El monasterio de los Hermanitos de la cruz

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En 1985, la comunidad se trasladó al antiguo noviciado de los Hermanos Maristas, en Saint-Augustin-de-Desmaures, cerca de Quebec.

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Aunque importante, este paso constituirá un compromiso entre la estrechez de las instalaciones de Valcartier y el proyecto del fundador de construir un monasterio que responda a las exigencias de la vida monástica. Los siguientes cinco años se dedicaron a consolidar la comunidad y planificar el establecimiento del monasterio en la cima de una montaña en Charlevoix.

En el décimo aniversario de la fundación de la comunidad, justo antes de mudarse a su nuevo monasterio, el padre Michel Marie de la Croix dijo:

“Nuestro primer deber es aprender a amar como Jesús, si queremos que nuestro futuro sea seguro, que se cumpla nuestra misión eclesial, es decir, la redención de todo hombre. Porque, veis, somos infieles a la llamada de Jesús si no comprendemos que debemos venir, como el hermano Carlos de Jesús, «a estar preparados, a la extensión del Evangelio, a ir al fin del mundo y a vivir hasta el juicio final».

“Y en el umbral de esta segunda etapa de nuestra fundación, debemos considerar esta dimensión universal de nuestra vocación de Hermanitos de la Cruz. […] Porque allá, en el Monte Sagrado, estaremos material, físicamente, en una soledad mayor, la misma que buscamos desde hace diez años. Juntos tendremos que adaptarnos y es evidente que a unos les costará más que a otros. La oración contemplativa, que es comunión intensa con la Santísima Trinidad, será la fuente de nuestra fuerza y ​​de nuestro dinamismo para emprender este período de nuestra fundación en la audacia del amor. »

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