica a todo lo que separa, crea muros… ella inventó la ‘estrella de la corriente’ para ir más allá de las fronteras más cerradas, ir a visitar la Iglesia… para cruzar ríos o bosques y llegar a esas pequeñas etnias muchas veces diezmadas por la violencia o enfermedad, ‘ el hombre más incomprendido, el más despreciado, el más pobre’ para decirle ‘el Señor Jesús es tu hermano y te ha elevado a él… y vengo para que aceptes ser mi hermano y amigo’. Su experiencia única de fundar la fraternidad en el desierto argelino, sola entre sus primeros amigos los nómadas del Sahara, en confianza mutua, hizo su experiencia que es posible vivir ‘una amistad verdadera, un afecto profundo entre personas que no pertenecen a la misma religión, ni al mismo ambiente, ni a la misma raza, ni al mismo ambiente’. No se dejó bloquear por sus carencias, por su pobreza, pero consciente de no ser más que un instrumento se dejó llevar por el Señor de la mano y ‘seguida ciegamente’. Quería ‘ser uno de ellos’, como Jesús en Nazaret, levadura mezclada con masa, entrando sin miedo en todos los ambientes, incluso derribando las barreras que la vida religiosa de la época planteaba con el mundo secular. ‘ Nómada entre nómadas, trabajadora entre trabajadoras… pero ante todo humana entre los seres humanos’ , dejándose evangelizar por los pequeños y los pobres, sin la ilusión de tener siempre algo que aportar.

En un mundo donde las culturas se entrelazan cada vez más y el diálogo se vuelve más profundo y verdadero, pero donde también se crean cada vez más barreras debido a ideologías y violencias muchas veces escondidas detrás del nombre de Dios, en un mundo donde los ‘pequeños’ son cada vez más el desecho de la sociedad, esta mujer frágil y enferma desde la infancia puede ofrecernos una manera sencilla de ser también ‘chispas de amor’ y traer un ‘rayo de luz’ que calienta hasta la habitación más fría y oscura de la soledad.

pd paola francesca

CONTEMPLATIVOS EN EL MUNDO

Contemplativos en el mundo

Una nueva idea de vida consagrada 

El volumen presenta en primer lugar el texto completo del «Boletín Verde», acompañado de textos que facilitan la comprensión y ayudan a comprender su importancia. El libro fue editado por el padre Andrea Mandonico, postulador de la causa de beatificación de la hermanita Magdalena.

En 1945, Magdalena de Jesús, quien hace un año fundó la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús inspirada en la obra y escritos de Carlos de Foucauld, redactó un texto para uso interno para describir a los jóvenes candidatos sobre una «nueva» idea. de vida consagrada. Al año siguiente, sin el consentimiento del autor, el “Boletín Verde” (con este nombre sería famoso el escrito por el color de la puerta) fue publicado por una importante revista. Las reacciones son inmediatas, entre quienes lo abrazan con entusiasmo como texto «revolucionario» y quienes, en los círculos eclesiásticos, lo condenan abiertamente. Una vida contemplativa, sin embargo, profundamente insertada en la vida cotidiana y sobre todo en los contextos sociales más pobres y marginales. Juntos, el llamado a una opción radical por la pobreza.

El prefacio es del cardenal Georges Cottier , teólogo emérito de la Casa Pontificia.

Magdeleine Hutin (1898-1989) vivió una infancia marcada por el drama de la guerra. Después de haber sido cultivada durante mucho tiempo en el verano de su salida de África, la figura de Charles de Foucauld vislumbra la inspiración que esperaba y en 1936 abandona Argelia. En 1939 fundó la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús y en 1949 renunció al cargo de director general para dedicarse a la fundación de nuevas fraternidades en los rincones más recónditos de la tierra. A partir de 1956 y apenas una semana antes de su muerte, cruzó en repetidas ocasiones el Telón de Acero a bordo de la “Stella Filante”, una furgoneta transformada en caravana, estruendo en China. En los países del bloque soviético, estableció relaciones con las comunidades cristianas locales, financió fraternidades, forjó profundos lazos ecuménicos. Casos señalados de una profecía acumulativa, el día de su entierro llamado Muro de Berlín. La causa de beatificación está en marcha. Otros títulos del catálogo

Jesús en las calles - Magdalena de Jesús

Magdalena de Jesús: la búsqueda de la unidad en el amor

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El nuevo número de la revista trimestral de espiritualidad «Jesus Caritas», n. 143/julio de 2016. Como es costumbre, presentamos diferentes reflexiones, escritos y testimonios en este centenario de la muerte del hermano Carlos. Compartimos este texto dedicado a la memoria de un gran discípulo de Carlos de Foucauld:

La pasión por la unidad

El encuentro del Papa Francisco con el patriarca Cirilo de Moscú me hizo pensar en cuánto tuvo que alegrarse desde el cielo a la hermanita Magdalena… ella que desde 1956 con indomable valentía cruza cada año el Telón de Acero para pesar la precariedad de su salud, aguantando el cansancio. de viajar en una camioneta con otras dos hermanas. Se acordó que las Fraternidades tenían mucho que aprender del testimonio de las Iglesias orientales y de su espiritualidad, fuera de las fuentes del cristianismo. Ya el 29 de junio de 1950, revela a las hermanitas sus profundos sentimientos por la búsqueda de la unidad no sólo de la Iglesia fina de toda la humanidad.

Cuando me pregunten dónde están, a dónde voy, dónde está la tierra, siempre seré la respuesta. El Camino empezó para mí hace diez años, y caminé sin aliento, sopesando todas las contradicciones y obstáculos, y ahora se abre ante mí aún más grande… Mañana será Oriente, pasada mañana Roma, luego África del Norte, Camerún…; inmediatamente después: Japón, Vietnam, India y Moscú… Y no en un sueño o en una fanfarronada, como alguien más creyeron… Es todo lo que se consumirá el que recorra todas estas chimeneas hasta el día en que al final, el cielo se detenerme…

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En 1964 pude entrar por fin en el país que tanto anhelaba, de donde les hubiera gustado asentirse: la URSS… Nosotras, hermanas, éramos todavía muy jóvenes y su ausencia no era deseable… Así que decidí emprender una trip each year y esto casi hasta el final de sus días… Bit by bit se forjaron profundos lazos de fraternidad con el Patriarca Nicodim, con un Monasterio de monjas ortodoxas, con el Padre Alexander Men y su comunidad (Alexander Men fue asesinado inmediatamente después del derrumbe del muro de Berlin) y muchos otros… siempre con tanta discreción. Pero, ¿qué impulsó a PS Magdeleine a unirse a los pueblos más aislados, más marginados y más pobres? Ciertamente no el desparpajo o los medios humanos hasta la certeza de dejarse guiar de la mano del «Maestro de lo imposible»:

No soy nada, pero Jesús me dio una pequeña chispa de su amor. No debemos seguir dejando sufrir a las personas que nos rodean sin ir hacia ellas con el pretexto de protegernos… Quisiera amar a todos los seres humanos del mundo entero… Quisiera poner una chispa de amor en cada rincón del mundo … una chispa provoca fuegos en los woods… ¿Por qué no ha de encender fuegos en todo el mundo?… Soy tan pequeño, tan pobre, deep down so fearful, pero creo que el Señor confía en mí grandes cosas y para eso debo se daudaz en el camino del amor.

Unidad 4

Su amor fue concreto: si pues en la forma en que nos conocimos, en la forma en que se encontraron las personas con el corazón abierto, sin discriminar raza, cultura, religión, acomodando valores, aspiraciones, pedidos. Supe captar lo mejor de las personas respetando su cultura y su religión. Magdalena de Jesús encarna, actualizando, las mejores intuiciones de frère Charles en su anuncio de Jesús acercándose y caminando junto a todos los que se encuentran en su camino:

Esto es lo esencial de nuestra vocación (y es lo más difícil): entremos en nuestro corazón como si fuera nuestro único amigo, a todos aquellos que nos buscan y que el Señor ha estado en nuestro camino, en las buenas y en las malas. , amigos y enemigos. Tomemos el mensaje de fraternidad por todo el mundo, en los cinco continentes, a todos los pueblos, ya sean cristianos, musulmanes, israelitas o budistas, marxistas, paganos o ateos.

Las fraternidades de la unidad

Después de la gran inauguración del Concilio Vaticano II, ps. Magdeleine soñaba con «Fraternidades de unidad»: Fraternidades formadas por jóvenes de diferentes religiones y confesiones cristianas, que se consagran a Dios y se hacen hermanitas permaneciendo en su Iglesia o en su confesión. Se mantendrá lo esencial en el sentido de la adoración y contemplación de Dios, un amor fraterno muy grande y un amor especial por los pequeños y los pobres, con el deseo de vivir las necesidades de la unidad y los valores evangélicos… Esto búsqueda apasionada de él Tu unidad en el amor la acompañará durante toda su vida porque es el deseo supremo que brota del Corazón de Cristo:

No es suficiente hablar de amor fraterno. Hay que hablar de unidad en el amor, por eso cada uno me dirá más que ese es el auténtico espíritu de Cristo. Su último mensaje antes de morir, ese mensaje que se recoge con tanto amor de los labios de los que están a punto dejarnos, fue: «que sean uno, yo en ellos y tu en mí, para que sean perfectos en la unidad … que sean uno para que el mundo crea».

Unidad 3

Personalmente, nunca escuché las palabras de un monje ortodoxo un día antes de su muerte: «La separación de la Iglesia de Oriente y Occidente fue una catástrofe para el mundo. Jesús dijo: que sean uno para que el mundo crea». Es una invitación a cultivar en el corazón el deseo de unidad en el amor y orar al Espíritu Santo para que haga realidad el sueño de Dios por el que Jesús dio su vida.

El abrazo entre el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé para recordar a Pablo VI y Atenágoras; el primer encuentro en Cuba con el Patriarca Cirilo después de siglos de división entre las Iglesias de Roma y Rusia; la visita de Francisco junto al Patriarca Ecuménico de Constantinopla a la isla de Lesbos en Grecia para expresar la preocupación de las iglesias por el bienestar del pueblo… Todos los signos de que hemos esperado un futuro para la Iglesia de Cristo juntos con la búsqueda de la unidad perdida. En el signo de las Iglesias cristianas unidas frente a los graves problemas que hoy afectan a la humanidad, emergen oportunidades -sería más correcta decir proféticas- las palabras del P. Magdeleine:

Ver el mapa del mundo. Es un poco lo que pasamos. Y sobre todo, mira la cantidad de infelices que hay en el mundo que nos llama: los apresados, los deportados, los traperos, los barrenderos, los dormitorios públicos, los lavaderos… y acógelos en tus oraciones, esperando poder permanecer un día presente entre ellos.

 María Renata de Jesús, psg

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MAGDALENA DE JESÚS

Y LAS HERMANITAS EN EL MUNDO DEL ISLAM

El documentado volumen de Francesca De Lellis reconstruye de cerca la excepcional biografía de la Hermanita Magdeleine Hutin, más conocida como Magdalena de Jesús, contextualizándola en una historia rica y compleja, cuando las religiones, a estas alturas, han vuelto a ocupar la primera plana de los medios de comunicación, y el pluralismo religioso parece ser el horizonte inevitable de todo camino de fe.
En particular, hay que alarmar al islam de los fundamentalistas, con los defensores del choque de civilizaciones y de un conflicto interreligioso considerado inevitable tras los atentados del 11 de septiembre.
El autor del libro, con excelentes razones, subraya cómo el modelo adoptado en el diálogo islámico-cristiano por el fundador de la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús es el del diálogo de vida, del que habla el documento Diálogo y Misión .del Secretariado para los No Cristianos. La hipótesis de trabajo de Magdalena de Jesús -que devino paulina «árabe en medio de los árabes»- fue centrar su infatigable compromiso en las relaciones cristiano-musulmanas no tanto en un ámbito teológico, sino en cuestiones concretas, reales, vitales: una La hipótesis resultó ser lúcidamente realista y capaz de inaugurar un camino en muchos sentidos verdaderamente innovador. Lo que permite iniciar un conocimiento en el campo, mirarse cara a cara, comprender los daños derivados de heridas inconscientes, malentendidos lingüísticos, estereotipos recíprocos; y muy útil también para nosotros, aquí hoy, acostumbrados a enfrentarnos muy a menudo con el Islam del papel, y no con el Islam de la carne.
Desde este punto de vista, creo que es una oportunidad extraordinaria para leer, releer y meditar la historia existencial de sor Magdeleine, con su pasión por Argelia, su predilección por las iglesias orientales, su servicio a perdurar. Hoy, quizás, incluso más que ayer. De él sacaremos no pocos elementos de consuelo, entre ellos la sensibilidad exquisitamente femenina de su diálogo, que sentimos con fuerza la necesidad.

Francesca de lellis

La misión de la Fraternidad se dilata (Hnos. de Jesús)

L

Si los años de guerra resultaron una ocasión providencial para que la Fraternidad se afirmara en su espíritu propio, el tiempo inmediatamente posterior no habrá de ser menos importante en orden a revelar su futura orientación.

Poco después de acabada la guerra, el P. Voillaume emprenderá un viaje a Francia y otro a Roma resultando ambos decisivos para el futuro de la Fraternidad. Antes de ir a Francia en 1945, Voillaume conocerá en Argel a militantes obreros cristianos. Como consecuencia de ese encuentro, comienzan a entrever la posibilidad de estar presentes en el mundo obrero.

El posterior viaje a Francia y los contactos que allí tendrá, confirmarán a Voillaume en esta idea, que anuncia a los hermanos a su vuelta a El-Abiodh. De este modo, las nuevas Constituciones, redactadas por entonces y aprobadas en 1947, considerarán como destinatarios de la misión de la Fraternidad no sólo el Islam sino toda tierra de misión, en la que incluían al mundo obrero, en razón de su descristianización.

También se subraya la importancia del trabajo, aunque no se contemplara aún la posibilidad del trabajo asalariado en el exterior: también la fraternidad obrera se la concebía por entonces como monástica, aunque inserta en el medio obrero y en intercambio de relaciones y adaptación al mismo.

Entre las personas que Voillaume encontró en Francia y que habrían de confirmarlo en el proyecto de las fraternidades obreras, es preciso destacar a la Hermanita Magdeleine de Jésus, fundadora de las Hermanitas de Jesús, con quien ya por entonces tenía una importante relación. Hubo siempre entre ellos una profunda comunión en la manera de concebir el ideal de las Fraternidades, y no es fácil delimitar las respectivas influencias, que fueron recíprocas. Lo más relevante dentro de este período fue, sin duda, el viaje que el P. Voillaume hizo con Fr. André entre abril y junio de ese año. El principal cometido del mismo era organizar una fraternidad de estudios en Roma. Frère André acompañaba al P. Voillaume para aconsejarlo en esto y para reencontrarse en Roma con su amigo Jacques Maritain –por entonces embajador de su país ante la Santa Sede–, a quien no veía desde hacía trece años. Milad quedaba, mientras tanto, como responsable en El-Abiodh.

El primer hecho destacable es el encuentro que tienen en Argel, antes de cruzar hacia Europa, con dirigentes de la J.O.C. De lo conversado con ellos surge la posibilidad de una fraternidad obrera con trabajo en el exterior, pues los jocistas objetan el proyecto de un trabajo artesanal independiente, en orden a evitar el riesgo capitalista de otras órdenes o congregaciones religiosas. Así nace, pues, unido al deseo de una pobreza real y efectiva, la idea del trabajo asalariado en el exterior de la fraternidad. Pero es necesario tener en cuenta aquí que en ningún momento había sido puesta en duda la naturaleza contemplativa de la vocación de las Fraternidades.

En Roma fueron numerosos los encuentros con los Maritain con los que se creó un vínculo particular. Hubo un total acuerdo entre ellos respecto de la posibilidad y la importancia de una vida contemplativa en el mundo. Resumiendo, consideramos que sería superficial reducir a una sola causa lo que en la acción providente de Dios tuvo un curso manifiestamente más complejo. No podríamos prescindir del contexto histórico-pastoral de la Iglesia en Francia durante aquellos años: la preocupación misionera por evangelizar el mundo obrero como tema dominante.

Finalmente, cabe señalar que a comienzos de 1947 aparecerá el primer libro del P. Voillaume: Les Fraternités du Père de Foucauld. Mission et esprit.

Guerra, dispersión y expansión