HERMANO CARLO CARRETTO

Por Ileana Montini | 16.05.2013

No sé si la Iglesia de Roma beatificará al hermano Carlo Carretto de los Hermanitos del Evangelio.

No lo sé a pesar de la notoriedad que ha alcanzado su biografía, ahora publicada también por las ediciones de La Ciudadela de Asís del hermano Cruz Oswaldo Curichc Tuyuc con el título «Como Jesús en Nazaret, Carlo Carretto tras las huellas de Carlos de Foucauld». .

Lo recuerdo en Spello, en San Girolamo, un pequeño convento del siglo XV junto al cementerio de la ciudad, donde está enterrado Carlo. Lo recuerdo en la gran cocina ocupado preparando el almuerzo para sus hermanos e invitados. Lo recuerdo en los encuentros en Spello de la redacción de la revista Jesús Caritas con Giancarlo Sibilia y otros «representantes» de la Familia; también por su explosiva pasión y respeto por las opiniones ajenas. Pero no creo que, a pesar de la deriva santológica de los recientes papados, la Iglesia honre a sus hermanos y hermanas con el reconocimiento de las virtudes cristianas vividas al más alto grado.

Carlo Carretto decidió la vocación monástica alrededor de los cuarenta años; después de haber “militado” en Acción Católica con cargos nacionales en el GIAC. El libro cuenta efectivamente cómo el activo Carretto, también ex partisano, se convierte en monje contemplativo «en los caminos del mundo» siguiendo las «huellas» del hermano Carlos de Foucauld. Carlo se decidió por la congregación fundada por Renè Voillaume e inspirada en el monje francés que murió en 1916 asesinado por dos tuareg. Una «espiritualidad», la concebida y deseada por Voillaume, que intenta mantener unida la vida contemplativa enclaustrada y el compromiso en el mundo; es decir, el seguimiento de Cristo encarnado en la historia. En “Me gustan” esta trayectoria monástica aparece clara: compartir la vida -especialmente la de los más desfavorecidos- sin intentar obtener conversiones a la fe católica.

Es el año 1963, un diciembre justo después de Navidad. En el pro Civitate Cristiana de Asís, como cada año, se lleva a cabo el curso para jóvenes y siempre está muy concurrido. También hay algunos sacerdotes jóvenes extranjeros y uno de ellos es Manuel Canaveira do Campos, estudiante en Roma y ex asistente nacional de la juventud católica de Portugal. Tuvo que abandonar el país porque era anti-Salazi. Forma parte de la Unión Sacerdotal que comparte la espiritualidad de C. De Foucauld. Vamos juntos a San Damiano y luego bajamos por un camino hasta una pequeña casa de campo. Una novicia de las Hermanitas se acerca a nosotros con vaqueros y velo azul. La sala de visitas se encuentra en la planta baja. Unos cuantos bancos en la pared. y algunas alfombras norteafricanas. En el primer piso, a través de una escalera exterior accedemos a la capilla. No oculto a Manuel mi sorpresa: no hay los bancos habituales, y en lugar de las estatuas de la Virgen de Fátima o de Lourdes, hay, al pie de un altar desnudo, un Niño Jesús de terracota. Los taburetes pequeños sustituyen a los bancos tradicionales. Incluso en Spello la capilla estaba vacía y con taburetes. Los monjes y monjas rezaron en cuclillas al estilo musulmán. En Roma, en el gran parque del circo y del tiro, las Hermanitas tenían su propio stand, donde vendían las figuras de terracota del Niño Jesús que habían realizado. En los años sesenta todavía había algunos barrios marginales en Roma, uno de ellos en Prenestino. Allí las Hermanitas ocuparon una pequeña casa. (por así decirlo) y sirvieron como empleadas domésticas en las casas de los burgueses. Los hijos de prostitutas o de mujeres solteras entraban y salían de la choza. En Mestre había un campamento para gitanos. Algunas Hermanitas se quedaron con ellos, nómadas con nómadas, en una caravana y trabajaron haciendo cestas de mimbre. Eran los años posteriores al Concilio Vaticano II; los años de las «comunidades de base». Pronto se hablará de divorcio y de una ley que permita la interrupción de embarazos. Fr. Oswaldo escribe: «Leyendo hoy en los archivos todas las cartas que atacan a Carlo Carretto, lo más sorprendente, después de la gran falta de caridad cristiana, es comprobar que incluso los grandes ‘maestros en Israel’ confunden el Evangelio con la Ley civil. . La única explicación posible es que estaban tan acostumbrados a vivir en el clima de la «civilización cristiana» que consideraban correcto obligar por ley a quienes no eran cristianos a vivir como cristianos. “.

Recuerda los cientos de telegramas insultantes que llegaron a Carretto porque se había puesto del lado de un artículo a favor del Estado laico, con motivo del referéndum sobre el divorcio. Le llamaron por teléfono llamándole el nuevo Lutero y le bombardearon con cartas anónimas con «insultos vulgares incluso en trozos de papel higiénico».

Su auténtico laicismo le convenía y le hacía adherirse fácilmente a la espiritualidad de los Hermanitos.

Es el año 1977, llego temprano a Asís para asistir al curso de verano de Estudios Cristianos en la Cittadella; Seguiré el curso para el periódico il Manifesto. Me acerco a Spello, donde me informan que fr. Carlo llegará pronto desde su ermita para encontrarse con un grupo de jóvenes. Lo veo llegar cojeando con su bastón y nos saludamos afectuosamente, luego nos sentamos en una pared y luego Carlo casi me golpea con su impetuosidad verbal y me pregunta, polémicamente, quién es mi tocayo que vive en Roma y que ya ha desencadenado el cancelación del Consejo.

Aquí se había convertido en un monje ermitaño, un contemplativo similar a fr. C. De Faoucauld, pero no ignoraba «el mundo», Cristo encarnado en la Historia.

No sé si esto sigue siendo así, lejos de los rugientes años del 68, del feminismo y del Vaticano II, para la Familia Religiosa buscada por R. Voillaume, especialmente después de los pontificados del Papa polaco y del Papa alemán. y las derivas políticas.

Ileana Montini

MAURICIO HERMANO

Conocí a Mauricio en Venezuela, unos meses antes de su desaparición. Escribí este poema:
MAURICIO, HERMANO

Fue breve nuestro encuentro en tierras de Bolivar
Tú arriesgándolo todo,
Yo, descubriendo el mundo.
¡Entrañable ciruja!
¡Pepenador glorioso!
¡Tan presente!
¡Tan ausente!
Sigues… hurgando en mi conciencia, limpiando los caminos,
desbrozando futuros,
barriendo la inmundicia,
recogiendo lo mejor de nosotros,
reciclando ternura.

María Teresa Cervantes Loredo
14 de junio 2007

Mauricio Silva, nacido en Montevideo, sacerdote salesiano, en 1970, a los 45 años, entró en la los Hermanos del Evangelio en Fortín Olmos, Chaco, Argentina. El 14 de junio de 1977, mientras realizaba su trabajo de barrendero en la ciudad de Buenos Aires, fue detenido por un grupo de personas, que se identificó como de la policía. Desde entonces Mauricio Silva integró la lista de personas desparecidas. En homenaje a Mauricio Silva, en el 2003, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos, declaró el 14 de junio como el Día del Barrendero de la Ciudad. La presentación de Gritar el evangelio con la vida, un libro sobre Mauricio Silva es una ocasión para reafirmar la lucha por los desaparecidos y desaparecidas.

«ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA» Diarios de Mario Sabato, hermano de Foucauld (1974-2022) Novedad editorial

“Cada momento y cada acontecimiento de la vida de todas y cada una de las personas sobre la tierra siembran algo en su alma. Pues del mismo modo que el viento arrastra miles de semillas aladas, así también cada momento lleva consigo semillas de vitalidad espiritual que se posan imperceptiblemente en las mentes y voluntades de los seres humanos. La mayoría de estas innumerables semillas perecen y se pierden, porque los hombres no están preparados para recibirlas, pues tales semillas sólo pueden brotar en la tierra buena de la libertad, la espontaneidad y el amor”. (Thomas Merton. Del libro: “Nuevas semillas de contemplación).

              Decía Hermann Hesse que cada dos o tres días deberíamos cambiarnos el nombre porque ya no somos los mismos. Podría ser así, tal vez, cuando las derivas de la vida te llevan y traen de manera incesante al ritmo de los días, de los instantes… Otra cosa es cuando el Creador de esos días, de esos instantes, te lanza, como un venablo de siete puntas, a recorrer las periferias de la vida. Es, entonces, cuando desaparece tu nombre del diario. Quien te vive, quien te ama, quien no te quiere, quien te busca, quien te siente, quien te encuentra… trasciende del nombre. Es legítimo que no se conozca tu nombre cuando, desde semejante silencio verbal, se te reconoce por tu mirada, por tus gestos, por tu testimonio, por tu ausencia…

              Por eso el “nómada” -le pondremos un nombre versátil y mágico-, muy lejos de ocultarse, se desparrama, se vierte entre sus destinos como un espíritu migrante al encuentro de horizontes para seguir diseñando un destino que, no sólo dé sentido a su vida sino, en muchos casos, a la de quienes se han acercado a él. Un destino que sólo tiene sentido en el abandono al Padre, como un pájaro multicolor, con el pico rojo y esférico, con Jesús, como ala derecha y el hermano Carlos como ala izquierda, sobrevolando días e instantes y posándose en el hombro de los niños, de los miserables en los basureros, de las putas, de los presos, del accidentado en la calle y a quien traslada al hospital sin saber su nombre, del taxista que se hace su amigo sin conocerlo…

              Siempre abrazado a la dignidad de cada cual.

              Siempre cruzando océanos con sus alas amorosas batiendo al unísono.

              Siempre dando sentido a sus destinos con formas de corazones anhelantes de amor.

              El libro que tenemos en nuestras manos está cargado de una belleza noble e inusual. La miscelánea de contrastes y sensaciones, muy lejos de cualquier abstracción, nos descubre el nombre de sus latidos fluyendo y chocando a quemarropa contra las injusticias que va encontrando, como pretendiendo que su destino no sea sólo suyo sino de los demás en él para así envolverlo del amor foucauldiano, que es su opción, porque sabe que las palabras SENTIDO y DESTINO tienen las mismas letras, como si el lenguaje se hubiera alineado de su parte.

              Dos, finalmente, son los soportes de este viaje maravilloso. No de este libro, sino del hombre alado que lo ha vivido: la ermita de su interior espiritual, donde siempre se retirará como el alma inseparable del Creador de sus días -siempre termina retirándose en esta o aquella ermita-, y SU COMUNIDAD, SUS HERMANOS… Ella, ellos, son el sentido de su vida, su destino y, serenamente, su reposo… Que Jesús y el hermano Carlos, alas de su vida, cuiden este diario maravilloso.

Juan Álvaro Ricas Peces

Asistente General

Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld

PARA ADQUIRIR EL LIBRO: https://www.amazon.es/dp/B0CGTTMBKR

Arturo Paoli vivió su Pascua

por Adolfo Pérez Esquivel el 

“Por todo lo que hagas de mí, te doy las gracias”. A sus cien años compartió con el Papa Francisco la alegría del compromiso. La persecución de la dictadura militar lo hizo partir para Caracas, compartiendo en los cerros la vida en las chabolas.

Arturo Paoli, un profeta.

Sentimos mucho la partida de Arturo Paoli, profeta y caminante de la fe y la esperanza.

Su vida nos enseñó el camino del Evangelio junto a los pobres. Como hermano del Evangelio asumió la espiritualidad y las voces del desierto del Hermano Carlos de Foucauld iluminando el espíritu en la oración.

“Padre mío, me abandono en Ti/ haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas de mí te doy las gracias…”Es para mí una necesidad el darme. El entregarme en tus manos sin medida, con infinita confianza. Porque tú eres mi Padre”.

Arturo vivió la disponibilidad del espíritu compartiendo su vida junto a los pobres en Argentina, en Fortín Olmos, junto a las Ligas Agrarias, del movimiento campesino; la persecución de la dictadura militar lo llevó a buscar otro horizonte y partir a Caracas, Venezuela, compartiendo en los cerros la vida en las chabolas con los más necesitados. Tenía la virtud de abrir las manos y el espíritu junto a los pueblos latinoamericanos.

Posteriormente siente el llamado del Señor que lo guía en su caminar a Brasil, a las favelas compartiendo el mensaje del Evangelio en su testimonio y coherencia de vida y en denunciar las injusticias y en predicar la hermandad de las personas y los pueblos. Así llega a Fox de Iguazú para estar cerca también de la Argentina y continuar su prédica y compromiso con las comunidades de base.

Los años llegan y Arturo en su caminar de muchos soles y muchas lunas decide regresar a su origen, a su querido pueblo de Lucca, dejando su mensaje y testimonio de vida, sembrando en el corazón y la mente de los pueblos, dejando su reflexión teológica, su pensamiento y compromiso de los Hermanos del Evangelio.

A más de sus 100 años tuvo la decisión de viajar a Roma y encontrarse con el Papa Francisco, de orar juntos y compartir la alegría de ser hermanos en la fe y el compromiso junto a los pobres.

Querido hermano Arturo Paoli. Tuve la gracia de encontrarme contigo dos veces después de mucho tiempo y de compartir con la comunidad que te acompaña en Lucca y te doy las gracias por tu testimonio de vida en el camino del Evangelio que compartes con tu humildad y compromiso en la oración.

“Estoy dispuesto a todo, todo lo acepto con tal que tu voluntad se haga en mí y en todas tus creaturas. No deseo nada más, Dios mío”.

El Tata Dios te espera con los brazos abiertos.

¿Por qué Carlos de Foucauld se sintió atraído por el islam? – Xavier Gufflet

Sophie de Villeneuve  – La Croix

Antes de su conversión al cristianismo, Carlos de Foucauld quedó impresionado por la ferviente fe de los musulmanes y su sentido de la hospitalidad. El hermano Xavier Gufflet, pequeño hermano del Evangelio, explica qué atrajo al «hermano universal» al mundo musulmán, donde se integró.

Durante un viaje a Marruecos en 1885, Carlos de Foucauld fue seducido por el islam. Como muchos religiosos después de él, admiraba la fe de los musulmanes. ¿Hoy se dejaría seducir por el islam y por los musulmanes?

Para empezar, diré que Carlos de Foucauld no se sintió atraído por el islam, sino por los musulmanes, cuya forma de rezar admiraba enormemente. Durante los once meses de su estancia en Marruecos, descubrió a personas que estaban constantemente en la presencia de Dios, refiriéndose continuamente a Dios. Se había preparado para este viaje aprendiendo sobre el islam, copiando suras enteras en árabe, idioma que hablaba perfectamente. Admiraba no solo la fe, sino también la organización de los musulmanes, con las llamadas zaouias, los centros de oración y hospitalidad que acogen a viajeros y extranjeros. Cuando pensó en su proyecto de hermandad, que iba a tomar forma en Beni Abbès, se basó en este modelo: «Quiero crear una zaouia de oración y hospitalidad», dijo. Admiraba la fe, pero también y sobre todo el comportamiento hospitalario de los musulmanes.

¿Conocía bien el Corán?

Según él, tras su encuentro con el padre Huvelin y su conversión en 1886, «la fe tenía muchos obstáculos que superar. Yo, que había dudado tanto, no me lo creí todo en un día. A veces los milagros del Evangelio me parecían increíbles, otras veces quería entrelazar pasajes del Corán en mis oraciones». Esto implica que ya había utilizado pasajes del Corán para rezar. El descubrimiento de los musulmanes que rezan le llevó a la oración, a la hospitalidad y a dar muchos pasos en su vida.

Así que fue el descubrimiento de los musulmanes lo que le llevó a profundizar en su fe y a convertirse al cristianismo.

Ciertamente. Dice que estaba «asombrado» por la fe de los musulmanes. Durante mucho tiempo, fue una mujer argelina llamada Rania quien mostró el Bordj de Tamanrasset. Dijo que su propia fe como musulmana se había profundizado porque se había sentido conmovida por la fe de algunos cristianos. Existe una reciprocidad: cuanto más profundamente viva mi propia fe, más profundamente podré llevar a los creyentes de otras religiones a vivir la suya.

¿Qué papel desempeñó Carlos de Foucauld en las relaciones entre cristianos y musulmanes? ¿Ha sido origen de puentes o de señales de reconocimiento?

Hoy en día se hace mucha referencia a él. Mi congregación recibió de él una particular sensibilidad y atención hacia el mundo musulmán, al igual que las Hermanitas de Jesús. Carlos de Foucauld estaba impregnado del islam en el que vivía, como puede verse en el Pequeño Catecismo que escribió en Beni Abbès, y en todos sus escritos. Para él, el primer profeta fue Adán, lo que es más habitual para la sensibilidad musulmana que para la cristiana. Tiene fórmulas muy musulmanas cuando habla de Dios: «Que sea exaltado y bendecido, no hay más Dios que Él». Así podemos rezar con los musulmanes, pero sin mezclarlo todo. Simplemente reconociendo que Dios es Dios.

Vivió en el mundo musulmán hasta el final de su vida. ¿Percibió el germen del fanatismo que puede contener el islam y que vemos hoy en día? ¿Se preocupó?

Era muy consciente de ello. Los senusistas (que están en el origen de los movimientos salafistas, ndr) ya estaban bien presentes en Libia en su época. Para él, el fanatismo era lo contrario de las enseñanzas del morabito Bay al-Kunti, al que admiraba mucho. Al-Kunti había introducido a Moussa ag-Amastan, un jefe tuareg del Hoggar al que Foucauld conocía bien, en una fe musulmana comprometida con el bien que no es la guerra y el pillaje.

Así que tenía un buen conocimiento de lo que ocurría en el islam de su tiempo…

Por supuesto. Los movimientos fanáticos existían en su época y ya utilizaban la palabra yihad, que tiene muchas connotaciones en el islam, en el mismo sentido que los fanáticos de hoy.

» Padre Max Wolfgang Schiller – misionero en Bolivia»

Max Wolfgang Schiller, Hermanito del Evangelio

El Padre Max Wolfgang Schiller desde hace 40 años vive la misma vida sencilla de Titicachi, el pueblo Quechua que lo ha acogido con un gran sentimiento de pertenencia mediante el cual el Padre Max va creando un mundo distinto para los más necesitados de esta región en los Andes bolivianos

Para ayudar a su misión se ha realizado un video- película que muestra la acción misionera del Padre Max en  Bolivia y con la ayuda de numerosas personas en especial de su comunidad parroquial de origen y de la diócesis de Würzburg .

Su espiritualidad es bajar a la tierra las realidad y vivir desde esta puesta a punto espiritual , incluso cuando está en su casa en las tierras altas del Ande Boliviano : Padre Max Wolfgang Schiller ( 70 años – Eibelstadt) lleva sobre sus hombros  la vida de unos 40 años como misionero en las tierras altas de Bolivia.

Hacer click para acceder a imagenes personales de Titicachi

Desde el pueblo de Titicachi , situado a unos 3.300 metros , Donde como parroquia gestiona la pastoral de un total de diez pueblos con unos 6.000 católicos . «Siempre he sentido la llamada a ayudar a los demás, y estoy contento con lo que estoy haciendo . «

Durante la presentación de la película » Padre Max Wolfgang Schiller – misionero en Bolivia » en Würzburg casa Kilian se habló de su vida en América del Sur.

Llegó a Bolivia en 1974,  después de estudiar teología  en el seminario de Würzburg , se unió a los Hermanitos del Evangelio  quienes  como comunidad religiosa y siguiendo las intuiciones de su fundador Charles de Foucauld , se han comprometido a la misión de llevar la fe en Cristo a lugares que no son atendidos pastoralmente  y ayudar viviendo la misma realidad de la gente de estos lugares .

“Cuando llegué, el mayor problema es que la gente no podía reclamar sus derechos porque no tenían documentos …. « Una de las primeras acciones fue entonces junto a  una defensoría de Europa y  la iglesia local ayudar a los indígenas  quechuas en la obtención de pasaportes y documentos del país, sin los cuales estas personas para el Estado no existían dijo Schiller.

El acompañamiento a las viudas es importantísimo

No es extraño entonces que desde ese momento comenzasen los trabajos para la construcción de  escuelas, la posta sanitaria donde se podrían atender más cómodamente las personas de la región,  la iglesia,  la casa para personas con movilidad reducida.

Algunos de los niños y de los jóvenes que asistían a la escuela en Titicachi (pueblo de 350 habitantes donde se encuentra la parroquia y las escuelas) debían caminar por los cerros  hasta dos horas. Por lo cual se creó un albergue para los mismos, con el tiempo se vio la necesidad de crear una Universidad Campesina Local, que brinda una educación integrada a los jóvenes de la zona entre sus posibilidades de formación brinda la oportunidad de completar un curso de carpintero u otras  formaciones a medida .

La mortalidad materna e infantil se ha reducido significativamente en las últimas décadas , también es un beneficio para la comunidad que ha nacido del trabajo de los misioneros : fue una iniciativa de Schiller la creación de una enfermería  fundada en 1978. El personal médico es pagado por el Estado.

La iglesia también se encarga de asegurar que se provean a las viudas. Muchas pierden a sus maridos a una edad temprana , ya que trabajar en las minas o en las ciudades es peligroso. «Les aseguramos a las mujeres el alimento básico de maíz y papas y nos cercioramos de que envien a todos sus hijos a la escuela … «

Con el apoyo de la diócesis de Würzburg,  Schiller ha construido una estación de radio, con el que llega hasta 50.000 oyentes. Sólo el director es un periodista capacitado, los demás integrantes del staff tienen  un compromiso voluntario. Los niños hacen programas para su grupo de edad, al igual que los jóvenes , la radio en tres idiomas (quechua,  aymara y español) informa a sus oyentes sobre temas religiosos, sociales y políticos. «El mejor tiempo de emisión es la mañana y yo la utilizo para mi misión», dice el padre con una sonrisa cómplice.

«El trabajo con los jóvenes es fundamental…»

En  la población indígena nuestro misionero goza de mucho respeto,  porque no actúa como » Reverendo» en la tradición de los señores blancos; sino que comparte la misma vida humilde de cualquier vecino del poblado,  después de mucho sacrificio y a través de la ayuda de la Iglesia  ha comprado una camioneta para llegar a las aldeas rápidamente.

Hay un punto que hace reflexionar vivamente al misionero y esta es la cantidad de jóvenes que emigran hacia las tierras bajas para trabajar en las plantaciones de coca y  hacer dinero rápido. El país es conocido mundialmente como el mayor productor de coca, siendo este  el mayor soporte del gobierno. «¡Gracias a Dios en el área alrededor de Titicachi hace demasiado frío  y por ello no existen cultivos de coca ! «

El DVD de la película sobre el Padre Max Wolfgang Schiller, filmada de los editores de televisión de la diócesis de Würzburg con el cineasta Frank Schipper, en Bolivia tiene un costo de € 10 en la oficina diocesana de misión y desarrollo, La Paz , Kilian House, Kürschnerhof 2 , 97070 Würzburg , teléfono 0931 / 38665122 , correo electrónico MEF@bistum-wuerzburg.de 

Cuenta para donativos: «Misión Bolivia Titicachi “, número de cuenta 3011925 de Bank Liga Würzburg , banco 75090300th

FUENTE: – Christiane Hetterich  – Würzburg / Eibelstadt / Titicachi ( POW)

Grita el Evangelio con tu vida. Las hermanitas y hermanitos de Carlos de Foucauld

daniel rocchetti·

Amaba, aunque solo la vi un par de veces, a Jeanne d’Arc , una hermanita libanesa con ojos grandes y dulces, atropellada y asesinada con otras dos hermanas jóvenes por un chico de veinte años en su camino, para una peregrinación de paz, a pie, a un Santuario de Nuestra Señora, no lejos de Beirut. Me encantó la sencillez y el radicalismo evangélico de Maria Chiara , ex maestra de novicios en Amman, Jordania, y ahora directora general. Me encantaron Álvaro, Paolo y Marco , que cuidan la casa de Nazaret con pasión y esmero. Me encantaron las muchas hermanitas que conocí en Tre Fontane. En Roma, cada uno es rico en una historia tan grande como la reserva y la modestia de cada uno al contarla; los textos de Carlo Carretto y Arturo Paoli , hermanos pequeños del Evangelio, que habla y escribe, el primero desde la ermita de Spello, el segundo desde las comunidades de base latinoamericana, de un Dios lleno de ternura y amor. Amé a estos hombres y mujeres en tiempos -no muy lejanos a los nuestros- en quienes argumentaron la necesidad de una iglesia «de presencia», orgullosa de una identidad para exhibir como jugo severo en el mundo, dispuesta a la condenación antes que a la misericordia A cambio, tenéis la suerte y el don de encontraros, en las chimeneas del mundo -en Belén como en Damasco, en Roma como en las caravanas itinerantes de gitanos-, hermanitos y hermanitas colocados en las tramas más cotidianas y ordinarias de la existencia. ; ansiosos sólo de «gritar el Evangelio con vida», ansiosos de vivir una profunda fidelidad a los hombres de su tiempo y al medio ambiente que Dios les dio para amar.

COMO ELLOS

Difícil no reconocer el dedo de Dios interno de estas historias. El fundador que está en su origen, Charles de Foucauld, murió solo, el 1 de diciembre de 1916, y es deseado en quien se había sentido seguro y resguardado. Sólo como él era vívido: sin agarrar a su lado discípulos que recordarán la voz viva del claro testimonio evangélico, sin la compañía del amado tuareg al que tanto dio, convencido de que no planteaba más que el Evangelio, sin el apoyo de una mano amiga que le hizo de frente el gesto fraterno que muchas veces le ofreció. Muere solo, pero «su semilla, que cayó en la tierra, dará mucho fruto porque, como la sangre de los mártires, se convertirá en semilla de multitud de cristianos que reconocerán en los rasgos de su rostro espiritual las huellas de la mucha semilla con Cristo». (Enzo Bianchi). que hermano charles anhela vivir («Lo que sueño es algo muy simple, no muy numeroso, algo así como esas pequeñas comunidades sencillas de los primeros días de la Iglesia» ) se remonta poco años después de su muerte, ya después de la publicación -en 1921- de la biografía escrita por René Bazin , un libro sobre la juventud francesa que produce un auténtico susto espiritual. Sin embargo, será René Voillaume, el sacerdote parisino experto en estudios árabes e islámicos, autor de un texto – “Como ellos”- de espiritualidad sobre la vida de fray Charles que influirá en la vida de miles de sacerdotes, monjes y laicos para dar forma a un proyecto muy audaz: contemplativos fuera de los monasterios que parecen contener la separación y el silencio necesarios para despertar el estado contemplativo. El 8 de septiembre de 1933 en la basílica parisina del Sagrado Corazón de Montmartre, junto a Guy Champenois, Marcel Boucher, Georges Gorrée y Marc Gerin, Voillaume inicia la familia de los Hermanitos de Jesús, instalándose así mismo con sus primeros hermanos en El -Abiodh, en el sur de Argelia, siguiendo los pasos de Charles de Foucauld. El historiador Maurilio Guasco afirma que, a pedido de su propio Voillaume,

FRATERNIDADES DISTRIBUIDAS POR TODO EL MUNDO

Hoy la «familia» de Charles de Foucauld está formada por 11 congregaciones diferentes presentes en todo el mundo. Las diferentes ramas femeninas cuentan con un total de más de 1600 “niñitas”. Los varones alrededor de 600 «hermanitos». A estos hay que sumar varios grupos y movimientos laicos. En un principio, los primeros seguidores experimentaron profundamente con la llamada del desierto del Sahara, en Argelia o Marruecos. Ocurre con las cinco primeras, pero también en 1936, cuando Sor Magdalena si instala en Boghari, también en Argelia, doble nación las Hermanitas de Jesús (Francia), le obliga a devolver el mensaje de frère Charles, que las insta a convertirse en » hermanos universales». Entender que no sólo el Sáhara es importante sino el «desierto» de cada hombre. Cada lugar donde se desconoce el Evangelio, cada tierra donde la Iglesia ha pasado o no ha podido levantarse. Partiendo de esta reflexión, que definió totalmente la creencia de que no existen fronteras geográficas. La vocación de «gritar el Evangelio a los cuatro vientos no con palabras fino con la vida» es verdaderamente universal. Con un objetivo: tener el levantamiento en cada ambiente que se traspasa en la masa para hacerla leudar. «árabes con árabes», «nómadas con nómadas», los hermanitos y hermanitas podrían haber adoptado el idioma, las costumbres y mentalidad incluye: poner la caridad por encima de todas las reglas, abrir las puertas de la casa. Luego nacieron las primeras fraternidades en el mundo hasta llegar, entre los años 70 y 80, a las de los Hermanitos y Hermanitas de la Encarnación que surgieron en Haiti: religiosos que conviven con los cortadores de caña de azúcar, realizan su propio trabajo en terribles condiciones de pobreza y que, al hacer su profesión religiosa, reciben como símbolos las Sagradas Escrituras y el machete. Hombres y mujeres que nada pueden plantear, que viven de su trabajo, dedicándose a la contemplación y al servicio, a la adoración del Santísimo Sacramento y al amor por el hombre concreto. De una manera no edulcorada, capaz de unir, en la historia única de salvación, encarnación y redención. Serán muchos, por tanto, los que respondan a la pasión contagiosa de herman Carlos. No se preocuparán de ser signo de contradicción, acusados ​​​​​​de comer con publicanos y pecadores. Como dirá Sor Magdalena de Jesús: «Cuidaos de no ir a la estrechez de miras y en la estrechez de miras, no os escandalicéis fácilmente demasiado por cosas de poca importancia. Sobre todo, evita ser rígido o formal y actúa como los fariseos. Sea siempre de mente abierta, ya que la estrechez de miras puede destruir el amor verdadero». En el camino de Jesús de Nazaret escondido entre las calles de los hombres. como cumplimiento de la fe, debe expresar lo más concretamente posible, orientará la fraternidad de los hermanitos en las más diversas direcciones. En el camino de Jesús de Nazaret escondido entre las calles de los hombres. Incluido y sobre todo en los que piensan que Él no pasa. como cumplimiento de la fe, debe expresar lo más concretamente posible, orientará la fraternidad de los hermanitos en las más diversas direcciones. En el camino de Jesús de Nazaret escondido entre las calles de los hombres. Incluido y sobre todo en los que piensan que Él no pasa.