PARA SER CRISTIANO: CAMINO CATECUMENAL DE LA COMUNIDAD ECUMÉNICA HOREB CARLOS DE FOUCAULD

La palabra catecumenado proviene del griego katechein, que quiere decir instruir. Así designa la formación del adulto que quiere hacerse cristiano. Como dice el Concilio Vaticano II:

Los que han recibido de Dios, por medio de la Iglesia, la fe en Cristo, sean admitidos con ceremonias religiosas al catecumenado; que no es una mera exposición de dogmas y preceptos, sino una formación y noviciado convenientemente prolongado de la vida cristiana, en que los discípulos se unen con Cristo su Maestro. Iníciense, pues, los catecúmenos convenientemente en el misterio de la salvación, en el ejercicio de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados que han de celebrarse en los tiempos sucesivos, introdúzcanse en la vida de fe, de la liturgia y de la caridad del Pueblo de Dios1.           

La catequesis se puede definir como un camino educativo que se propone iniciar y desarrollar progresivamente el conocimiento y la acogida de la fe, que se alimenta de la palabra de Dios, se abre a la celebración sacramental y se pone al servicio de la comunidad.

              La catequesis transmite una doctrina y un saber, pero es también y sobre todo una maduración de actitudes y la asunción de un proyecto de vida. El camino catecumenal que aquí se presenta en Para ser cristiano, un camino catecumenal es la reflexión y vivencia de nueve temas que se van profundizando en sintonía con el tiempo litúrgico. Los tres primeros temas para Adviento y Navidad. Los siguientes tres para Cuaresma y los tres restantes para el tiempo de Pascua. Que el Espíritu de Jesús Resucitado ilumine nuestras mentes y haga arder nuestro corazón para, con su fuerza, poder ser dignos discípulos de Jesús de Nazaret, el Cristo.


1  Ad gentes, 14.