San Carlos de Foucauld y Lilias Trotter: Dos luces del desierto

En la inmensa quietud del desierto argelino, San Carlos de Foucauld y Lilias Trotter siguieron caminos distintos, pero sus almas se encontraron en un mismo anhelo: vivir solo para el amor de Cristo. Ambos comprendieron que la santidad no busca ser vista, sino ofrecerse en silencio, como la flor del desierto que florece solo para Dios. En su humildad y entrega aprendieron que la verdadera misión nace del amor vivido, no del ruido ni del éxito.

Que sus vidas nos inspiren a encontrar, en medio de nuestros propios desiertos, el gozo de servir en lo oculto y amar sin medida.

> “El desierto y el yermo se alegrarán; florecerá como el lirio.”

— Isaías 35:1

San Carlos de Foucauld (1858–1916) fue un misionero francés que vivió entre los tuareg del Sahara, llevando una vida de oración, servicio y fraternidad. Su espiritualidad inspiró numerosas comunidades religiosas.

Lilias Trotter (1853–1928) fue una artista inglesa y misionera protestante que renunció a la fama para llevar el Evangelio a Argelia. Su vida unió belleza, sencillez y una profunda fe en el poder transformador del amor de Dios.

Hermano Rogelio (CEHCF)

Diego Sarrió Cucarella, nuevo obispo de Laghouat (Argelia): “En el diálogo islamo-cristiano no hay talla única”

El sacerdote valenciano, de la congregación de los Misioneros de África, ha sido decano del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos de Roma

Obispo de Laghouat, Argelia

Por Mateo González Alonso

Con solo apenas unos meses en una parroquia en Omán, Diego Ramón Sarrió Cucarella, de la congregación de los Misioneros de África, recibió su nombramiento como nuevo obispo de Laghouat, en Argelia. Se acababa así el año sabático con el que esperaba cerrar tranquilamente su ciclo como decano del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos (PISAI) de Roma. Antes ha desarrollado su misión en lugares como Kenia, Sudán, Paría o Egipto –y eso que tiene solo 56 años–.


Sarrió Cucarella nació el 20 de julio de 1971 en Valencia. Estudió Filosofía en la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid y Teología en la Universidad de Tangaza en Nairobi (Kenia). También completó estudios en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Catequéticas San Pío X de Madrid, en Sudán, en la Urbaniana de Roma, París, El Cairo Washington D.C. o Argelia. Ordenado sacerdote el 2 de junio de 2001 ha sido animador en el Centro Cultural y de Documentación Saharaui de Ghardaïa en la diócesis de Laghouat (2001-2003); director de la Biblioteca Diocesana de Túnez (2006-2009), hasta que llegó al PISAI como director (2014-2017) y rector (2017-2024). Ahora se prepara para tomar posesión de la procatedral de Gardaya y atender a una comunidad de más de dos mil católicos en más de dos millones de metros cuadrados.

Una vocación mediterránea

PREGUNTA.-¿Cómo llega un joven valenciano a profesar en los Padres Blancos?

RESPUESTA.-Nací en Gandía, en la costa mediterránea, a 65 km al sur de Valencia. Soy el menor de cuatro hermanos. A los 13 años, mi familia se mudó a la capital de la provincia. Allí terminé la Educación General Básica, como se llamaba entonces, y continué con los estudios secundarios. Asistí a colegios jesuitas tanto en Gandía como en Valencia. La educación en la fe y la preparación para los sacramentos se realizaron principalmente en el colegio, más que en la parroquia. Mi vocación, como la de muchos otros imagino, fue un proceso gradual. Recuerdo que, de pequeño, me fascinaba escuchar las historias que los misioneros jesuitas, que estaban de paso por vacaciones, nos contaban sobre sus misiones en la India, el Chad, Brasil… También solía hojear las revistas que publicaban las distintas congregaciones misioneras. Además, tengo un tío jesuita que trabajó muchos años en África. Con el paso de los años, me doy cuenta de que tanto la preparación para la confirmación como las clases de religión del último año de secundaria fueron momentos importantes de crecimiento espiritual. Fue entonces cuando se empezó a forjar mi vocación misionera. De los Misioneros de África me atrajo inmediatamente su pasión por el continente africano y el carácter internacional de sus comunidades.

P.-¿Qué ha supuesto para su actual parroquia en Omán este nombramiento?

R.-Mi nombramiento como obispo de Laghouat se anunció mientras colaboraba en una parroquia de la capital, Mascate. Al acabar mi mandato como rector del (PISAI) de Roma, y tras haber pasado diez años y medio en la Ciudad Eterna, solicité un tiempo sabático a la Santa Sede, de la cual depende directamente el Instituto. Quería aprovechar para conocer de primera mano la experiencia de la Iglesia en otra parte del mundo islámico. El sultanato de Omán forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur, que incluye también los Emiratos Árabes Unidos y Yemen. La comunidad católica de Omán está compuesta exclusivamente por inmigrantes procedentes de la India y de Filipinas, pero también de muchos otros países, entre ellos, una pequeña comunidad hispanohablante. La parroquia me recibió con los brazos abiertos desde el primer momento. Los primeros días me resultaba paradójico tener que haber venido a la península arábiga para ver iglesias llenas de fe. La noticia de mi nombramiento episcopal fue acogida con gran alegría. Fue un momento muy emotivo. Desgraciadamente, he tenido que acortar la estancia inicialmente prevista, pero será difícil olvidar los meses que pasé en Mascate.

Encuentro con el islam

P.-De su etapa como rector del PISAI, ¿qué aspectos de su docencia se lleva a su nueva misión?

R.-Mis estudios sobre la religión islámica y mi docencia en este ámbito no nacieron de un interés puramente teórico sino de un encuentro. Mi primer contacto significativo con el islam tuvo lugar en Jartum, la capital de Sudán, durante mi etapa formativa, antes de la división del país. Trabajé en una parroquia ubicada en las afueras de la capital. Nuestros feligreses eran cristianos del sur que se habían desplazado al norte a causa de la guerra. Aquella primera experiencia en Jartum me hizo comprender rápidamente que los musulmanes, como los cristianos, son capaces de lo mejor y de lo peor. Esto me ayudó siempre a evitar idealizaciones. Los dos años que pasé en Ghardaïa (Argelia) después de mi ordenación sacerdotal me permitieron seguir conociendo a los musulmanes en un contexto diferente al de Jartum. En general, fue una experiencia positiva, marcada por la amistad y el aprecio mutuo. Entonces nació mi deseo de conocer mejor su tradición religiosa y la fe que los anima. A esto siguieron varios años de estudio y trabajo en Egipto, Italia, Túnez y Estados Unidos. En 2014, tras terminar el doctorado, me nombraron jefe de estudios del PISAI. No fue fácil aceptarlo, pues deseaba regresar al terreno de misión. Mi consuelo durante estos años en Roma fue que muchos estudiantes del Instituto se preparaban para vivir su fe cristiana en contextos marcados por la presencia del islam, lo que me hizo sentir que yo también contribuía, en cierta medida, a esta particular misión a la que algunos dentro de la Iglesia nos sentimos llamados.

Obispo de Laghouat, Argelia

P.-En el diálogo con el islam, ¿cómo se vive en el día a día el Documento sobre la Fraternidad Humana de Abu Dabi?

R.-El mensaje principal del Documento sobre la Fraternidad Humana para la paz mundial y la convivencia común se encuentra ya en su propio título: la manera de lograr “la paz mundial y la convivencia común” es desarrollar un sentido de la “fraternidad humana” que sea verdaderamente universal, que vaya más allá de las fronteras nacionales, culturales y religiosas, “que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales”, permitiendo la coexistencia de diversas expresiones culturales y religiosas y construyendo una sociedad más justa y pacífica. En esencia, el Documento defiende una visión de la fraternidad en la diversidad. Las comunidades religiosas están llamadas a adoptar una cultura del diálogo, a colaborar y a fomentar el conocimiento mutuo. Todos —no solo musulmanes y cristianos— están invitados a redescubrir los valores de la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la fraternidad humana y la coexistencia como clave para la supervivencia de la humanidad. Vivir el mensaje del Documento significa inspirarse en él para transformar la realidad concreta en la que vivimos. No se debe olvidar que el islam y el cristianismo no dialogan en abstracto, sino que se trata siempre de cristianos y musulmanes concretos, de carne y hueso, que viven en contextos sociales y culturales muy diversos. En el diálogo islamo-cristiano no hay una talla única ni una fórmula mágica. El papa Francisco resumió muy bien la misión de las Iglesias del Magreb en su discurso en la explanada de la Torre Hasán, en Rabat, el 30 de marzo de 2019: “Se trata de descubrir y aceptar al otro en la peculiaridad de su fe y enriquecerse mutuamente con la diferencia, en una relación marcada por la benevolencia y la búsqueda de lo que podemos hacer juntos. Así entendida, la construcción de puentes entre los hombres, desde el punto de vista interreligioso, pide ser vivida bajo el signo de la convivencia, de la amistad y, más aún, de la fraternidad”.

P.-Además, cuenta en su nueva diócesis con la tumba de san Carlos de Foucauld, ¿sigue siendo una inspiración para la evangelización actual?

R.-Ciertamente, san Carlos de Foucauld, cuyos restos mortales descansan en el cementerio cristiano de El Menia, donde fueron trasladados en 1929 una vez iniciado su proceso de beatificación en 1927, es una inspiración para la evangelización entendida en clave de fraternidad universal. Basta decir que el mismo papa Francisco lo señala como una de las figuras que inspiraron su encíclica Fratelli tutti. En ella, lo describe como una persona de profunda fe que, desde su intensa experiencia de Dios, recorrió un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos. Orientó su sueño de una entrega total a Dios y sus deseos de sentir a cualquier ser humano como un hermano hacia una identificación con los últimos, con quienes compartió su vida en el desierto. Quería ser, en definitiva, “el hermano universal” –escribe el papa– pero sólo identificándose con los últimos llegó a ser hermano de todos (Fratelli tutti, 287).

Una diócesis exenta

P.-Desde 1919 todos los obispos de Laghouat han sido de los Padres Blancos, ¿se consolida la tradición con su nombramiento?

R.-El primer obispo de Laghouat como tal fue monseñor Georges Mercier (m. 1991), cuando el vicariato apostólico de Ghardaïa en el Sahara fue elevado a diócesis de Laghouat en 1955. Mercier fue uno de los aproximadamente 40 obispos que firmaron el “Pacto de las catacumbas”, llamado así porque se firmó en las Catacumbas de Domitila el 16 de noviembre de 1965, unos días antes de la clausura del Concilio Vaticano II. El vicariato apostólico de Ghardaïa en el Sahara era el heredero de la prefectura apostólica de Ghardaïa, erigida en 1901, cuyo primer prefecto fue monseñor Charles Guérin (m. 1910), amigo y confidente de Carlos de Foucauld. El territorio de la prefectura apostólica de Ghardaïa formaba inicialmente parte de la prefectura apostólica (después vicariato apostólico) del Sahara y del Sudán, erigida en 1868, un territorio vastísimo cuyo primer prefecto fue el cardenal Charles Lavigerie (m. 1892), arzobispo de Argel y fundador de los Misioneros de África. Es decir, que la diócesis de Laghouat ha estado unida a la historia de los Padres Blancos desde los orígenes de nuestra sociedad, lo que me hace sentir parte de una larga tradición y responsable de un precioso legado. No obstante, esto no significa que los Padres Blancos seamos la única congregación religiosa que ha trabajado o trabaja en la diócesis. Ni mucho menos.

P.-Ver en un mapa el territorio de la diócesis de Laghouat impresiona ya que ocupa prácticamente toda la parte continental del país, pero tiene muy pocas parroquias. ¿Qué caracteriza a esta Iglesia local?

R.-De hecho, la diócesis de Laghouat abarca un territorio de 2,107,708 kilómetros cuadrados, es decir más de cuatro veces la superficie de España. Sin embargo, gran parte de este territorio está compuesto de dunas y arena. Durante mis primeros años de sacerdocio, pasados en Ghardaïa, recuerdo que un semanario católico francés describió a monseñor Michel Gagnon, en aquel entonces obispo de Laghouat, como “l’évêque des sables» (el obispo de las arenas). En este inmenso territorio viven un poco más de cinco millones de personas (según las estadísticas más recientes que he visto), de las cuales poco más de dos mil son católicos. Es decir, que la Iglesia local es una pequeña minoría esparcida en un territorio enorme, donde trata de vivir su vocación de ser sal de la tierra y luz del mundo entre el pueblo argelino. Aparte sus dimensiones, la diócesis de Laghouat presenta muchas características en común con el resto de las diócesis del Magreb. Son Iglesias con una larga y fecunda historia, y que han dado grandes figuras a la Iglesia universal. Baste pensar en san Agustín de Hipona, en Tertuliano o en las santas Perpetua y Felicidad. Sin embargo, las Iglesias actualmente presentes en el Magreb son más bien la continuación de una Iglesia que llegó con la expansión colonial de Europa, lo que introdujo una cierta ambigüedad en la relación con la población local y en la percepción mutua. Dicho esto, en los últimos años las Iglesias del Magreb han perdido progresivamente su carácter europeo: tanto los fieles como la nueva generación de personas consagradas que trabajan en la región son cada vez más diversos y provienen sobre todo de África subsahariana y Asia.

P.-La de Laghouat es una diócesis “exenta”, que depende directamente de la Santa Sede. ¿En qué consiste esta situación exactamente?

R.-Una diócesis exenta de la jurisdicción metropolitana es una diócesis directamente dependiente de la Santa Sede y no sujeta a la autoridad supervisora de un arzobispo metropolitano. Las diócesis de Constantina y de Orán, situadas, respectivamente, en el noreste y en el noroeste del país, son diócesis sufragáneas de la archidiócesis de Argel. Ahora bien, debo descubrir aún las implicaciones prácticas de tal distinción. De momento, puedo decir que he recibido una acogida muy fraterna por parte de todos los miembros de la Conferencia episcopal regional de los obispos de África del Norte (CERNA), que comprende Argelia, Libia, Marruecos, el Sahara Occidental y Túnez.

Obispo de Laghouat, Argelia

La “Iglesia de la discreción” del arzobispo Jean-Paul Vesco, que hoy será cardenal – IGLESIA DE ARGELIA

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Por Gianni Valente

«No he perdido a ninguno de los que me has dado». La frase de Jesús dirigida al Padre y citada en el Evangelio según San Juan es el título de la última Carta Pastoral del dominico francés Jean-Paul Vesco, que tomó posesión como arzobispo de Argel el 11 de febrero de 2022.

Vesco reconoce que esta afirmación de Jesús al Padre, en apariencia descabellada, supone un desafío profundo. «Jesús se juzga a sí mismo bajo la mirada del Padre», señala, y sugiere que ningún pastor debería utilizar estas palabras como medida para evaluar su propio ministerio, consciente de sus límites humanos.

Sin embargo, en la conclusión de su carta, el arzobispo eleva el mensaje al proponer que cada persona, independientemente de su origen, religión o identidad, debe ser vista como un hermano o hermana «a quien no debo perder». Porque, «la fraternidad ofrecida sin distinciones de pertenencia religiosa, étnica o nacional – había escrito el mismo obispo dominico con ocasión de la canonización de san Carlos de Foucauld- es el sello distintivo de los discípulos de Cristo».

Jean-Paul Vesco, de 62 años, nacido en Lyon, antes de convertirse en arzobispo de Argel pasó 10 años al frente de la diócesis argelina de Orán. El Papa Francisco ha decidido crearlo cardenal en el Consistorio del sábado 7 de diciembre. Una nueva condición – asegura convencido el arzobispo Vesco- para vivir en el horizonte abierto de la fraternidad universal, al servicio de la «Iglesia mosaico» de Argelia. Una señal que «me llama y me empuja a ser más humilde, porque me devuelve constantemente al misterio de por qué fui elegido».

-Usted, Hermano Predicador, ha utilizado la imagen de la «Iglesia de la discreción» para describir a la Iglesia de Argelia. ¿Qué significa predicar y confesar el Evangelio «con discreción»?
Cuando hablo de la discreción de la Iglesia, no quiero decir que no tengamos derecho a hacer nada. El Evangelio se anuncia «opportune et importune» mediante el testimonio, pero con discreción, es decir, respetando la fe del otro. La especificidad del anuncio del Evangelio en Argelia, en el mundo musulmán, es que parte de una vida compartida entre personas que ya tienen una fe, una fe diferente. En este sentido, se trata de una situación diferente de la de la primera evangelización o del testimonio dado en sociedades como las de la Europa descristianizada.
Para mí, el testimonio evangélico no puede separarse del respeto a la fe del otro. Doy testimonio de lo que vivo, hablo cuando me preguntan, doy cuenta de mi fe, pero lo hago aceptando que hay algo en el otro, una verdad que se me escapa.
Llegué a Argelia para renovar una presencia dominicana tras la muerte de Pierre Claverie (obispo de Orán asesinado por una bomba en 1996, ed). Misteriosamente, aunque nunca le había conocido, sentí que había un vínculo espiritual entre nosotros. Decía: «Nadie posee a Dios, nadie posee la verdad, y yo necesito la verdad de los otros».

– La Iglesia de Argelia y las demás Iglesias de rito latino del norte de África pertenecen ahora al Dicasterio para la Evangelización, el Dicasterio «misionero». ¿Qué significa ser misionero en sus países?
– Para mí, la figura del misionero es la de la fraternidad y la amistad. Pienso en la Declaración de Abu Dhabi sobre la fraternidad humana, que no es un documento más sobre el diálogo interreligioso, sino un gesto realizado por dos personas, dos líderes religiosos, dos hombres que no tratan de convencerse mutuamente. El Papa y el Gran Imán son dos hombres que aprecian la fe del otro. Y esto nunca había existido a tal nivel. Cuando vi a estos dos hombres mirándose y sonriendo, vi a dos hermanos. Percibí la amistad entre ellos. Cuando tuve una audiencia con el Papa Francisco, le dije que esto era lo que más me había impresionado de su pontificado, porque está unido a nuestra experiencia en Argelia.

– ¿A qué se refiere en concreto?
– Unos meses antes, había tenido lugar la beatificación de los 19 mártires de Argelia en Notre-Dame de Santa Cruz, en Orán, y al final de la celebración, los rostros estaban radiantes, iluminados por enormes sonrisas. Tres meses después, en el encuentro de Abu Dhabi, vi la misma sonrisa entre el Papa Francisco y el Gran Imán Ahmed al Tayyeb.
El mayor testimonio evangélico que puede dar la Iglesia es el de la fraternidad, la fraternidad entre nosotros, empezando desde dentro de la Iglesia. «En esto verán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros», dice Jesús… El Papa quiere poner de relieve precisamente esto en la Iglesia de hoy.

-¿Cómo se puede vivir y manifestar la fraternidad entre personas de distintas confesiones?
– Como es evidente, no basta con decir: «Éste es mi hermano o ésta es mi hermana». En Argelia, todo el mundo se llama hermano o hermana, el modelo es el de la familia. Pero cuando un argelino musulmán me dice «tú eres mi hermano», está diciendo algo serio. Está diciendo que eres mi amigo. Y en ese momento ocurre algo en el orden de la transmisión de la fe.
Ningún musulmán, ni siquiera uno culto, me ha dicho nunca nada realmente esencial sobre nuestra fe. Por otra parte, necesitamos la fe de los demás. Necesito entrar en contacto con musulmanes de buena fe, no para creer en su fe, sino para entablar un auténtico intercambio; y para mostrarles algo de mi fe. La amistad, como la fraternidad, se basa en la gratuidad de la relación. Mientras no exista una relación gratuita, no creo que pueda transmitirse el tesoro del Evangelio.

-La historia reciente de la Iglesia de Argelia está marcada por la experiencia del martirio. ¿Cómo ha cambiado su trayectoria esta experiencia?
– La Iglesia de Argelia es una Iglesia de mártires, y nuestros mártires son mártires de la fraternidad. El Papa Francisco envió un mensaje el día de la beatificación, diciendo que estaba convencido de que este acontecimiento sin precedentes habría trazado «en el cielo argelino un gran signo de fraternidad dirigido al mundo entero»… Si son mártires, es porque corrieron el riesgo de vivir: podían haberse ido, y se quedaron, y por eso el suyo es un martirio de fraternidad.

– A menudo se evoca el sufrimiento padecido por los cristianos para aumentar la oposición y la condena hacia figuras y grupos identificados como enemigos y perseguidores…
– En los mismos años marcados por la sangrienta muerte de esos mártires, más de 100 imanes y 200.000 musulmanes fueron asesinados en Argelia. La fuerza del testimonio de los mártires es que querían quedarse para compartir un destino común. Su muerte validó su compromiso de vivir una determinada vida. Queríamos que los 19 fueran beatificados juntos para reafirmar que fueron el testimonio de toda una Iglesia en un momento concreto de la historia, en medio de un pueblo.

-¿Qué quiere decir, como usted ha afirmado, que la Iglesia en Argelia ha sido «purificada» por los acontecimientos de los mártires?
– Llegué a esta Iglesia en 2002, en un momento en que la vida volvía a la normalidad, pero nada era como antes… La gente tenía que aprender a vivir de nuevo, y no era fácil. Era un poco como después de una guerra: los héroes vuelven a la sociedad normal, pero es inevitablemente complicado. Un jesuita, Paul Decisier, solía decir: éramos gente corriente viviendo en una situación extraordinaria, y ahora teníamos que volver a lo corriente. Para mí fue muy conmovedor verles pasar por esta transición.

– El color rojo asociado al cardenalato recuerda la sangre de los mártires… ¿Está de acuerdo?
– Mi elección como cardenal sigue siendo para mí un profundo misterio… Pero sea cual sea la razón por la que he sido nombrado, lo que importa es que ahora me planteo lo que el Señor quiere para mí.
El rojo del Cardenalato me hace humilde, porque sé que no lo merezco en comparación con tantos otros. Me gustaría que fuera un signo de sencillez. No me convierte en un príncipe de la Iglesia, al contrario, me llama y me empuja a ser más humilde porque me devuelve constantemente al misterio de por qué fui elegido.

-¿Cómo comenzó tu vocación sacerdotal y religiosa?
– Mi entrada en los dominicos fue muy improvisada. Entré con 33 años, era abogado y siempre había sentido la vocación de ser abogado. Siempre había imaginado mi vida en forma de vocación, que en algún momento tomó la forma de participación en sindicatos y en política, y luego como concejal municipal. Me hice abogado, y entonces tuve la impresión de que había tocado el techo de cristal. Había conseguido todo lo que quería, pero no había encontrado la felicidad, aún me faltaba algo.
Este techo de cristal se derrumbó en Lisieux el 14 de agosto de 1994. Estaba visitando a un amigo monje y ese día había una ordenación sacerdotal. En aquel momento sentí que el Señor me llamaba. Hubo un antes y un después de aquel 15 de agosto de 1994, cuando dije sí en lo más profundo de mi corazón.

-¿Y por qué los dominicos?
– Tenía un tío Dominico, Jean-Luc Vesco, y resulta que mi estudio estaba al lado del convento donde vivía, así que iba a menudo a visitarle y siempre me decía a mí mismo que si algún día tomaba las Órdenes Sagradas, sería en cualquier sitio menos en los Dominicos… Pero luego, de una manera muy misteriosa, sentí que era allí donde tenía que estar.

-La carta de Adviento de ustedes, obispos del norte de África, decía que la Biblia no puede utilizarse para justificar la guerra y la ocupación…
– El 10 de octubre de 2023, tres días después del 7 de octubre, escribí que lo que Hamás había hecho era inexcusable, pero no sin causas. Viví dos años en Jerusalén, fui a Gaza, experimenté la humillación de esa gente, y también conocí a muchos israelíes que estaban en contra de Netanyahu. Todo lo que puedo constatar es que durante más de 20 años Netanyahu y sus aliados no han querido la paz, no han querido una solución de dos Estados, y estamos efectivamente en una lógica de aniquilación. Esta política es genocida, lo que significa que no hay otra salida que la destrucción absoluta de un pueblo como tal. Nuestra posición como Conferencia Episcopal es afirmar que



-¿Cuáles son las responsabilidades internacionales en lo que está ocurriendo en Tierra Santa y Oriente Medio?
– Me resulta muy difícil asistir en el siglo XXI a la colonización de los últimos 20 años. Colonización por aplastamiento y expulsión. El mundo entero está volviendo al dominio del más fuerte. Siempre ha sido así, aunque hubo un tiempo en que esperábamos que fuera diferente. Cuando yo nací, podía haber creído que el equilibrio se ajustaría, pero no fue así.
La moral política que está tomando forma en muchas partes del mundo es la ley del más fuerte. Y la paz y la felicidad de los pueblos no pueden construirse sobre esta inmoralidad.
(Agencia Fides 6/12/2024)

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Massignon, Argelia y los argelinos

Louis Masignon

Isí Massignon, el católico orientalista cuyos estudios de sociología islámica y misticismo musulmán han enriquecido el conocimiento humanista occidental sobrio el mundo islámico y renovador la perspectiva de los cristianos sobrio la experiencia religiosa de los musulmanes, había descubierto a Argel durante un breve viaje, a la edad de dieciocho años: era fue en enero de 1901  [1] . Debía estar allí de nuevo en 1905, para presentar, en el XIV Congreso Internacional de Orientalistas, los resultados de sus investigaciones realizadas en Marruecos, en abril de 1904, antes de asegurar su publicación, siempre en Argel, al año siguiente, para obtener su diploma de educación superior con el título Marruecos en el siglo XVIsiglo: cuadro geográfico después de León el Africano [2] . Fue en El Cairo que nos reencontramos en noviembre de 1906 en el Instituto Francés de Arqueología Oriental, después de haber cursado con éxito sus diplomas en Árabe Literario y Árabe Dialéctico en la Escuela Nacional de Lenguas Orientales: se trata entonces, para él, de extrañas experiencias existenciales. vivencias y descubrimiento del mundo egipcio. Todo esto terminó en la primavera de 1908, cuando fue enviado a Irak, una provincia otomana, para realizar investigaciones arqueológicas en al-Ukhaydir. Él mismo contó cómo, a su regreso de Kût el-Amara a Baghdad, por vía fluvial, cuando había sido sospechoso de espionaje y había intentado en vano suicidarse, había recuperado la fe. del Extranjero»  [3] .

2De todos los datos sobre la conversión a un cristianismo exigente y de cierta fuente de interés privilegiada por la obra mística musulmana de Bagdad al-Hallâj.Tras regresar a Francia y estudiar en Egipto, estudió en al-Azhar y enseñó en la joven Universidad Estatal, se reunió muy pronto con el Padre Charles de Foucauld en París y apresó el 27 de enero de 1914, en Bruselas, con su prima, a Marcelle Dansaert, habiendo participado en la Gran Guerra de Oriente Medio (Balcanes y Egipto) y entrado en Jerusalén en diciembre de 1917, junto con el General Allenby y el Coronel Lawrence de Arabia, se convirtió en profesor suplente en el Collège de France en 1919 a 1924, antes de ser titular de la cátedra de sociología musulmana allí desde 1926 hasta 1954. El 24 de mayo de 1922 había defendido sus dos tesis doctorales en la Sorbona, que se publicaron de inmediato. títuloLa passion de al-Husayn-ibn-Mansûr al-Hallâj, mártir místico del Islam, ejecutado en Baghdad el 26 de marzo de 922 [4] , y el secundario, Ensayo sobre los orígenes del léxico técnico de la mística musulmana [5] . Responsable de la Revista del Mundo Musulmán (1919-1924), lector de la Revista de Estudios Islámicos (1928-1954), que llevó a la publicación de un Directorio del Mundo Musulmán (1923)  [6], participó L. Massignon, en sus diversas capacidades, tanto en enseñanzas y congresos, así como en las reuniones de la Academia Árabe de El Cairo de la que se convirtió en miembro en 1933. Tras la guerra de 1939-1945, creó y animó la asociación espiritual de Badaliya , donde, con sus amigos, pretendía vivir un «voto de Damietta»  [7] de compasión y sustitución espiritual por los musulmanes, así como se vio envuelto en muchas intervenciones políticas a favor del sultán de Marruecos  [8] y una «paz serena entre cristianos y musulmanes» en el norte de África. Por eso se vio impulado a crear, con amigos fieles  [9], el Comité cristiano para el Entendimiento Francia-Islam, en junio de 1947, y la Asociación Francia-Maghreb  [10] , el 6 de junio de 1953, que debería intervenir colgante los acontecimientos de Argelia de 1954 a 1962. Es por este último compromiso que conviene analizar con detenimiento los diversos textos que escribieron y publicaron cuando se trata de Argelia y los argentinos  [11] . ¿Cuál fue su pensamiento allí y cuál fue su testimonio allí?

Desde el «centenario de la toma de Argel» en 1930 hasta la final de la Segunda Guerra Mundial

3L. Massignon se refiere a la oportunidad de vestirse extensamente en Argelia en 1930 y estaban celebrando «el centenario de la toma de Argel»  [12]y que había ido allí en años anteriores ha investigado en número de una comisión interministerial que debía hacer un «inventario de instalaciones». Habiendo participado muy de cerca en los trabajos de la Comisión Sykes-Picot que, desde 1918, otorgó mandatos a Francia en el Líbano y Siria, así como en los estudios de la artesanía marroquí, realizó una petición de Lyautey, en junio de 1923, fue entonces, a través de las reseñas que se han mencionado, uno de los mejor informados de las realidades sociopolíticas del mundo musulmán, sobrio todo desde que instaló en Grésillons (Gennevilliers), en abril de 1930, clases nocturnas para trabajadores norteafricanos, en su mayoría cabilios . En un artículo titulado “Los resultados sociales de nuestra política indígena en Argelia”  [13], publicado en el verano de 1930, «su intención, como explica Souâd Ayada, era promover una política de integración de las poblaciones musulmanas de Argelia, a través del acceso general a la ciudadanía plena» [14  ] . Este artículo fue el resultado de sus investigaciones de campo, ya que había sido enviado en misión oficial a Argelia del 23 de abril al 9 de mayo de 1929  [15] . Para el:

4

“La cuestión de Argel se presentó ante Francia ante todo como un caso particular de su política musulmana […]. Desaparecido el califato (1924), la consideración estadística de nuestros dominios de ultramar hizo declarar que Francia era ‘una gran potencia musulmana’, y con este espíritu se construyó la mezquita de París […]. El número, la ubicación geográfica y el estatus cívico de los musulmanes actualmente gobernados por Francia nos obligan a considerar el problema musulmán con mucha más atención que cualquier otra nación europea (excepto Rusia). Lo que no quiere decir, al contrario, que nuestra política musulmana deba ser uniforme. Debe adaptarse al estado de progreso cultural y al grado de vinculación de nuestras dependencias de ultramar donde hay musulmanes.Los dos polos de nuestra política Musulmana deben situarse, uno en Siria, donde la conciencia de nuestro papel como agente y de nuestro claro interés nos debe orientar hacia una política de administración indirecta logrando gradualmente la autonomía, y no comprometer allí nuestra influencia cultural, y la otra en Argelia, donde la mínima francesa tiene que triunfar donde fracasó España después de 1492, con sus moriscos, fiel afrancesamiento del elemento musulmán […].Es el problema argelino el que prima, para quienes estudian la evolución social del norte de África de forma concreta y fuera de los libros, porque Argel no es sólo el centro de las vías de comunicación sino que, mientras Francia no está en Túnez desde hace cincuenta años y en Fez desde hace veinte años, celebra, este mismo año, el centenario de la toma de Argel […].que desde hace treinta años se recuperan periódicamente en el marco de sus paisajes […], nos obliga a reflexionar sobre las consecuencias de esta transformación para la mentalidad de los musulmanes de Argelia” [16  

] .

5Lejos de los «sonidos discursos de apertura (propuestos) por las más altas personalidades», L. Massignon sketch

6

“un intento de clasificar las tendencias administrativas […]. Primero está la tendencia al 

cinismo administrativo del (el) viejo funcionario desilusionado (que está convencido de que) es imposible hacer mejores a las personas  

[17] […]. Luego es la tendencia de 

la asociación benevolente  : es más amable que la anterior, pero abunda en restricciones mentales  

[18] […]. Parece, sin embargo, que podría prevalecer otra tendencia, de lealtad más inmediata y más simple, la del ‘ 

codo con codo’.lo cual es esencial cuando hacéis la escalada juntos: no negar a los demás lo que os ha parecido bueno […], no considerar que hemos venido a Argelia para ‘colonizar una tierra virgen’ […] ]: encontramos numerosos habitantes conforme a esta tierra que es, al fin y al cabo, su patria”.

7Lamentando que, “durante muchos años, se haya defendido abiertamente un ideal de asimilación un tanto ingenioso, pero después de todo bastante noble (entonces) que fue demasiado apresurado decir que los musulmanes argentinos eran ‘inmiscibles’”, L. Massignon señala que, si todos son ingleses, pocos son los que han accedido a la plena ciudadanía inglesa, y por eso se atreve a decir:

8

“Deben naturalizarse en bloque las profesiones que afrancesan a quienes las ejercen por el conocimiento de nuestra lengua y su participación en nuestras costumbres”.

9Señalando que entonces «la élite musulmana argelina ahora está buscando puntos de reunión» y comunicando el texto completo de las Delegaciones Financieras (secciones árabe y cabila combinadas), hace una pregunta: «¿No haremos nada en este año del centenario para hacer justicia a esta ¿tendencia? », tendencia que en Francia se ve reforzada por la presencia de «una colonia obrera numéricamente significativa (hay 150.000 obreros musulmanes) y una pequeña colonia universitaria de muslims argelinos también muy digna de interés». afirmando que, «para apasionar al pueblo de Francia por la obra africana a la que Argelia lo invita, necesita un poco más de alma, pero es necesario tenerla para entregarse”.

10Al hacerlo, L. Massignon se limitó a repetir la esencia de la conferencia que había dado el 20 de marzo en el Centro de Documentation de la École militaire de Saint-Cyr [19] , meentras desarrolló consideraciones más personales sobre la política francesa en los Los países  islámicos incluyen la psicología social de las sociedades árabes. También insistió en la misión de la población francesa en el norte de África:

11

“Ya tenemos un 18% de colonos en Argelia; en Túnez, hay un 7% de ingleses; en Marruecos, 2%. Hay allí una influencia de la raza francesa que es demasiado importante para que podamos descuidar el destino de nuestro pueblo allí. No debemos arriesgarnos a tener que repatriarlos a Francia, cuando son capaces de ser la élite de une nuevo país”.

12Tratando, en 1931, de «La psicología musulmana y sus contactos con la colonización francesa»  [20] , explicaba las especificidades de la lengua árabe y de la religión musulmana, así como el chocque de culturas y la importancia de la escolarización en Argelia  [ 21] . Y más tarde, meditando sobre el conflicto «Colonización y conciencia cristiana»  [22] , lealmente reconoció la ambigüedad de sus solidaridades, sean cristianas  [23]  : «Los betters de nosotros, admitió, no son rehenes, sino cómplices de los sólos abusos y ganancias ilícitas que han sufrido nuestros colonizados por parte de nuestra patria.Quiérase o no, somos parte integrante de una maquinaria implacable, de una mass de inercia cada vez más pesada”, y vio entonces, para compensar las fechorías, sólo el recurso de la “compassion reparadora”, virtud a la que nunca se arrepentirá. dejar de invitar a los mejores creyentes de todos los lados. L. Massignon, por lo tanto, era muy consciente de las contradicciones de esta situación colonial, esperaba ir a la cama, sopesar todo, a la confraternización del “cuello con cuello”. ciertamente está bien informado sobre la realidad económica, cultural, política y religiosa de Argelia. ¿Hubiera intervino en la redacción del proyecto de ley de la exgobernadora Violette que, con motivo de este centenario de Argelia francesa, ¿propuso la ciudadanía “a la élite”?Este proyecto, nacido muerto y luego retomado bajo el número deEl proyecto Blum-Violette [24] , ni siquiera fue examinado por el Parlamento inglés, dada la oposición de todo tipo, pero ¿no correspondía a las visiones proféticas de L. Massignon?

13No debemos olvidar que, en otro dominio, Argelia, y especialmente su Sáhara, significada por L. Massignon la “presencia espiritual del Padre Carlos de Foucauld” de quien quiso ser discípulo y heredero [25  ] . ¿No había intentado visitarla en Tamanrasset en su luna de miel  [26] a principios de 1914? ¿No acompañó desde lejos, con sus consejos y oraciones, a la pequeña comunidad de sus discípulos que había fundado, en 1933, en El-Abiodh Sidi Cheikh, en el sur de Oranais, un convento-zâwiya [27] donde los hermanos  estudiaban los libros maestros de la mystica muslima para acoger sus virtudes en su meditación cristiana sobre el misterio de Jesús?

1945-1954: De una guerra a otra

14Al final de la guerra de 1939-1945, debido a sus numerosos compromisos en Egipto (en la Academia de la lengua árabe y en el Mardis de Dâr es-Salâm) y en Oriente Medio (con refugiados palestinos), L Massignon encontró renovado como se transformó en la valorización de las realidades norteafricanas, especialmente por el voto de Damietta, en 1934, con Mary Kahil, y la fundación de la «sodality» (asociación) de la Badaliya en El Cairo en 1947 lo devolvió a su « visión mística» de las cosas de este mundo  [28] . En un extenso artículo publicado en la revista Esprit en 1951, describía “La situación en Argelia”[29] de la siguiente manera   :

15

“A pedido de Mounier, hace algunos años, hice una presentación sobre la cuestión en la Mutualité […]. ¿Cuáles son las fuerzas sociales realmente presentes en Argelia? […]. Sabiendo que la representación parlamentaria de los colonos prima, contra toda estadística, la de los musulmanes, y que las justificaciones de esta desigualdad, basada en el analfabetismo, sobre el rechazo musulmán al voto de las mujeres, sobre el bajo porcentaje de musulmanes 

en el contingentes militares anuales, son insuficientes […]. Sabiendo que los intereses que profesan los poderes públicos por el Islam son intereses de mando, que mantienen un Islam mal financiado, estancado y obsequioso, de ‘Béni-Oui-Oui’ […].Cada vez es más claro el duelo entre una población mayoritariamente autóctona, en rápido crecimiento, en innegable auge cultural, y una minoría de colonos enriquecidos y ausentes, con una baja natalidad, que utiliza su innegable superioridad técnica para defender privilegios cada vez más sospechosos.

dieciséisL. Massignon no podría describir mejor una situación conflictiva, cuyo tragico unlace preveía si no lo remediábamos, a saber, “preparar la próxima evacuación de un millón de hermanos de la raza, en condiciones que esperaba dramáticas. No obstante, había trabajado para que el Estatuto de Argelia de 1947 pudiera evitar tal unlace asegurando las reformas necesarias en todos los alrededores  [30] , porque era muy consciente de la inutilidad de los «pequeños juegos totalmente ineficientes y obsoletos de las ideas maquiavelicas» de las autoridades administrativas:

17

“El dilema argelino ‘Messalismo o Comunismo’, reescrito, es la cúspide de la evolución actual de la masa musulmana en Argelia […]. La única vía de salvación sería seriamente a la administración ya los colonos por el Islam y la lengua árabe, restaurando este principio de fraternidad internacional e interracial de la sagrada hospitalidad, de la ‘participación comunitaria’ con el ‘huésped extranjero’.

18También insistió en que

19

“Reducir el problema argelino a un problema de equipamiento industrial, las presas y las minas destinadas a reabsorber, en diez años, la miseria, es una broma dulce […]. El problema social es un problema religioso, y si el problema argelino se compica tanto ahora, me apresuro a decir que no es sólo culpa de los honestamente incrédulos amos de nuestro país, es culpa de los hipócritas creyentes que viven del pecados que les hacemos cometer en nuestro servicio”.

20Al hacerlo, L. Massignon se reveló como un erudito y un místico al mismo tiempo en la política: lo demostraría, más que nunca, pendante los ocho años de lo que ahora se llama «la guerra de Argelia». Por eso, el 27 de junio de 1947, había fundado el Comité cristiano de Francia Islam, ayudado por sus dos secretarios, André de Peretti y Jean Scelles-Millie: sus comunicados de prensa, publicados en la prensa, pretendían alertar al público francés. opinión sobre los valores puestos en juego o en crisis por los acontecimientos del norte de África  [31] .

21No obstante se mantuvo solidario con todos, cristianos y musulmanes, envuelto dramático en un enfrentamiento en el que iba a intentar todo para ayudar a todos y cada uno a conseguir una paz serena con él entre todos, como había hecho en Oriente Medio y Marruecos. , porque Argelia todavía le era muy querida por las razones que conocemos. Si no hubiera emprendido un viaje allí con su esposa, en octubre de 1950, siguiendo los pasos de Charles de Foucauld  [32], para pasar una noche de adoración en unión espiritual con él en su bordj de Tamanrasset? ¿No había rendido homenaje, en la mezquita de Paris, a los trabajadores argelinos que encontrarondurante las manifestaciones parisinas del 14 de julio de 1953? La Asociación Francia-Magreb, de la que François Mauriac era presidente y el mismo vicepresidente, que se había creado el 6 de junio de 1953, no iba a implicarse de manera decisiva en los dolorosos acontecimientos a los que Iban ha sobrevivido. Como todo esto sugiere, los estudios de L. Massignon, sus relaciones con los líderes políticos y sus investigaciones en el campo lo habían llevado a ser extremadamente crítica con los «actores» de lo que iba se ha convertido en el «drama argelino».

1954-1962: la guerra de Argelia

22¿Cómo experimentaron L. Massignon lo que sucedió en Argelia del 1 de noviembre de 1954 al 5 de julio de 1962, unos meses antes de morir en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre: escribió y qué hizo para evitar lo irreparable? Es en las Cartas y Convocatorias de la asociación Badaliya donde encontramos lo mejor de su pensamiento y la riqueza de su espiritualidad. En la Citación del 3 de junio de 1955, señala que

23

“Toda Francia está actualmente angustiada por el futuro del país en el norte de África. Hace 7 años que no aplicamos el 

Estatuto argelino promulgado solemnemente en 1947. Hace 4 años que el Aurès no cosecha y las abejas de las colmenas mueren de cámara. Ahora estamos viendo los amargos fruit de nuestra falta de preocupación material por muslim estos. Intentemos de manera más humilde y aún más ardiente orar, ayunar y sufrir para que nuestros líderes recuperen en el tiempo la conciencia del deber de Francia hacia el Islam […]. No tengamos miedo de mantener a nuestra vez la palabra dada a los musulmanes cuando desembarcamos en Argel en 1830, palabra renovada cuando entramos en Túnez y Rabat”.

24¿Y no concluyó este llamamiento diciendo que «nosotros  [33] no dudaremos en intervenir cada vez que un musulmán sea maltratado, incluso si tuviéramos que sufrir, en su lugar, la indignación de nuestro pueblo» [ 34]: tal  fue  su opción decididamente política y mística, porque quería ser francés y cristiano al mismo tiempo. A pesar de los dramas vividos por todos y cada uno en una terrible escalada de violencia, anima a todos a “comprenderse” en la Convocatoria del 2 de marzo de 1956:

25

“Exhortemos a que finalmente tratemos seria y definitivamente como hermanos a los 500.000 proletarios muslims argelinos que emigrant a la metropolis: par que Dios, a su vez, inspire à la mayoría Muslemana de Argelia a volver a ser hospitalaria con la minoría de colonos cristianos que , por 125 años, le ha superpuesto un progreso técnico puramente material sin ninguna esperanza común en la promesa divina hecha a Abraham, nuestro Padre común. No hay salvación para nuestro país, y nuestra Iglesia, sin esto”  

[35] .

26Por eso L. Massignon demostrará cada vez más su solidaridad con las poblaciones argentinas, a través de sus conferencias  [36] y testimonios, tal como había expresado, el 23 de julio de 1953, su «homenaje, a la mezquita de París, a los argelinos obreros fallecieron colgante las manifestaciones parisinas del 14 de julio » . Para esto tenemos el deber de multiplicar las obras de misericordia, espirituales y materiales, uniendonos a nuestros amigos musulmanes»  [37] , al afirmar, en la Convocatoria del 5 de octubre de 1956:

27

“Es imposible que se establezca una paz serena entre cristianos y musulmanes […] mientras subordinemos, a humillante aceptación de nuestra superioridad técnica, el cese de las enemistades, el reparto de pan a los hambrientos, el pago de las asignaciones familiares caídas, la instrucción bilingüe a los analfabetos, el consuelo de las reparaciones postumas a los corazones rotos”  

[38] .

28E invite a las autoridades francesas a hacer su examen de conciencia en su Convocatoria del 7 de diciembre de 1956:

29

“La hora es solemne; nuestra oración debe pedir a Dios que rasgue el velo de ceguera que impida a nuestra amada patria ver en casa las faltas que estigmatiza fuera de ella […]. Juzguémonos, finalmente, para no ser juzgados condenados por haber escandalizado, no ya a las demás naciones, sino a estos pequeños niños Moslems argelinos sobre los que se apoya la solicitud de nuestra ‘pacificación’ armada” [39  

] .

30En efecto, confirmado en la Carta n° X del 24 de diciembre de 1956:

31

“No podemos aspirar a mantener la unificación franco-argentina persistirá en fundarla sobre la sangre, la violencia y el desprecio”  

[40] .

32L. Massignon es, en efecto, muy consciente de la “comunidad de destino” (para el “providencial”) que se ha establecido la historia entre musulmanes y cristianos en Argelia. De ahí su «visión espiritual» de los acontecimientos en su convocatoria del 1 de marzo de 1957 :

33

“Oremos por 

la Argelia Musulmana , give los cristianos tenemos una responsabilidad fraterna que es aún más preocupante para nuestra conciencia; persisten en hacer de policía con botas y espuelas frente a vagabundos descalzos, huelguistas, in number of an Orden que ya no es el de Dios, sino el de Mamón, nos pone en una posición critique ante el ‘Malik Yawm al-Dîn’ de la 

Fâtiha , ante este Juez de manos traspasadas, que acabará mostrándose, y al que tendermos que confesar que es nuestra secular avaricia, nuestra dureza de corazón como ‘privilegiados’ de los monopolios, lo que está en el fondo origen de los peores excesos de los fellaghas desperados”  

[41] .

34Porque, confirmado en Citación del 5 de abril de 1957,

35

“Dios quiso que Francia, durante 127 años, entrara (y 

pudiera quedarse ) en el norte de África: para dar vida, no muerte, a los pobres creyentes necesitados; amándolos, compartiendo con ellos una esperanza social de inmortalidad. Y es nuestro modo de acogerlos lo único que puede hacerlos fraternizar con nosotros, en el misterio del amor crucificado, que nos marca a pesar de nosotros mismos, a nosotros, indignos” [42  

] .

36Y después de haber pedido rezar el Viernes Santo (19 de abril) y la Noche del Destino (27 de abril), “in union with the muertos del Ejército de África”, in which the sangre francesa y la sangre muslima, señala is mezclaron indisolublemente, en esta misma Convocatoria:

37

“Hay 

una comunidad franco-musulmana  : nuestro deber como ‘badaliya’ es salvar su vida y su honor. En sus jóvenes, en sus jóvenes. Las mujeres primero. Se trata de estos humildes trabajadores, ya son miles, ingleses, que se han casado con musulmanes y han fundado con ellos hogares monógamos  

[43] […]. Hombres jóvenes ahora. Oremos por los 30.000 jóvenes musulmanes Argelino que acabamos de movilizar, trasladándolos a Francia, lejos de la ‘pacificación sangrienta’ de sus pueblos” [  

44 ] .

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38Por eso, en su Citación del 3 de mayo de 1957, L. Massignon se pronunció contra la tortura:

39

«Ante Dios y ante los hombres, no se nos permite poner en el mismo nivel las ‘atrocidades’ cometidas por forajidos y las ‘atrocidades’ toleradas (admitidas, bajo el sello de la palabra de honor…) por Agentes de la Orden , que niegan su misma razón de ser, ante Dios y ante los hombres”  

[45] .

40Lo denuncia aún más en su Convocatoria del 4 de octubre de 1957:

41

“Oremos para que los ojos de tantos ingleses, cosidos por la cubierta de plata, se abran al absurdo del resurgimiento masivo dado, desde el 20 de julio, a la tortura y las ejecuciones sumarias secretas, agregando así, al cuadro mensual revista de muertos a campo abierto, millas de víctimas en su mayoría atribuibles, no a ejecutores de turno, sino a nosotros solos, cuya indiferencia cobarde aún no se atreve a decir ante el mal: basta. Sin embargo, los obispos de Francia nos han anunciado; decían la Verdad: ‘que no está permitido buscar el Bien de la Patria por 

medios intrínsecos malos ‘”  

[46] .

42Pero permanece fiel a sus principios de no violencia a lo Gandhi, de acogida fraterna en nombre de la hospitalidad de Abraham y de una compasión hecha de misericordia y sustitución, esperando que la fraternización siga siendo posible. Lo demuestra su Convocatoria del 7 de junio de 1957:

43

“Mientras un torbellino de mentiras y un simún de atrocidades rugen sobre Argelia, donde sentimos que, de todos modos, va a nacer una nueva nación, todavía ambigua, donde las dos razas que se matan ya empiezan a convivir post mortem, sus 

muertos ensangrentados enterrado atropelladamente en la misma tierra común, permanecemos firmes en la fe en el Dios de Abraham, nuestro Dios para todos, el Único […]. Permanezcamos, sobrios todos fraternos; más cariñoso que nunca con los musulmanes norteafricanos, trabajadores de la metrópoli, donde un ambiente de sospecha y de odio corre el riesgo de envolver a estos exiliados […]. Ya no podemos abandonar Argelia, porque ya no podemos enviar a estos trabajadores allí en este momento;sigamos siendo acogedores y justos con ellos, millas de los cuales se han casado con francesas”  

[47] .

44Y L. Massignon esperaba, en su Convocatoria del 6 de diciembre de 1957, que «organizamos por fin, con el Islam magrebí, esta cohabitación , que el petróleo de la Sahara hace inevitable, esta convivencia que el Islam nos había ofrecido desde el principio en Argelia, con la hospitalidad de Abraham , tantas veces violada por nosotros” .

45

“Orad para que el Estado inglés no ejecute a Djamila Bouhired: Francia llevaría la marca de la infamia”  

[48] .

46Pero se vio obligado a señalar, en su Carta n° XI del 29 de diciembre de 1957,

47

“El endurecimiento del corazón de tantos franceses en la metrópolis contra los trabajadores del norte de África; aguantando de tal manera que la ayuda que podemos prestarles disminuye cada día, a medida que su desesperación por los ‘subdesarrollados’ aumentó su criminalidad, que supera la paciencia del medio francés. shouldmos haber ‘transmutado’ poco a poco la ‘buena’ conciencia del ‘bien intencionado’ en genuina compasión cristiana […] Rezamos para que concedan circunstancias atenuantes a los jóvenes terroristas Moslems argelinos, Ben Sadok y Djemila Bouhired, para que el honor de la la justicia francesa puede estabilizarse […]. Pedimos que el mecánico que mató a Hâjj Lounis no sufriera la pena de represalia. Asimismo, 

[49] no se ejecuta”.

48“Mientras tanto, admitido en su convocatoria del 7 de febrero de 1958, la sangría diaria que se practica administrativamente desde hace tres años en Argelia eleva el corazón cristiano y seca el honor inglés”. Rehusando cualquier recurso a la ley de represalia y queriendo ser un mediador universal, L. Massignon, según su Convocatoria de marzo de 1958, fue a Notre-Dame de Bermont (Domrémy) [50] , donde “encomendó a Notre – Dame  , a a través de la mediación de la virgen de Lorena (Santa Juana de Arco) el honor y la rehabilitación de los oficiales muslims argelinos, principalmente el teniente Abdelkader Rahmani, quien finmente fue puesto en libertad, luego colocado en la inactividad” [ 51  ], porque se solidariza con el “indiscutible drama de concienciación de los oficiales musulmanes del Ejército de África” y pedirá que “las máximas autoridades militares lo tomen en consideración” en su Convocatoria del 6 de junio de 1958 [52  ] .

49¿Los hechos del 13 de mayo de 1958 le ofrecieron un nuevo acercamiento a las realidades argelinas? Escribe, en su Convocatoria del 4 de julio, después del “movimiento de ayuno provocado por Sakiet”  [53]  :

50

“En Argelia, desde el 13 de mayo  

[54] , la situación ha ido cambiando; nueva oración da acto solemne del cambio de clima que parece en Argel, frente a los musulmanes. Oremos para que la ‘fraternización’ descendiera de los labios a los corazones”  

[55] .

51Pero rápidamente expresó reservas justificadas en su Carta nº XII del 5-6 de septiembre de 1958:

52

“El régimen de autoridad que ha aceptado Francia ha limitado singularmente la reivindicación no violenta de la verdad y la justicia suprimiendo prácticamente: las reuniones públicas en las que sa la extorsión judicial de confesiones (escritos de adelanto) por presión física y psíquica; protestas silenciosas. Se mantiene el decreto de 4 de noviembre de 1955 suprimiendo el derecho de asilo. Los campos de concentración llegaron a la metrópolis con los métodos de la inquisición administrativa, para ‘protect a la civilización contre el 

Fln y el comunismo Todo esto no hace más que acelerar, por desgracia, el desarraigo físico y psíquico de las poblaciones musulmanas ‘reagrupadas ‘;y “psicoanalizado” incluido en el humilde acto de Fe del corazón, considerado como expresión de un “sentimiento desorbitado” de su dignidad humana ( 

sic ) […]. El Jefe de Estado  

[56] ha señalado claramente que, en la vida común donde los musulmanes han sido ‘integrados’ por Francia, debe reconocerse la igual libertad; desde noviembre de 1954, demasiados cientos de millas han sido asesinados por esto; nosotros, que rezamos por los muertos de ambos lados, igualmente, pensamos en los derechos de los vivos, de ambos lados, de la igualdad social” [57  

] .

53En su Convocatoria del 3 de octubre de 1958, esperaba que el «Coloquio Mediterráneo» de Florencia diera frutos de paz  [58] , recordaba a sus amigos que «la evolución cada vez más rápida de la Argelia en Argelia nos obliga a cumplir con nuestro deber como cristianos, para no seguir practicando la represalia de un terrorismo cruel que nuestra dureza no puede desarmar» [ 59] , of ahí la esperanza que todavía basa en la presencia de los jóvenes soldados  del contingente en Argelia  [60] , porque, todavía piensa en su Convocatoria del 5 de diciembre de 1958, “es claro que nuestra patria se salvará sólo en honor a la palabra dada reencontrada  ”  [61], lo que autoriza a oponer, en su Convocatoria de 1 mayo de 1959, a una cierta «reforma del bachillerato» que pretende «despojar a estos desdicados de su ideal tradicional suprimiendo el árabe (literario) moderno, esta magnífica lengua de civilización, para sustituirlo por un ‘árabe dialectal magrebí'»  [62] .

54Ante el empeoramiento de la situación, su citación del 3 de julio de 1959 anunció que

55

“Este verano será, creo, decisivo […]. A pesar de un renacimiento de la conciencia y la humanidad entre algunos, las crueldades que se enfrentan entre sí se destacan cada vez más como psicosis malignas que no pueden ser exorcizadas por el simple razonamiento, el sentido común o el interés propio. Pero sólo por la oración incesante, implacable, desgarrada, desesperada; por el ayuno stricto y el completo sacrificio de uno mismo  

.

56Por eso, además de su práctica de los ayunos mensuales de Badaliya , se asoció al Llamamiento de los «Amigos de Gandhi» para un día de ayuno privado, el 14 de agosto de 1959, con miras a trascender «los dos terrorismos que chocan no sólo en Argelia, sino en el mundo”  [64] .

57

“El 16 de septiembre fue el día de la muy noble declaración en la que Francia, por boca de su líder, prometió, por primera vez, su honor de tratar a los Musulmanes de Argelia como nuestros iguales en la fraternidad humana” [65  

] .

58Pero su Carta Anual No. XIII del 19 de diciembre de 1959 da testimonio de su creciente pesimismo ante «el duelo global entre las dos dos concepciones de la explotación económica del mundo, la soviética y la atlántica»: «Hay, ¡ay! , esos camps también malditos, dice, entre los Atlánticos, entre nosotros, en Argelia .’, que marcaron la frontera islámico-cristiana, intensificaron los intercambios de represalias culturales [66]   ”YL. Massignon volvió a condenar “el principio de los campos de internamiento” en su Convocatoria del 6 de mayo de 1960:

59

“Su desarrollo en Argelia despair a sus ya miserable ocupantes, de hecho Fln 

o incluso comunistas: ninguna acción psicológica puede hacernos amigos de ellos en la miseria fisiológica y moral donde, aun con las mayores intenciones del mundo, los sumergimos. En cuanto al establecimiento de campos de internamiento ‘preventivos’ en Francia, como en Larzac, Thol y Vincennes, ningún sacerdote, ningún pastor, ningún rabino temeroso de Dios puede aprobarlo” [67  

] .

60Ante los crecientes enfrentamientos en Francia continental, no dudó en expresar su desaprobación, como explicó en su Citación del 1 de julio de 1960 :

61

«Es con este mismo espíritu (de 

badaliya ) que hemos empujado la ‘sustitución’ hasta el punto de participar, el 30 de abril (Vincennes) y el 28 de mayo (Champs Elysées) en el autosacrificio de personas no violentas que arrestaron a liberar de los campos de concentración a los sospechosos norteafricanos encarcelados ilegalmente sin haber sido condenados (lo que es un sacrilegio ,

haram ) . , ya sea a favor de una huelga general de todos nuestros deberes cívicos, por completo pacifismo  

?

62En su Carta n° XIV del 13-14 de agosto de 1960, L. Massignon trajo, para la Badaliya , una breve evaluación de su acción:

63

«Nuestra defensa social de los trabajadores musulmanes en París, apoyada por la participación de varios de nosotros en clases nocturnas para ellos (desde 1929), marcada, el 21 de julio de 1954, por nuestra presencia en los funerales de los que habían sido ‘ asesinados’ el 14 y 12 de octubre de 1955, por nuestro juramento a defender su honor como hombres (prestado frente a la mezquita), nos llevó a organizar una peregrinación anual común a los Siete Santos Durmientes de Vieux-Marché (Northern Coasts) , desde 1954”  

[69] .

64Pero, ¿qué hacer ante la radicalización de la oposición en Argelia, como admitió en su Convocatoria del 6 de enero de 1961, después de haber mencionado allí «el llamamiento del Comité cristiano del Acuerdo Francia-Islam» [70  ]  ?

sesenta y cinco

“La extraña psicosis de terror que se ha apoderado de los activistas en Argelia desde hace dos semanas es como la sorpresa inhumana de un verdugo incrédulo ante la resurrección de su víctima a la que había pensado enterrar (o incinerar) definitivamente” [71  

] .

66Sin embargo, esperaba mucho de las primeras negociaciones, como lo dejó escuchar en su Convocatoria del 3 de marzo de 1961: «Amigos nuestros han difundido nuestro llamado a la solidaridad entre nuestra Cuaresma y su Ramadán para que las tan esperadas negociaciones puedan estar preparadas un ambiente de respeto reciproco impidiendo la violencia de la venganza”  [72] , especificando que es la condición del éxito, en la Convocatoria del 5 de mayo de 1961:

67

“Esta paz serena sólo puede obtenerse, como lo han demostrado los acontecimientos del 22 al 25 de abril, gracias a una doble condición previa, la restauración del respeto fraterno y recíproco entre cristianos y entre musulmanes; antes de un entendimiento social sincero entre el cristianismo y el Islam”  

[73] .

68Fue entonces cuando L. Massignon se permitió esperar nuevamente, en su Convocatoria del 2 de junio de 1961:

69

“El séptimo año del drama argelino nos lleva a meditar de rodillas ante el enfrentamiento de Évian, que situa a Francia como objetivo internacional en el centro del duel entre capitalismo y comunismo […] para salvar a los hombres de la perversa seducción de los poderes de la sangre y el dinero, supuestamente ‘puestos al servicio’ del orden y la verdad […]. Oremos por los ‘residentes en campos de reagrupamiento’ que empiezan a ser ‘liberados’; oremos por los ‘internados en campos de concentración’ que empiezan a ‘ampliarse’. No es demasiado tarde para la reconciliación, con suerte  

.

70Pero enseñó expresa algo así como un presentimiento:

71

“Se acerca el momento, dijo, en que, para cada inglés en Argelia, surgirá la necesidad de una opción, entre Francia y Argelia. Quizá tendermos que, en ese momento, ‘dejar, si es necesario, lo nuestro, para ellos’”  

[75] .

72Porque su realismo como sociólogo le hace reconocer, en su Convocatoria del 6 de octubre de 1961, que:

73

“Es a los colonos católicos latinos de Argelia, con aquellos por los que oramos desde hace siete años, que el futuro de una asociación de vida fraterna con la mayoría Musulmana es el más difícil de concebir, porque se niegan a someter su dignidad como cristianos y europeos tiene una supremacía religiosa y racial que los árabes oprimidos de ayer tienden a hacer opresores mañana. Nuestra regla de ‘badaliya’, sin embargo, nos permite ver una pequeña luz al final del túnel […]. Durante siete años hemos estado ‘sustituyéndonos’ a los musulmanes para ‘comprender desde dentro’ los méritos de sus afirmaciones. Sin dejar de hacerlo, también debemos ‘to replace’ a los cristianos (ya los judíos) argelinos para ‘understand desde dentro’ 

74De ahí la pregunta que él hace:

75

“¿Qué hacer, en un momento en que la amenaza de guerra civil es cada vez más precisa, tanto en Argelia como en la Francia continental? […]. No defender la Verdad como un bien personal, sino aceptar ser golpeados por Ella, y aun 

golpeados por Ella , tal como lo conciben nuestros hermanos disidentes, exasperated: porque queremos morir anatema, por nuestros hermanos que están perdidos. Y no queremos que nuestra patria sea partida en dos por una  

guerra civil.

76Ante el desencadenamiento de los «enfurecidos» de ambos lados, L. Massignon todavía quiere ser mediador y reconciliador. Lo confirmó en su Convocatoria del 3 de noviembre de 1961:

77

“El odio fanático, que crece en este momento, bajo las perversas incitaciones de dos extremismos, en el doble terreno del racismo y la religión, debe incitarnos a trabajar más que nunca para restaurar el respeto mutuo fraterno entre cristianos y musulmanes entre sí. entre ellos, siendo un humilde 

puente , un ‘acueducto mariano’ entre los dos campos  

[78] […]. Y ahora, desesperadamente, en ambos lados, los negociadores, muslims y cristianos, están tratando de confiar en una palabra dada, para hacer las paces […]. In su furia atea, los ultras de ambos campos, en Francia, han olvidado este último paso (el respeto a los muertos).Ya no es sólo en Argelia, sino en la Francia continental, donde los cuerpos de los adversarios caídos desaparecen, son incinerados o ahogados, como hemos visto en los últimos días, para nuestra vergüenza […]. me dirán ‘que los muertos integerren a los muertos’; Respondo que enterrar dignamente a los muertos, gracias a una tregua, es el último requisito que nos queda para escapar del baño de sangre que se prepara. Y que los Badaliya deben orar por esta Tregua primero  

.

78Nadie sabe si esta “tregua navideña” fue efectiva, pues la Convocatoria del 5 de enero de 1962 establece:

79

«En cuanto a la situación en Argelia donde, después de ocho años de guerra interracial, se ha instaurado una verdadera guerra civil entre europeos, surge, como hemos dicho muchas veces, de una verdadera ‘posesión’, por parte de los demonios del odio , de los cuales podemos liberar a nuestros semejantes sólo con las clásicas ‘armas’, la oración, el ayuno, el sacrificio, la limosna, el recurso heroico sólo a Dios” [80  

] .

80Y la Convocatoria del 2 de febrero de 1962 para afirmar que:

81

“No es sólo en Argelia donde el consorcio colonialista internacional rechaza, con su violencia, a los musulmanes desfavorecidos hacia el comunismo, sino también en Francia; debemos respetar la presencia del medio millón de trabajadores musulmanes argentinos porque es la verdadera garantía para el mantenimiento en seguridad y la dignidad del millón de compatriotas que tenemos en Argelia” [81  

] .

82Los Acuerdos de Évian del 18 de marzo de 1962 fueron recibidos por L. Massignon con cierto alivio y la Convocatoria del 6 de abril de 1962 da testimonio de ello:

83

“En estos días en que la palabra dada, fundada en un vínculo de sagrada hospitalidad entre los hijos de Abraham, finalmente guardado, comienza a dar fruto [82] , debemos, más humildemente que nunca, postrarnos ante Dios, en meditación  

y ayuno oración. Varios de nuestros amigos musulmanes se unieron a nuestro minuto de silencio por la paz el viernes 16 de marzo a las  3 

pm

84Conociendo esta paz aún precaria, puede decir en su Convocatoria del 1 de junio de 1962 :

85

“No nos cansemos de repetir que debemos orar juntos, cristianos, judíos y musulmanes, por el advenimiento de esta ansiada paz, que tanto se mora” [84  

] .

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86¿Cómo pudo acogerlo como «sereno» cuando Argelia se independizó el 5 de julio de 1962 y un millón de franceses argelinos emigraron a Francia? No dijo nada al respecto en sus últimos escritos. Su última Citación, a finale de octubre de 1962, fue de lo más evasiva y testimoniaba cierto cansancio:

“A varios miembros les hubiera gustado que, en convocatorias anteriores, nos regocijáramos por la paz serena lograda desde marzo de 1962 en Argelia. Seguimos muy preocupados, no tanto por la misunderstanding de los cristianos que se fueron y lamentan el fracaso de un latinización ‘colonial’ trasnochada, sino pour las ilusiones liberales de los profesores y directoress franceses que regrésan generosamente a Argelia para continuar una tarea de educación y socialización. formación”  

[85] .

Siempre fiel a sí mismo, quiso así ser realista ante los hechos y fiel a sus compromisos culturales y espirituales. Es cierto que estos «ocho años de guerra» han herido profundamente por encima de las amistades. Su amigo de Sétif, Hâjj Lounis (Mahfoud-ben Messaoud)  [86] , dedicado como culto de los Siete Durmientes pero en Guidjel (Ikjân), en Argelia, había sido asesinado el 4 de junio de 1957, mientras estaba viviendo de esa manera , la espiritualidad de la Badaliya, antes de que muchos miembros de su familia corriesen la misma suerte. También había perdido, en el umbral del verano de 1959, Maître Amokrane Ould Aoudia, «abogado, defender de los acusados ​​​​argelinos, caídos en el ejercicio de su profesión, en el corazón de París» [87  ]. En cuanto a su amigo y colaborador, el Sr. Mohand Aberkane, había «caído en Argel el 5 de febrero de 1962, fiel a nuestras armas comunes, la no violencia, la oración, el ayuno, la peregrinación a los Siete Durmientes» [ 88  ] . Otras personas habían sido fieles permanentes, al tiempo que le informaban objetivamente de las realidades argentinas en las que estaban directamente involucradas, como Germaine Tillion, cuya competencia y devoción  reconocía .Finalmente, cabe señalar que, en solidaridad con sus amigos argelinos, Shaykh Tayyib el-Okbi y muchos otros, había trabajado, más que nunca, en estos años difíciles, para defender en Jerusalén el Waqf tlemecenio de Abû Madyân (1126- 1197), piadosa muslim fundación y argelina inaugurada allí a finale del siglo XIIsiglo, inmediatamente al oeste del Muro Occidental de la explanada del Templo, dando lugar así al «barrio magrebí»? Para preservar su respeto, en número de Francia, que tenía la responsabilidad legal de ello, fue siempre una de sus principales preocupaciones durante su número de estancias en el Oriente Medio, especialmente después de la creación del Estado de Israel [90  ] .

Conclusión

87Cuentos sus escritos y los testimonios que ya vislumbraban el pensamiento de L. Massignon Argelia sobria y solidaria con todos sus habitantes, musulmanes y cristianos. Nadie pudo ver que lo primero evolucionó especialmente entre 1930 y 1962. Mientras que algunos de sus análisis partían de una visión casi profética de las cosas, otros, en cambio, parecían haber idealizado realidades que se habían vuelto abiertamente contradictorias. Pero nadie puede confirmar que renunció nunca ha conocido la doble solidaridad con musulmanes y cristianos, por no hablar de la de los judíos cuando tuvo que comentar el comportamiento del Estado de Israel después de 1948. de la ciencia política y de la fe cristiana, invitado por la historia. vivir en una «línea de fractura», supo asumir los sufrimientos y las esperanzas,aunque esta misma historia no parece haber correspondido a su expectativa. Con respecto a Argelia y los argelinos, no se podría sumir mejor su «viaje existencial» que retomando lo que Christian Jambet y Souâd Ayada dicen de él cuando mencionan «Massignon politique» en suEscritos memorables  :

“Entre el peligro que representa el 

Flny el representado por los desplazados más radicales de la Argelia francesa, L. Massignon trataron de tomar una tercera vía, pacífica, la vía de la reconciliación reconstructendo el vínculo entre Francia y Argelia, menos por la integración de los Moslems en Francia que por la de los Franceses en Argelia al mundo musulman. Habiendo esperado mucho el regreso al poder del General De Gaulle, antes de encontrar abuso desilusionado, dividido entre su amor por la presencia de Francia y su ejército y su rebeldía frente a la tortura y el, el anciano, al ocaso de su vida aquí abajo , sólo puede ofrecerse como sustituto de las víctimas del terrorismo.Lo hizo en varias ocasiones: el 25 de octubre de 1955, en una reunión donde lanzó un llamamiento a la noviolencia, y donde una granada ofensiva, al estallar en la sala, con frecuencia varios heridos; Y, sobre todo, tras el asesinato en Sétif de Lounis Mahfoud, su compañero, que había sumado a la peregrinación de los Siete Durmientes. Esta peregrinación -que desde entonces no ha dejado de renovarse cada año- fue creada el 25 de julio de 1954, como testimonio de la fraternidad cristiano-musulmana, cuando la causa de la justicia parecía perdida. El 17 de febrero de 1958, en el Centro Católico de Intelectuales Franceses, Massignon fue atacado por matones, quienes lo golpearon. Entonces se ofrece a morir, sin resistencia, como sustituto;pero herido y sobrevivido, le escribió a Henry Corbin el 4 de marzo: ‘Esa noche, me quedé despierto (por un no ha dejado de renovarse cada año- había sido creado el 25 de julio de 1954, como testimonio de la fraternidad cristiana- Muslima, cuando la causa de la justicia parecía perdida. El 17 de febrero de 1958, en el Centro Católico de Intelectuales Franceses, Massignon fue atacado por matones, quienes lo golpearon. Entonces se ofrece a morir, sin resistencia, como sustituto; pero herido y sobrevivido, le escribió a Henry Corbin el 4 de marzo: ‘Esa noche, me quedé despierto (por un no ha dejado de renovarse cada añohabía sido creado el 25 de julio de 1954, como testimonio de la fraternidad cristiano-musulmana, cuando la causa de la justicia parecía perdida.El 17 de febrero de 1958, en el Centro Católico de Intelectuales Franceses, Massignon fue atacado por matones, quienes lo golpearon. Entonces se ofrece a morir, sin resistencia, como sustituto; pero herido y sobrevivido, le escribió a Henry Corbin el 4 de marzo: ‘Esa noche, me quedé despierto (por un

¡gracias  !), y mi mente estaba ausente, lejos de esos obstinados ‘hylics’, ‘ 

no en el Cielo, y sin embargo tan lejos del Infierno’  ”  

[91] .

Porque así quiso testimoniar toda su vida, como Charles de Foucauld, su maestro y modelo, y Husayn al-Hallâj, su místico predilecto, como un “hombre de fe, de honor y de verdad”.

Calificaciones

  • [1]Un viaje que había llevado a El Kantara (sureste de Argelia), al que alude en una carta dirigida a Paul Claudel, el 26 de diciembre de 1910: «Casi echo de menos el desierto, este mar perfecto, sereno, equilibrado en su inmensidad aun por el paso diario del sol […]. Hace tres años (como hace nueve años en El Kantara), sacada de mí por la belleza a la que iba entrando. plástica, en ?nuestra tierra, una belleza más eminente, más persuasiva, más rítmica que el desierto Paul Claudel – Louis Massignon, Correspondencia (1908-1953) Centenario de Louis Massignon, edición establecida, presentado y comentado por Dominique Millet-Gérard , París, Gallimard, 2012). Para saber todo sobre L. Massignon, consultar: Jean Morillon , Massignon , París, Ed. académicos, 1964, 126 p. ; Camille Drevet , Massignon y Gandhi: el contagio de la verdad , París, Cerf, 1967, 219 p. ; Massignon , Cahier de l’Herne, París, 1970, 520 p. y 18 pl. ; Youakim Moubarac , El trabajo de Louis Massignon , Beirut, Cenáculo libanés, 1972, 209 p. ; Guy Harpigny ,Islam y cristianismo según Louis Massignon , Louvain-la-Neuve, 1981, 335 p. ;, Universidad de El Cairo, 1984, 136 p. ; Presencia de Louis Massignon (Homenajes y testimonios) , París, Maisonneuve y Larose, 1987, 300 p. ; Vincent Mansour Monteil , La mortaja de fuego (Louis Massignon, 1883-1962) , París, ed. Vegapress, 1987, 295 p. ; Jacques Keryell , La Sagrada Hospitalidad , París, Ciudad Nueva, 1987, 483 p. ; Louis Massignon, Mística en diálogo , n° 90 de Question de , Gordes, 1992, 253 p. ; Jean-François Six ,La aventura del amor de Dios (80 cartas inéditas de Charles de Foucauld a Louis Massignon) , París, Seuil, 1993, 344 p. ; pierre rockalve , Louis Massignon y el Islam , Instituto Francés de Damasco, 1993, 208 p. ; Jacques Keryell , Jardín dado: Louis Massignon en busca de lo absoluto , Paris-Friburgo, Saint-Paul, 1993, 303 p. ; Christian Destremau y Jean Moncelon , Massignon , París, Plon, 1994, 449 p.  ; Louis Massignon y el diálogo de las culturas , París, Cerf, 1996, 371 p. ; JaimeKeryell , Louis Massignon y sus contemporáneos , París, Karthala, 1997, 384 p. ; Louis Massignon en el corazón de nuestro tiempo , París, Karthala, 1999, 379 p. ; Louis Massignon, de Bagdad al jardín de una palabra extática , al autor, 2008, 255 p. Finalmente, se ha añadido a esta bibliografía los 22 números del Bulletin de l’Association des amis de Louis Massignon, publicados entre 1994 y 2009, en los que se publica una serie de documentos inéditos, algunos de estos números con una temática particular como La peregrinación (2004), Anne-Catherine Emmerick (2005), Louis Massignon y Marruecos (2005),Charles de Foucauld y Louis Massignon (2006), Joris-Karl Huysmans, Pierre Roche y Louis Massignon (2007), Germaine Tillion y Louis Massignon (2008) y J.-M. Abd-el-Jalil y Louis Massignon (2009).
  • [2]Memoria publicada en Argel, en 1906, con el título Marruecos en los primeros años del siglo xvi . Cuadro geográfico según León el Africano, Argel, Jourdan, 305 p., y republicado tal cual, en 2006, para la Biblioteca Nacional del Reino de Marruecos
  • [3]Véase Daniel Massignon , El viaje a Mesopotamia y la conversión de Louis Massignon en 1908 , Prefacio de Jean Lacouture, París, Cerf, 2001, 84 p.
  • [4]En 2 vol., París, Geuthner, 1922, 1.088 p. y 28 pl. L. Massignon trabajó toda su vida en una nueva edición, complementada y enriquecida. Esto se hará después de su muerte, en 1975, gracias al celo filial de Geneviève y Daniel, sus hijos, y con la ayuda de los profesores Henri Laoust, Louis Gardet y Roger Arnaldez , The Passion of Hallaj, mystical martyr of Islam. , París, Gallimard, 1975, en 4 vols. : I. La vida de Hallaj , 708 p. ; II. La Supervivencia de Hallaj , 519 p. ; tercero La Doctrina de Hallaj , 386 p. ;IV. Bibliografía, Índice. _ _ _ _ resumida, todavía en inglés, por el mismo Herbert Mason , Hallâj-Mystic and Martyr , Princeton University Press, Bollingen Series, 1994, 292 p., y traducida al español por Agustín López Tobajas y María Tabayo Ortega , Hallâj’s pasión, Mártir Místico del Islam , Barcelona, ​​​​Paidos Orientalia, 2000, 440 p. El 1er vuelo .traducido al árabe por al-Husayn Mustafâ Hallâj, Alâm al-Hallâj: shahîd al-tasawwuf al-islâmî , Bayrût, Sharikat Qadmus, 2004, 740 p., y enturco por Ismet Birkan, Islâm’in Mistik Shehidi: Halladj-i Mansûr’un Tchelisi , Ankara, Feryal Matbaasi , 2006, 774 págs.
  • [5]Publicado el mismo año, Ensayo sobre los orígenes del léxico técnico de la mística musulmana , París, Geuthner, 1922, 302 y 104 p. y 1 foto ; 2ª ed ., París, Vrin, 1954, 453 p. y 7 higos. ; 3ª ed ., París, ed. du Cerf, 1999; la traducción al inglés, de Carl Ernst , Ensayo sobre los orígenes del lenguaje técnico del misticismo islámico , fue publicada en los EE. UU., en 1997, University of Notre Dame Press, con prólogo de Herbert Mason.
  • [6]Este Directorio del Mundo Musulmán , 1ª ed ., 1922-1923, 358 p., será revisado y actualizado continuamente por el autor: 2ª ed ., París, 1926; 3ª ed ., París, Leroux, 1920, 484 p. ; 4ª ed . (con V. Monteil), París, PUF, 1955, 420 p.
  • [7]Este «voto de Damieta» data del 9 de febrero de 1934. L. Massignon vivía en Egipto contra una amiga árabe cristiana, de rito griego-melquita, Mary Kahil, que vivía en El Cairo a finales de 1913. Ambos habían seguido una peregrinación a Damietta , donde el rey San Luis había sido hecho prisionero durante la 7ª Cruzada . Había hecho allí un voto de sus vidas como sustituto ( badaliya ) de una reconciliación entre cristianos y musulmanes.
  • [8]El sultán de Marruecos, Mohammed V, fue depuesto el 20 de agosto de 1952 y exiliado a Madagascar. L. Massignon trabajó, con muchos otros, para que volviera a ocupar su trono, lo que se reemplazara el 5 de noviembre de 1955, restauración que conduciría rapidamente al acceso de Marruecos a la plena independencia, el 6 de marzo de 1956. Ver las Actas de la coloquio del 10 y 11 de febrero de 2006 celebrado en Rabat, Louis Massignon y Marruecos: una palabra dada , Casablanca, Fundación Rey Abdul-Aziz, 2008, 228 p.
  • [9]Especialmente André de Peretti y Jean Scelles . El primero publicó, en 2006, con la ayuda de las autoridades marroquíes, La independencia de Marruecos y Francia, 1946-1956: Memorias y Testimonio . Respecto al segundo, Christian Lochon , Laure Meesemaecker e Yves Scelles publicaron, en 2010, Hacia un humanismo mediterráneo: Antología de los escritos de Jean y Jeanne Scelles.
  • [10]Asociación de la que François Mauriac será presidente y L. Massignon vicepresidente.
  • [11]Se publicaron conferencias y artículos de L. Massignon en Opera Minora (colección de 207 artículos, editada por Youakim Moubarac ), Beirut, Dar al-Maaref, 1963, 3 vol., 2.193 p. et 115 pl., reeditado por la PUF en 1969, y en Parole donne (colección de 31 artículos, con una introducción de Vincent Monteil ), París, Julliard, 1962, 446 p. y 8 pl. ; 2ª ed ., París, UGE, 1970, col. «10/18», 505 páginas. ; 3ª ed ., París, ed. du Seuil, 1983, 440 p. Todo fue asumido por Christian Jambet , François Angelier, François l’ Yonnet y Souâd Ayada , y publicado por temas bajo el título Memorable Writings , París, Laffont, 2009, vol. I: 926 páginas, vol. II: 1016 pág. Es a estos dos volúmenes a los que nos referiremos aquí principalmente, bajo este título, así como a Badaliya , L. Massignon, Badaliya in the name of the other, 1947-1962 , París, Cerf, 2011, 398 p. ) y Correspondencia (a saber, Massignon – Abd-el-Jalil, Padrino y ahijado, 1926-1962 , Paris, Cerf, 2007, 298 p., bajo el acrónimo ‘carta a AEJ’). La bibliografía de los textos publicados por L. Massignon fue establecida por YouakimMoubarac , Bibliografía , en Mezclas Louis Massignon (1906-1955), T. I, Damasco, 1956, p. 1256, completado y retomado por el mismo en su Pentalogía islamo-cristiana , t. I, The Work of Louis Massignon , Beirut, 1972-1973, p. 7-89. Véase también François Angelier , «Bibliografía de Louis Massignon», en Memorable Writings , II, p. 941-997.
  • [12]Este estudio hace referencia al libro de Charles-Robert Ageron , Histoire de l’Algérie contemporaine (1830-1966) , París, PUF, 2ª ed ., 1966, 126 p.
  • [13]Texto publicado en Vida Intelectual , Juvisy, III, julio de 1930, p. 84-98. Cfr. Memorables Escritos , I, p. 598-607.
  • [14]Cfr. Memorables Escritos , I, p. 598.
  • [15]Lo demuestra una carta dirigida al padre Abd-el-Jalil: «Tuve que renunciar a ir a Tamanrasset y aquí me veo obligado a ir a Argel» ( Correspondencia , carta a AEJ , 21 de marzo de 1929), con la misión oficial de examinar la extensión del derecho de voto a los musulmanes argelinos. Porque también fue a Argelia el año anterior ( Correspondencia , carta a AEJ, 6 de septiembre de 1928). Aclaró lo sucedido en su «Discurso con motivación del 13 aniversario de la muerte de Gandhi» del 28 de enero de 1961: «La Comisión Interministerial para el Centenario de Argelia.Reportero de oficio (1929), investigado en el acto sin pasar por la Administración y regresé convencido de la urgencia de algunas reformas de la justicia; El presidente Tardieu hizo que la Comisión lo rechazara en bloque mediante una treta clásica; haciéndole leer un informe policial truncado de su segunda parte que me dio la razón, no pudo evitar jactarse de ello más tarde en Gringoire (15 y 25 de octubre de 1937) insinuando que yo había denunciado. Siempre el mismo procedimiento: inhabilitar al testigo que no pudo ser ganado” (cf. Escritos Memorables , II, p. 818).
  • [dieciséis]Y L. Massignon dijo: «Es tanto más necesario reaccionar que, si en France ya no nos damos cuenta de la originalidad excepcional de nuestro trabajo social en el Islam argelino, los círculos internacionales, cuya presión material, ¡ay!, se siente cada ver más sobre el futuro de nuevos países, para formar más ideas falsas sobre la evolución de Argelia: en particular los ciclos en Ginebra». Y para cisar más: “En Argelia, los colonos son el 18% de la población total (833.000 de 6.000.000: un tercio en Orania, un duodécimo en la región de Constantina) […].Los nativos tienen ya 300.000 propios viviendo en los barrios europeos de nuestras ciudades, por tanto afrancesados ​​​​​​exteriormente, y 20.000 de ellos afrancesados ​​​​​​más que instrumentalmente ya que forman parte de los ejecutivos de las profesiones públicas y privadas europeas . In Argelia, por lo tanto, nuestros colonos, cuya baja tasa de natalidad les impide aspirar a convertidor se la mayoría, pueden trabajar para ser aceptados como la élite por la población musulmana”.
  • [17]“Es esta tendencia, especificó L. Massignon, la que primero vició nuestra política indígena en materia de culto musulmán, cerrar los ojos ante los abusos de los cadis para mantenerlos, dejar que las congregaciones abusen de las colectas, expulsar a los Musulmans que quieren sanear la vida religiosa de sus hermanos, y utilizar un Islam fosilizado como medio de corrupción.
  • [18]“Esta actitud de protección material matizada con el desprecio, vuelve a decir, cuenta en la actualidad con bastantes adeptos, aunque en el fondo no se ajusta a nuestro carácter nacional”.
  • [19]Bajo el título “France dans les pays d’Islam”, publicado en el Fascículo 419b por el Comité Nacional de Estudios Sociales y Políticos en 1930. Cf. Escritos Memorables , I, p. 613-627.
  • [20]Cfr. Memorables Escritos , I, p. 627-631.
  • [21]“It is lamentable, dijo, that new gran esfuerzo escolar argelino, ya tan fructífero en resultados, se ve paralizado por teorías de tipo holandés sobre la conveniencia de no dar demasiada instrucción”. Y por eso se atrevió a decir: «Estoy convencido de que la latinización del alfabeto árabe permitiría la difusión de la instrucción a las masas (la experiencia turca ya parece concluyente), y que la supuesta inferioridad de los jóvenes árabes en los estudios se debe principalmente por los defectos de esta ortografía que nuestra acostumbra a aproximar deplorablemente vagas en la pronunciación e interpretación de lo que leemos”.
  • [22]Cfr. Memorables Escritos , I, p. 632-633.
  • [23]Sobre el Congreso Eucarístico de Cartago de 1930, confió al padre Abdel-Jalil: “Hemos estado bastante incómodos en el norte de África este año, tanto por el dahir bereber como por el congreso de Cartago y todo eso no facilitará la comprensión de la Iglesia Alli. Debemos orar más y ‘hablar’ menos, especialmente en la ‘prensa misionera’” ( Correspondencia , mapa a AEJ, 8.10.30).
  • [24]El gobernador Violette había sido relevado de sus funciones el 9 de noviembre de 1927 por el presidente Poincaré y en 1931 publicó su libro Will Argelia Live? donde «afirmó que, si Argelia iba a seguir siendo el baluarte exclusivo de los colonos, estaría ‘en veinte años’ perdida para Francia». El proyecto Blum-Violette , desarrollado en la confusión de una nueva situación política (aparición de partidos musulmanes argentinos y celebración de sus dos Congresos Musulmanes en 1936 y 1937), preveía «la extensión de los derechos políticos a la élite argelina: oficiales, graduados , funcionarios .El objetivo de Violette era obligar, a través del colegio único, a la población europea a buscarse un terreno de conciliación con la élite argelina”. Véase Cap.-R. Agerón , Historia de Argelia… , op. cit., pág. 76 y 90.
  • [25]La prueba es que se publicará el Directorio en 1928: Hermano Carlos de Jesús (Charles de Foucauld), Directorio (textos 1909-1913) publicado con una advertencia, variaciones y cinco anexos , Paris, 1928, Imprimerie des Orphelins d’Auteuil, III, 145 pág. ; reedición simple, Imprimerie Saint-Paul, Les Moulineaux, 1933, 110 p. ; reediciones ampliadas, Paris, Seuil, 1961, luego 2000.
  • [26]Las autoridades le habían prohibido entonces ir más allá de Touggourt, por razones de seguridad.
  • [27]Cf. Marcel Launay , René Voillaume (contemplación y acción) , París, Cerf, 2005, 273 p. ; René Voillaume , Las Fraternidades del Padre de Foucauld: misión y espíritu , París, Cerf, 1950, y Charles de Foucauld y sus primeros discípulos: del desierto árabe al mundo de las ciudades , París, Bayard-Centurion, 1998.
  • [28]De una especie de «segunda conversión» en 1934, como lo demuestra su mapa a Mary Kahil el lunes de Pascua (2 de abril): «El sufrimiento comienza para mí en este escenario ‘clásico y normal’ de mi vida en París, en el que nunca creí, pero a lo que, durante dos años, había consentido con un abandono tibio y cobarde . de los místicos que me guiaron y cuyo estudio valió mi nombre y mis lugares .Han elegido la expatriación, el desierto, la privación, la persecución, la tortura, y yo, amigo de Hallaj y de Foucaud, Thought that viviría de explotar sus obras con tranquilidad hasta mi muerte. Bendito seas por haberme llamado de nuevo al deseo del martirio” (cf. SantiagoKeryell , Louis Massignon, Sagrada Hospitalidad , París, Ciudad Nueva, 1987, p. 185-186).
  • [29]Cfr. Memorables Escritos , I, p. 663-670.
  • [30]“En 1947, el Parlamento inglés finalmente se dispuso a definir el Estatuto de Argelia . Entre los siete proyectos propuestos por los partidos inglés o argelino, ninguno era asimilacionista, ninguno era favorable a la independencia […]. El proyecto de gobierno retomó el proyecto Bidault, de inspiración muy conservadora. Argelia se definió allí, como en 1900, como un conjunto de departamentos dotados de personalidad civil y autonomía financiera […]. Las Delegaciones Financieras , que en septiembre de 1945 se convirtió en Asamblea Financiera , se unió al número de Asamblea de Argelia […].Se dijo que la representación allí era ‘igual’: 60 delegados del 1er colegio , 60 delegados del 2docolega El primer colegio obtuvo 464.000 ciudadanos de estado civil inglés y 58.000 musulmanes; el 2 reunió alrededor de 1.300.000 votantes musulmanes. No nos habíamos atrevido a repudiar las ordenanzas que integraban a la élite argelina; ni se habían atrevido a hacer de la Asamblea de Argelia una asamblea verdaderamente representativa de la población argelina […].Las cláusulas que anuncian un progreso real: abolición de los municipios mixtos, independencia de la religión musulmana, enseñanza del árabe en todos los niveles, inclusión del derecho de voto otorgado en principio a las mujeres musulmanas, quedaron en promesas vacías porque quedaron sujetas a decisiones de La Asamblea Argentina. y subordinado a la mayoría imposible de 2/3” (cf. Ch. R. Ageron , Historia de Argelia …, pág. 96).
  • [31]Cfr. André de Peretti , “Esquema de un estudio sobre el Comité cristiano para el Acuerdo Francia-Islam”, en Boletín de la Asociación de Amigos de Louis Massignon, n. 3, diciembre de 1995, pág. 5-25, y nº 4, julio de 1996, p. 16-44. Se ha realizado un estudio exhaustivo de todas las notas de toma de este Comité Cristiano. Pero ya, en un mapa del 3 de septiembre de 1947 dirigido a sus secretarios-colaboradores, L. Massignon “señaló” sobre el Estatuto de Argelia  : “Recortamos todas nuestras exigidas. Descartamos el certificado de 1º universitario , lo cual es una injusticia contra nuestra cultura (no hay musulmán cuya titulación para el la universidad introduce a los niños allí, anotemos, ¡ay!). El árabe, “lengua oficial en Argelia”, ha sido robado, se ha convertido en “una de las lenguas de la Unión Francesa” (sic: con  el bantú y el canaque); no dijimos que las cultuelles deben ser elegidas (por lo tanto, contamos, me dijo Ferhat Abbas, que Okbi no podrá reconciliarse con Ibrahimi, y que no podremos convocar elecciones); el problema de los habous es devuelve cobardemente a la Asamblea de Argelia (ese es Ramadier); ya no se dice ni una palabra de la reforma de los cadis ni del permiso del catecismo para el “msid”…”.
  • [32]Al final de este mismo artículo en la revista Esprit , confía al lector: “Acabo de regresar de Tamanrasset, donde recé y medité: donde mi amigo Ch. Y confies al padre Abd-el-Jalil: «Regresé esta tarde de Tamanrasset [… ]. Pude pasar la noche del 19 al 20, solo, en el bordj donde mataron a mi amigo. Y después de haber meditado en su Directorio, y recitado con él, una vez más, ‘al filo de la medianoche’, el ‘ Veni Creator’, se ofreció la Ofrenda por él, con él, en árabe, allí.Esta finalización, con mi esposa, de nuestra luna de miel, iniciado en 1914, en dirección a Tamanrasset, finalizada después de 36 años, nos ayudará, creo, a comprender mejor nuestro deber final” (Correspondencia, carta a AEJ, 25 de octubre de 1950).
  • [33]Este “nosotros”, en las Cartas y Convocatorias de la Badaliya , designa muy a menudo al propio L. Massignon, porque siempre ha pagado con su persona su fidelidad a la “palabra dada” por el mismo o por Francia, que pretende preservar “honor”.
  • [34]Cf. Badaliya , pág. 108-109. Allí insistió en la Convocatoria del 7 de octubre de 1955: “Más que nunca los miembros de la Badaliya deben recordar que la palabra dada a la hueste, incluso a un enemigo, es sagrada; la Badaliya se basó en la sustitución de la hueste, incluso del enemigo, porque la hueste es la hueste de Dios; a través de la oración, el ayuno, el sacrificio de uno mismo, debemos vencer el fanatismo racial que opone crimen a crimen, en el norte de África. Dios primero sirvió” (cf. Badaliya , p. 112).
  • [35]Cf. Badaliya , pág. 121. En la Convocatoria del 13 de abril de 1956, se aclaró que “la situación en el norte de África es cada vez más angustiosa, porque no se puede razonablemente esperar recuperar la confianza y la amistad de los musulmanes argentinos por otros medios que los que se han aplicado a sus vecinos de Túnez y Marruecos, y por un esfuerzo heroico de comprensión, basado en la adoración común del mismo Dios y en la sagrada hospitalidad” (cf. Badaliya , p. 121-122).
  • [36]Así, entre otras conferencias, en Douai, «Cómo restaurar la paz en Argelia» (20 de febrero de 1956), en Nancy, «La solución pacífica del problema argelino» (23 de febrero de 1956), en París, «La vocación de la France fija su destino en África” (27 de febrero de 1956) y “Tensión en Argelia y Oriente Medio, respeto por la palabra humana” (30 de octubre de 1956).
  • [37]Cf. Badaliya , pág. 128-129.
  • [38]Cf. Badaliya , pág. 130.
  • [39]Cf. Badaliya , pág. 134.
  • [40]Cf. Badaliya , pág. 146. Lo que afirma en su Convocatoria del 1 de febrero de 1957 : «En estos tiempos de extrema tensión en que la doble tentación del oro y la sangre al servicio de la venganza racista sacude a nuestro país, debemos mantenernos inflexibles, sobre la base de la no -la violencia, el uso del ‘arma Christi’, la penitencia, la oración, el sufrimiento compasivo por los desdichados, incluso si nosotros, como dijo Gandhi, incurramos en lo peor por nuestro rechazo a toda violencia desmoralizadora (cf. Badaliya, p.161 ) .
  • [41]Cf. Badaliya , pág. 164.
  • [42]Cf. Badaliya , pág. 165.
  • [43]Cf. Badaliya , pág. 166-167. “No se entregaron a sus maridos por táctica apostólica, commenta, ni por vil lujuria como las desdichadas rapadas y azotadas en 1945. ella supuso más pobre aún, a un exiliado desarmado al que su gracia extasia, reflejo del Huésped Extranjero que el Anunciador presenta a Nuestra Señora”.
  • [44]“Que sus camaradas ingleses, se desea entonces, darles la bienvenida fraternalmente, ya que hemos renunciado, temporalmente, a enmarcarlos con oficiales de su raza y de su fe”.
  • [45]Cf. Badaliya , pág. 169. “Oremos, añade luego, para que comprendan y encuentren un medio de reintegrarse, en la Ley humana de la Hostia, con miras a un contacto que no sea el ‘contacto físico’ (sic: tortura), los Musulmanes de Argelia. Sólo entonces comprenderán estos forajidos exasperados que sólo lograrán la libertad política y social cesando las ‘atrocidades’ propias de los presidiarios”.
  • [46]Cf. Badaliya , pág. 176-177. Y el místico L. Massignon añade: “Cada Misa no sangrienta llora dulcemente las torturas infligidas, en Nombre de nuestra amada Patria y su Honor, sobre el cuerpo puro y sagrado de Jesús […]. Oremos para que Dios libre a la Patria Francesa ya la Iglesia de Roma de ser estranguladas por la doble tentación de la Sangre y el Oro”.
  • [47]Cf. Badaliya , pág. 170-171. “La situación en Argelia, le escribió a Mary Kahil el 22 de junio de 1957, se está volviendo tan espantosa, todo un pueblo de pobres, saqueados, perseguidos, torturados hasta la muerte, fumados y napalmados en sus últimas cuevas (del ‘Auschwitz ‘…) que ya no puedo comer el pan de mi familia y pedirle a Dios que me mate” (cf. J. Keryell , Louis Massignon, L’Hospitalité canadienne …, p. 299). Y en la Convocatoria del 31 de octubre de 1957, afirma: «Fue, hace tres años, el 1er.Noviembre de 1954, cuando se inicia la insurrección musulmana en Argentina, ante la inaplicabilidad sistemática de las disposiciones del Estatuto de 1947 para la igualdad cívica, religiosa y electoral. No creo que Dios tolere más una actitud de odio y de desprecio racista, tan completamente contraria a la vocación de lealtad y honor que el mundo entero reconoce en Francia” (cf. Badaliya, p. 179 ) .
  • [48]Cf. Badaliya , pág. 181-184. «En Argelia, vuelve a decir, donde a fuerza de profanar el cuerpo humano de nuestros adversarios (como si la disección de los cadáveres nos diera el secreto de la vida), nos agredimos unos a otros, por violación eléctrica (o no), en el sexo de mujeres, e incluso de vírgenes, en la Sagrada Fuente de la Vida, en el punto virgen de la humanidad”.
  • [49]Ali Chekkal, ex vicepresidente de la Asamblea de Argelia y uno de los más activos partidarios de la colaboración con Francia, fue asesinado el 26 de mayo de 1957 en París.
  • [50]L. Massignon hizo imprimir una “oración a Jeanne”, dirigida por él por primera vez el 17 de agosto de 1956, antes de la intervención Anglo-Frencha en Suez: “Recuerda, Jeanne […]. Actúa ahora en Argelia: donde, por el quinto centenario de tu ‘rehabilitación’, se predica una ‘cruzada’ de San Bartolomé contre un pueblo de ‘desnutridos arasados’, mentirosos, bajo el desprecio y los golpes de soberbios técnicos, como tu Francia , en tu tiempo […]. Consolad a los trabajadores argelinos, que comenzó a trabajar a Francia, por el pan de su pueblo, que se quedó en Argelia. Allí se están muriendo de chamber, porque sus giros postales y asignaciones familiares están bloqueados en la oficina de correos […].Déjame decirte, finalmente, la íntima impaciencia de mi esperanza en ti […]. Sabes, Escritos Memorables , I, p. 35-38).
  • [51]Cf. Badaliya , pág. 196.
  • [52]Cf. Badaliya , pág. 200.
  • [53]Tras el bombardeo del pueblo tunecino de Sakhiet Sidi Youssef por la fuerza aérea francesa, el 8 de febrero de 1958, en represalia por las incursions del Aln (Ejército de Liberación Nacional), que habían causado numerosas víctimas civiles, L. Massignon había invitado a los seres queridos tienen un ayuno “compasivo”.
  • [54]Ese día, en Argel, había tenido lugar el golpe de estado de los generales Salan, Jouhaud y Massu que llamaron al general de Gaulle. Este último será dotado próximamente de plenos poderes, el 1 de junio , y dará a luz a la Quinta República . Inmediatamente fue a Argel para el famoso discurso en el que dijo, entre otras cosas: “Teentendreí […]. Solo hay una categoría de inglés por derecho propio aquí…”.
  • [55]Cf. Badaliya , pág. 202-203.
  • [56]Se trata del General de Gaulle, llamado como «salvador» el 13 de mayo de 1958, quien poco a poco tratar de vencer consignas y oposiciones para intentar una «paz de los valientes», para luego iniciar las primeras indirectas negociaciones con la Gpra ( Gobierno Provisional de la República de Argelia).
  • [57]Cf. Badaliya , pág. 212-213. Y L. Massignon expresa reservas expresa cuando se trata de mujeres: “No discutimos que la acción a menudo violenta llevada a cabo por el ejército en Argelia para la emancipación de las mujeres musulmanas con vistas a hacerlas ‘conscientes ciudadanas y organizadas’ desde mayo 13 Desde octubre de 1958 no tiene el gran merito de poner fin a las atroces coacciones masculinas, toleradas por la ley maliki Durante siglos. Pero el carácter de táctica militar de esta acción, realizada por coacción exterior, y no por una meditada evolución interna de la jurisprudencia musulmana, nos prepara serias sorpresas”.
  • [58]“Oremos, escribe, para que el Coloquio Mediterráneo que une a cristianos, muslims y judíos en Florencia, del 3 al 6 de octubre de 1958, bajo los auspicios de Giorgio La Pira y el Príncipe Heredero de Marruecos, y el signo de San Francisco de Asís, complete a nivel internacional el llamamiento a la Paz Cristiana que nuestro Ministro de Asuntos de los Veteranos encomendó a Foucauld en Tamanrasset, tras unirse a nuestra peregrinación de los Siete Durmientes des de Éfeso hasta Vieux-Marché (Muslims Ahl al-Kahf) ” .
  • [59]Cf. Badaliya , pág. 214.
  • [60]En su Convocatoria del 7 de noviembre de 1958: “Conocemos a jóvenes del contingente que se sienten cada vez más asumidos por su misión social con los campesinos y nomadas del bled, que quieren cumplirla como hermanos mayores, comprendo en su plenitud este servicio social ‘no violento que debe convertirse en el ideal del ejército del mañana que lleve a nuestra raza a establecerse entre la mayoría árabe y bereber bajo el signo de la sagrada hospitalidad” (cf. Badaliya, p. 217 ) .
  • [61]Cf. Badaliya , pág. 219. Y recordar el llamamiento a la tregua de Navidad lanzado de nuevo por el Comité cristiano del acuerdo Francia-Islam “por el abandono de la violencia y una paz justa entre cristianos y musulmanes”.
  • [62]Cf. Badaliya , pág. 227-228.
  • [63]Cf. Badaliya , pág. 230.
  • [64]Cf. Badaliya , pág. 232. «De las dos formas de terrorismo», afirmó en su Convocatoria del 2 de octubre de 1959, «el marxista es el más conspicuo. El más prohibido. Seduce al ‘Partido del Orden’, ofreciéndoles medios de poder técnico para la coerción física y psicológica de los subdesarrollados” (cf. Badaliya , p. 238).
  • [senta y cinco]Cf. Badaliya , pág. 235.
  • [66]Cf. Badaliya , pág. 248-249. Porque, precisamente, «pese a la oposición de los Ministerios franceses de Educación Nacional y de Justicia, en excesos grillas militares argelinas, seguimos desplazando la lengua árabe (por el inglés) y el islam (por nada: por el ateísmo de facto, arrodillándose antes de la fuerza)”.
  • [67]Cf. Badaliya , pág. 260.
  • [68]Cf. Badaliya , pág. 264. Y para precisar ahora: «Gandhi, después de Sócrates, mostró que la demanda cívica de la verdad, la satyagraha de los no violentos, debe mantenernos ‘prisioneros del amor’ en el corazón de nuestra Ciudad, aunque nos condene, nos no debe abandonarlo, especialmente cuando se pone en estado de pecado ”. estos musulmanes inocentes por los que expuse me en Vincennes pidiendo ser encarcelado con ellos, no son mis enemigos sino mis hermanos ; .keryell _, Louis Massignon, Sagrada Hospitalidad …, pág. 314-315).
  • [69]Cf. Badaliya , pág. 269.
  • [70]«El Comité expresa a vez más su dolor por la prolongación de las hostilidades en Argelia, y se inclinó piadosamente ante todos los muertos de los recientes disturbios, recuerda que no se trata de una guerra entre cristianos y musulmanes, sino de un drama ligado al Mundo Evolución, declara que dieron nacimiento a los Simplistas, anteriores a las Consultas Populares, No Peden Survery Los Diálogos Necesarios Para Buscar las Fórmulas Jurídicas deeables que garantizaron Tanto El Futuro de Argelia Como Los Derechos de Las distinutas Unidad, ahí Esto , ., que commenzaría en Navidad, repudiando toda violencia Durante ocho días”, publicado por Le Monde el 18 y 19 de diciembre de 1960, a la cabeza de la columna.
  • [71]Cf. Badaliya , pág. 286. Y afirmar: «El Dios de Abraham no es Dios de muertos, sino de vivos».
  • [72]Cf. Badaliya , pág. 290.
  • [73]Cf. Badaliya , pág. 293.
  • [74]Cf. Badaliya , pág. 296-297.
  • [75]Cf. Badaliya , pág. 298. Lo que luego se explica así: «No se trata de abandonar el cristianismo por el Islam, un Islam inacabado (como recientemente propusieron sus hermanos a uno de nuestros amigos, que lo unía aún más a Cristo), ni el campo atlántico para El otro Pero entrar con ellos en una obra social común donde, por nuestra catálisis (más que por ósmosis), se profundice en ellos su real fidelidad humana y religiosa; a condición de que nuestra máscara de camaradas, sustituida por sus momentos de fatiga, nos haga ser suyos  : por la pasión, la transferencia del sufrimiento y, añadimos con audacia, de la esperanza”.
  • [76]Cf. Badaliya , pág. 302. Y corroborarlo declarando que “no dudamos en declarar en público, ante los tribunales, e incluso en la calle, en el silencio y la no violencia, contra la impunidad de muchas ilegalidades, crímenes cometidos contra los musulmanes. En el período demente, de ‘poseídos’, que estamos atravesando, tuve que señalar, con Pascal, que la constancia testimonial de la verdad, incluso en la no violencia, solo irrita más a nuestros adversarios cegados, e incluso los peores. (en cuanto a las víctimas, nos observaron tibios). Pero lo que queremos no es desencadenar represalias para inducir a las víctimas a vengarse, es convertir a sus perseguidores, que también son nuestros hermanos”.
  • [77]Cf. Badaliya , pág. 303-304. También confió al obispo Medawar , que había sido el primer testigo de la fundación de Badaliya en 1947, en una tarjeta que dirigió el 1 de septiembre de 1961 : «El año pasado, cuando lui arrestado en dos manifestaciones no violentas contra la concentración campamentos para acusados ​​árabes no juzgados, lo cual es haram ‘innoble’, me dieron antecedentes penales, ¡a los setenta y siete años!,pero no canceló este recibo que es mi honor para el día del Juicio. Consígueme para dar testimonio, sin vacilación, hasta el final” (cf. J. Keryell, Louis Massignon, Sacred Hospitality …, p. 319).
  • [78]Argelia diseñó los estallidos de los grupos extremistas franceses de la OEA (organización armada secreta), como la Gpra siempre fue más demande en las conversaciones de Evian con los emissarios del gobierno de Paris.
  • [79]Cf. Badaliya , pág. 305-308. Una manifestación organizada en París por el Fln el 17 de octubre fue reprendida brutalmente por el prefecto de policía, Maurice Papon. Habría 200 muertos entre los manifestantes y muchos heridos en las fuerzas del orden. «Tomó el desencadenamiento de la OAS Durante el otoño e invierno de 1961-1962, los asesinatos de oficiales, comisarios y jueces metropolitanos, las diarias y asesinas ‘cacerías árabes’ (256 muertes en 15 días) y los planes extraoficiales de participación en Argelia , para decidir a la Gpra a reanudar estrictamente las negociaciones” (cf. Ch.-R. Ageron , Histoire de l’Algérie…, pag. 112).
  • [80]Cf. Badaliya , pág. 316.
  • [81]Cf. Badaliya , pág. 317.
  • [82]L. Massignon alude a la firma de los Acuerdos y del Alto el Fuego que siguió a la segunda conferencia de Évian, el 18 de marzo de 1962. Los argentinos tendrían que decidir por referéndum si querían que Argelia se convirtiera en estado independiente cooperando con Francia. La transición estaría asegurada por un ejecutivo provisional” (cf. Ch.-R. Ageron , Histoire de l’Algérie… , p. 112). La «política de tierra arrasada» de los extremistas desesperados de la OEAempujaría a los europeos a abandonar Argelia en masa hacia Francia colgante el verano de 1962, tras la proclamación de la independencia el 5 de julio.
  • [83]Cf. Badaliya , pág. 320.
  • [84]Cf. Badaliya , pág. 322.
  • [85]Cf. Badaliya , pág. 326. Y para explicarse ahora mismo: “…por lo que recibirán un nivel de vida muy superior al de la población musulmana a la que quieren asegurar la promoción”, no sin despertar así la envidia de muchos.
  • [86]«Hajj Lounis, declaró L. Massignon en su Convocatoria del 5 de julio de 1957, no era sólo el amigo que había orado abiertamente en La Meca, en el multazam de la Ka’ba,durante el Hajj de 1955, por nuestra pequeña asociación de ‘restitución’, de hospitalidad espiritual. Fue él quien, a petición nuestra, aceptó la misión anual de inspector del Waqf tlemceniano de Abû Madyân en la mezquita de el-Aqça en Jerusalén, y la defensa de la lealtad de Francia invirtió con este depósito para el mantenimiento de los pobres musulmanes peregrinos” (cf. Badaliya , pág. 172).
  • [87]Cf. Badaliya , pág. 229.
  • [88]Cf. Badaliya , pág. 320.
  • [89]El 1 de mayo de 1950 la invitada a hablar con los miembros de Badaliya sobre su experiencia de las realidades argentinas, como lo demuestra la Convocatoria del 1 de mayo de 1959: «Estamos invitados a escuchar a nuestra amiga, Mlle Germaine Tillion, directora de estudios de la École Pratique des Hautes Etudes, sobre las estructuras sociales de Argelia, estudiadas por ella in situ, en misión gubernamental, durante 20 años desde que los iniciación con un monographie sober un pequeño clan montañés de los Aurès, el mismo lugar donde comenzó el fuego de la insurrección” (cf. Badaliya , p. 227) .
  • [90]Fue en 1967, tras la ocupación israelí de Jerusalén, cuando las 135 casas de este barrio fueron para dar paso a una una explanada que daba acceso directo al Muro Occidental, “el Muro de las Lágrimas”, tan querido por la piedad judía. La mezquita de al-Bûrâq y la zâwiya de Abû Madyân, que eran sus lugares de culto, fueron detruidas en 1969. Véase también Maurice Borrmans, “ Louis Massignon and Jerusalem”, en Cahiers pour la Terre Sainte , n° 1, enero de 2012, pág. 48-53.
  • [91]Cfr. Memorables Escritos , I, p. 636.

Publicado en Cairn.info el 11/04/2016https://doi.org/10.3917/hmc.036.0159

Argelia de 1913 a 1931 en la Revue de l’histoire des colonies françaises (2012)

Este texto, escrito en agosto de 2012 con motivo del centenario de la Sociedad Francesa de Historia de Ultramar y su Revista, se publicó en el volumen editado bajo la dirección de Hubert Bonin, Bernard Droz y Josette Rivallain bajo el título Cent years of ultramar history, SFHOM, 1912 -2012 , en enero de 2013, págs. 473-492.

Cuando se crearon la Société de l’histoire des colonies françaises y su Revue, Argelia se encontraba en un momento decisivo de su historia colonial. En efecto, desde el comienzo de la penetración militar francesa en Marruecos (1907), y desde que Alemania había comenzado a oponerse a ella amenazando a Francia con una guerra (crisis de Tánger, 1905, y Agadir, 1911), los gobiernos franceses habían sentido la necesidad reforzar la mano de obra del ejército francés alargando la duración del servicio militar a tres años (1913), pero también imponiendo una forma de servicio militar obligatorio para las poblaciones indígenas de las colonias, que antes no estaban sujetas a él, y en particular para Argelia. Andando el tiempo,

El servicio militar obligatorio y la cuestión del nacionalismo argelino

Es precisamente este problema de seguridad planteado a Francia por la amenaza alemana lo que la obligó a cuestionar la situación de los nativos argelinos. Hasta entonces, eran considerados súbditos y no ciudadanos franceses. En consecuencia, podían ser reclutados como empleados en regimientos particulares (spahis, escaramuzadores), pero no les incumbía el servicio militar obligatorio, ya que era una obligación inseparable de la ciudadanía. Pero desde el momento en que Francia sintió que necesitaba reclutar más soldados «indígenas» que voluntarios, imponiendo una forma de servicio militar obligatorio a la llamada población indígena, ella misma planteó la cuestión de la contrapartida política de esta nueva obligación. .

Los debates políticos de antes de la guerra y sus secuelas

El proyecto de ley, presentado por el Ministro de Guerra Messimy en 1908 y finalmente aprobado en 1912, provocó un animado debate en Argelia y Francia. Por un lado, los partidarios del proyecto lo vieron no solo como una medida impuesta por el interés nacional de Francia, sino también como un medio para finalmente comenzar a traer a los nativos argelinos a la ciudad francesa, ya que Argelia se suponía que era un tierra francesa desde 1848; y musulmanes argelinos graduados de cultura francesa, conocidos como “Jeunes Algériens” [ 1], apoyó esta propuesta. Pero por otro lado, aparecieron dos oposiciones de inspiraciones contrarias, aunque en parte convergentes. Por un lado, notables musulmanes protestaron contra lo que les parecía una violación de las promesas hechas por Francia desde 1830, ya que ahora quería imponer el servicio militar obligatorio, considerado hasta entonces como la contrapartida legítima de los derechos del ciudadano francés. ., a temas sencillos. Esta oposición se manifestó sobre todo en un movimiento de emigración voluntaria hacia los países musulmanes aún independientes, principalmente hacia el Imperio Otomano. El éxodo de Tlemcen, que desplazó a cientos de personas en 1911, fue la principal manifestación [ 2]. Por otro lado, varios observadores creyeron ver allí la prueba de la existencia de lo que llamaron “el peligro del futuro, el nacionalismo musulmán”, según el título del libro publicado en 1913 por el periodista de Constantino André Servier: El peligro del futuro, el nacionalismo musulmán en Egipto, Túnez, Argelia, quienes denunciaron en los Jóvenes Argelinos a peligrosos hipócritas, que aspiraban en secreto a la independencia de un estado musulmán del que serían los líderes, siguiendo el ejemplo de sus homólogos los Jóvenes Turcos (llevados al poder por la revolución de 1908, que derrocó al poder absoluto del Sultán Abdulhamid), Jóvenes Egipcios y Jóvenes Tunecinos. Un poco más tarde, el padre Charles de Foucauld, instalado como ermitaño en el Sahara, sostenía todavía en sus cartas la misma tesis: juzgaba severamente a esta élite perdida entre dos culturas, «educada a la francesa sin tener el espíritu ni el corazón franceses». », y manteniendo el Islam solo como una «etiqueta» para influir y manipular a las masas ignorantes y fanáticas, con el fin de levantarlas contra Francia aprovechando sus dificultades para realizar su ambición de un imperio africano musulmán independiente. [3 ]

Pero la mayoría de los jóvenes argelinos protestaron por su buena fe y apoyaron la propuesta del servicio militar obligatorio, recomendando que se aceptara a cambio de mejoras en la suerte de las masas y derechos políticos para las élites. Uno de ellos, Chérif Benhabylès, había respondido con calma a las acusaciones de André Servier: «Los ‘sueños más locos’ encuentran terreno propicio para su desarrollo sólo en la imaginación medieval del taleb semianalfabeto que, fanático de la atmósfera especial de las zaouias, se enciende con los relatos legendarios que allí se debitan, con los poemas bélicos que trafican con las rapsodas de encrucijada; de ningún modo pueden obsesionar el espíritu positivo de un joven a quien un profesor de historia y geografía ha mostrado, con documentos justificativos, el poderío político y militar de Francia” [ 4 ]. El programa “joven argelino” de 1912 incluía en particular “una representación seria y suficiente en las Asambleas de Argelia y de la metrópoli” [ 5], es decir, la ampliación del electorado nativo, de su representación y de sus derechos, y una representación electa en el Parlamento francés o en un consejo que se sienta cerca de él, así como el derecho de los ex conscriptos a optar por la simple declaración de ciudadanía francesa . La idea de una “naturalización mixta” sin abandonar el estatus personal musulmán no había sido adoptada, después de haber sido discutida. Así, el programa “Jóvenes argelinos” combinó dos orientaciones: la búsqueda de una asimilación más fácil para los individuos culturalmente francófonos, y la de una asociación franco-musulmana supuestamente más atractiva para la masa de la población. El único punto en el que hubo unanimidad fue que la Argelia colonial,

Pero este último se sintió decepcionado de no recibir representación en el Parlamento francés, a diferencia de los ciudadanos franceses de pleno derecho sujetos a todas las leyes francesas, que se habían beneficiado de ellas desde 1848. Esta demanda de representación parlamentaria especial para los nativos argelinos fue retomada de 1920 a 1923 por el nuevo líder del movimiento de los “jóvenes argelinos”, el capitán Khaled, nieto del emir Abd-el-Kader. Este oficial del ejército francés, nacido en Damasco pero educado en París a expensas de Francia, fue acusado entonces de haber aprovechado la conferencia de paz de 1919 para enviar al presidente estadounidense Wilson un texto en el que reivindicaba la independencia de Argelia, pero éste desafió a sus detractores a probar sus cargos, y nadie pudo hacerlo. Sin embargo,6 ] durante su visita a Italia en enero de 1919, pero faltan pruebas de la existencia de tal movimiento en Argelia.

Poco a poco, el temor a un nacionalismo musulmán argelino se fue disipando, y durante las celebraciones del centenario de la Argelia francesa, en 1930, el geógrafo argelino Emile-Félix Gautier escribió en su folleto sobre La evolución de Argelia de 1830 en 1930 , que el dominio francés en Argelia fue «admiradamente apoyada», y que allí no había nacionalismo, a diferencia de otros países musulmanes: «En Argelia, el partido indígena es un partido político en el marco francés, perfectamente lealista» [ 7]. Y sin embargo, existía desde 1926 una organización comunista llamada Etoile Nord-africaine, cuyo representante en el Congreso antiimperialista de Bruselas, Messali Hadj, había exigido en 1927 la independencia de todo el norte de África. Éste, que desde esta fecha fue justamente considerado como el primer nacionalista argelino, dejó en sus Memoriasinédito un precioso testimonio sobre la formación del nacionalismo musulmán argelino a partir de sentimientos anticolonialistas y religiosos todavía muy confusos durante la guerra, pero que tomó cuerpo durante la década de 1920 bajo la influencia de la propaganda comunista sistematizada con motivo de la guerra de Gir (1925- 1926). Al tomar el control de esta organización, Messali Hadj, desautorizado poco después por los comunistas, tomó la dirección de un verdadero movimiento nacionalista argelino conocido con los nombres de Etoile Nord-Africaine hasta 1937, luego Parti du People of Argelia (PPA). hasta 1946, y finalmente del Movimiento por el Triunfo de las Libertades Democráticas (MTLD), del que emergen en 1954 el Frente de Liberación Nacional (FLN) y el Movimiento Nacional Argelino (MNA), que se mantienen fieles a su persona [ 8]. En la práctica, la reivindicación nacional pasó a ser central en los debates políticos argelinos a partir de la creación de la Estrella del Norte de África en Argelia (1936 [ 9 ]) y la movilización de la mayoría de ex funcionarios electos y organizaciones políticas en torno al Manifiesto del pueblo argelino cuya iniciativa que tomó Ferhat Abbas en 1943 para condenar la colonización y reivindicar el derecho a la independencia [ 10 ].

El surgimiento del nacionalismo argelino visto por los historiadores más de medio siglo después

Mucho más tarde, tras la independencia de Argelia, la cuestión de la fecha de aparición del nacionalismo musulmán argelino se convirtió en uno de los principales temas de investigación de los historiadores, tanto en Francia como en Argelia. Charles-Robert Ageron dedicó la última parte de su tesis doctoral estatal, Los argelinos musulmanes y Francia, 1870-1919 , defendida en 1968, a esta Gran Guerra [ 11 ]. De los archivos disponibles para él, buscó evidencia de una aparición temprana de un nacionalismo argelino que la propaganda germano-turca buscaba explotar, pero concluyó en forma negativa. Sin embargo, un historiador más joven, Gilbert Meynier, al colocar la misma pregunta en el centro de su propia tesis, publicada en 1981 bajo el título L’Algérie Révélée, reanudó la investigación y llegó a conclusiones opuestas. De hecho, encontró rastros en los archivos de banderas utilizadas antes de 1914 por los musulmanes argelinos: un emblema puramente musulmán durante una huelga en 1910 (media luna blanca sobre fondo verde); y dos proyectos de bandera franco-musulmana para los regimientos nativos adjuntos a peticiones en 1912 y 1914 (asta coronada por la media luna del Islam; parte superior roja o verde estampada con la media luna y la estrella blanca como la bandera otomana, parte inferior tricolor ) [ 12 ]. Pero, ¿era esto una prueba del nacionalismo musulmán argelino o el símbolo de una asociación franco-musulmana? El testimonio de las Memorias de Messali Hadj, que fue movilizado en 1918 y desmovilizado en Burdeos en 1920, testifica que él y sus camaradas aún no tenían una conciencia nacional argelina claramente distinta de sus sentimientos musulmanes: “No nos dimos cuenta de que estábamos impulsados ​​por sentimientos nacionalistas. En nuestras conversaciones en Francia, nunca usamos la palabra “nacionalismo”. Sólo dijimos […]: “El amor a la Patria, oa la patria, es un acto de Fe”. (“Hobb el Ouatane mine el Imâne”) [ 13 ]. Así, la cristalización de un nacionalismo árabe-musulmán que sintetiza conscientemente las ideas musulmanas tradicionales y la ideología nacionalista importada por la educación francesa nos parece un fenómeno posterior al final de la guerra.

Sin embargo, un debate similar conduce a un resultado diferente sobre la cuestión del nacionalismo del capitán Khaled, nieto del emir Abd-el-Kader. Charles-Robert Ageron había hecho la pregunta: “¿Fue el emir Khaled, nieto de Abd-el-Kader, el primer nacionalista argelino? en un artículo publicado en 1966, y concluido negativamente, basado en sus demandas públicas de representación parlamentaria en París [ 14 ]. Fue contradicho por el historiador argelino Mahfoud Kaddache, en su gran tesis Histoire du nationalisme algérien, 1919-1951 , publicada en Argel en 1981 [ 15 ], y por Gilbert Meynier en su [ 16]. Pero mientras tanto, Charles-Robert Ageron había recibido del gran periodista Claude Paillat el texto auténtico, encontrado en los archivos de Washington, de la carta del capitán Khaled al presidente Wilson fechada el 23 de mayo de 1919, y había publicado inmediatamente el texto completo en Maghrébine History . Revista (Túnez) n°19-20, julio de 1980 [ 17]. Este texto tenía la forma y el contenido de una acusación anticolonialista contra toda la política seguida por Francia en Argelia desde 1830, y por lo tanto podemos calificarlo de nacionalista, aunque concluyera llamando no a la independencia sino únicamente a la entrega de Argelia. a la tutela de la Sociedad de Naciones. Únicamente lo firmó el capitán Khaled, cuya excepcional trayectoria y trayectoria no permiten considerarlo con certeza como el representante de un auténtico movimiento nacionalista argelino. La ausencia de un poder político específicamente argelino desde la rendición del emir Ab-del-Kader fue un obstáculo para la formación de una conciencia nacional argelina, como lo demuestra el famoso ejemplo de Ferhat Abbas, que aún negaba la existencia de un nacionalismo argelino. y una nación argelina en 1936 [18 ] – hasta el punto de provocar la «clara declaración» en sentido contrario del jeque Ben Badis, presidente de la Asociación de Ulemas [ 19 ], antes de reivindicarlos en 1943 en el Manifiesto del pueblo argelino.

Argelia en la Revista de Historia de las Colonias Francesas

Pero antes de volver a trazar la evolución de un tema de investigación más de cincuenta años después de la fundación de la Revue de l’histoire des colonies françaises , es lógicamente apropiado presentar el tratamiento que se le reservó cuando se fundó esta revista [ 20 ]. Desgraciadamente la respuesta es corta: no hay nada sobre Argelia tras el desembarco francés de Sidi Ferruch en los primeros tres años (1913-1914-1915), fechando el primer artículo en 1916. Y en los primeros diez años (1913-1922), para el que afortunadamente tenemos un índice [ 21], solo hay cinco artículos de cuatro autores (incluidos tres contemporáneos). Finalmente, todos estos artículos se refieren al mismo período muy limitado, desde el desembarco de 1830 hasta la «conquista total» de la década de 1840, como si los siguientes dos tercios de siglo no pertenecieran todavía a la historia… Estas observaciones inquietantes merece alguna explicación.

La lenta aparición de Argelia en la primera década de la Revue

La presentación del proyecto de la revista en su primer número, por parte de su presidente Alfred Martineau y de su secretario de redacción Henri Froidevaux [ 22], revela que la creación de la Sociedad y la de su revista estuvieron motivadas sobre todo por la urgencia de salvaguardar los archivos de la colonización francesa evitando su destrucción y dispersión, y haciéndolos accesibles a los investigadores. Este proyecto se iba a realizar a través de los reportajes de la revista, pero también a través de la publicación de libros y colecciones de libros; pero no se definió explícitamente ningún proyecto de estudio propiamente histórico. De este modo, el emprendimiento de la Société de l’histoire des colonisations françaises fue más una cuestión de archivística y de publicación de fuentes -actividades científicas muy importantes en el siglo XIX y principios del XX- que de historia. Pero como la revista pretendía pertenecer a esta disciplina, se trataba de la llamada historia «metódica» definida por Langlois y Seignobos, y se suponía que debía construirse progresivamente mediante estudios cada vez más amplios, de los cuales la recopilación de fuentes escritas era la condición previa. Por lo tanto, no debería sorprendernos no encontrar allí las concepciones innovadoras expresadas más adelante en elAnnales de Marc Bloch y Lucien Febvre, situando la definición de un problema en el centro de toda investigación histórica, y admitiendo la posibilidad de tratar históricamente todas las épocas, desde las más lejanas hasta las más próximas.

Por otro lado, el campo de temas tratados por los artículos de la revista parece excluir deliberadamente los últimos dos tercios de siglo, como para tomarse el tiempo de hacer desaparecer a todos los actores y testigos directos de los hechos. Aquí nuevamente, esta actitud corresponde a las prácticas de los historiadores “metódicos”, que dominaron en las Facultades de Letras fundadas por la Tercera República, en reacción a la politización a menudo flagrante de los historiadores comprometidos del período anterior. La lista de tesis sobre Argelia defendidas de 1870 a 1962, elaborada por François Leimdorfer en su libro Discurso académico y colonización, temas de investigación sobre Argelia durante el período colonial  [ 23] establece claramente que temas muy contemporáneos eran el monopolio de las tesis de derecho, y que las de la historia no se aventuraban en los últimos dos tercios de siglo; lo que Gérard Noiriel confirma al observar que también en Gran Bretaña, hasta 1918, «no apareció ningún artículo en una revista científica sobre el período posterior a 1852» [ 24]. Esta actitud cautelosa duró, además, apenas atenuada, al menos hasta finales de la década de 1960, ya que uno de los más grandes maestros de la Sorbona, Pierre Renouvin, siempre se había negado a dar a sus doctorandos asignaturas para tesis doctorales estatales sobre acontecimientos menos de la mitad un siglo, aunque personalmente fue uno de los pioneros de la historia inmediata al embarcarse en la historia de la Gran Guerra inmediatamente después de su final.

Y, sin embargo, los directores de la revista no quedaron al margen de las noticias, y sería muy exagerado, incluso falso, calificarlos de apolíticos en el verdadero sentido de la palabra. En realidad, situaron sus artículos en el marco de lo que se denominó «Partido Colonial» [ 25] abierto a todos aquellos que quisieran extender el alcance del poder francés en el mundo por patriotismo, independientemente de sus preferencias políticas internas. La lista de miembros del comité de patrocinio de la revista contenía los nombres de muchos miembros destacados de este «partido colonial», académicos, militares, políticos, empresarios y militantes de la causa de la expansión colonial; por ejemplo Auguste Terrier, Secretario General del Comité para el África Francesa. Henri Froidevaux, secretario de redacción y autor de las principales reseñas de libros sobre Argelia en la revista, fue geógrafo, bibliotecario y archivero de la Sociedad Geográfica Francesa,Estudios de historia colonial en Francia en Francia y en los países de colonización francesa (París, Champion y Larose) en 1913; después de dejar la secretaría general de la sociedad en 1924, se convirtió en el director de la revista L’Asie française , que fue uno de los principales órganos del partido colonial junto con su anciano L’Afrique française . El tesorero de la Sociedad, Christian Schefer, autor del primer artículo publicado sobre Argelia en la revista [ 26 ] en 1916, era profesor de la Ecole libre des sciences politiques de París, encargado de clasificar los archivos del ministerio de la colonias., y contribuyó al Journal des Débats  ; había publicado en 1907 La Francia moderna y el problema colonial (1815-1830) [ 27 ].

El autor de los artículos más numerosos, publicados en la revista a partir de 1917, fue Victor Demontès, profesor del liceo de Argel y autor de dos tesis de carta defendidas en Argel en 1916, una tesis principal dedicada a la Colonización militar bajo Bugeaud , y una tesis secundaria tesis dedicada a los documentos personales del general Berthezène relativos a la colonización de Argelia, precedida de una memoria sobre los prejuicios del general contra esta colonización [ 28 ]. Ya se había dado a conocer en 1906 al publicar en Argel un libro titulado »  El pueblo argelino, ensayo sobre la demografía argelina  » [ 29], y publicó después de la guerra muchos libros pequeños que revisan la economía argelina. Finalmente, Gustave Gautherot, autor de un artículo sobre el mariscal de Bourmont y el almirante Duperré publicado por la revista en 1922 [ 30 ], fue a la vez autor de una tesis de letras dedicada a la Revolución Francesa en el obispado de Basilea, profesor de historia en la Instituto Católico, periodista y político, monárquico, católico y ferozmente anticomunista.

Uno podría sorprenderse hoy por esta doble referencia al apoliticismo científico y al compromiso patriótico y juzgarla contradictoria, pero sin duda no hubo contradicción consciente entre la actividad profesional «metódica» de los historiadores y los compromisos políticos de los ciudadanos, siempre que se mantengan dentro de los límites de un patriotismo consensual, reuniendo a todos los partidarios de la grandeza nacional. Es por ello que los autores que publicaban habitualmente en la revista podían en ocasiones ir más allá de sus límites cronológicos para tratar temas de actualidad, como Christian Schefer, que publicó en 1920 De una guerra a otra, un ensayo sobre la política exterior de la Tercera República (1871 -1914) , sobre el que Henri Froidevaux informa en la revista [ 31], o incluso Victor Demontès, que en 1916 publicó dos folletos de actualidad: Argelia durante estos 18 meses de guerra , y Túnez durante la guerra .

Más que una contradicción, hubo por lo tanto una división del trabajo dentro del mismo medio “colonial” o pro-colonial. Por un lado, los historiadores, aun siendo fundamentalmente favorables al trabajo colonial de su país, se esforzaron por respetar lo más rigurosamente posible las reglas del trabajo histórico «metódico». Por otro lado, los activistas por la expansión y el desarrollo de las colonias -que también podrían ser las mismas personas- escribían sobre temas de actualidad y sobre planes de futuro en las diversas publicaciones del partido colonial, como el África francesa  [ 32 ] . Las reflexiones sobre la posible evolución del estatus de los nativos se encuentran, por lo tanto, en otro lugar que en la Revue de l’histoire des colonies françaises., en toda la prensa de información y opinión [ 33 ], y en particular en la del “partido colonial”.

Sin embargo, ¿un estudio más preciso, teniendo en cuenta todas las categorías de artículos, permite matizar tales observaciones? El contenido de cada número también incluía, además de voluminosos artículos de fondo, reseñas de publicaciones y avisos bibliográficos, pero también un “boletín histórico” que informaba sobre las actividades de las sociedades y revistas científicas. Tenerlos en cuenta permite matizar las grandes líneas que hemos destacado, pero de forma limitada. Observamos, por ejemplo, que desde el primer volumen, publicado en 1913, Henri Froidevaux había señalado tres artículos publicados por Christian Schefer y esperaba que pronto se incluyeran en un libro más extenso. [ 34] En el mismo número se anunciaba la próxima publicación de una colección de documentos inéditos sobre la historia de Argelia por los archiveros del Gobierno General Gabriel Esquer y Georges Yver, en aplicación de un decreto gubernativo del 4 de diciembre de 1910, y en 1919 un La nota lamentó el aplazamiento del libro de Gabriel Esquer, Historia de la toma de Argel , que se esperó hasta 1923 [ 35 ]. En 1919 y 1920, Henri Froidevaux acogió con informes tan entusiastas como desarrollados las dos tesis defendidas por Victor Demontès sobre la colonización militar bajo Bugeaud y sobre los papeles del general Berthezène [ 36 ]. Pero estos artículos no alteran los límites cronológicos del período que cubre la revista.

Por el contrario, los artículos publicados sobre Túnez y Marruecos parecen cubrir un campo delimitado con menos rigor. Esto es particularmente visible en el caso de Túnez: se puede leer en 1917 una reseña del libro del jurista Rouard de Card sobre Turquía y el protectorado francés de Túnez (1881-1913)  [ 37 ], luego en 1919 otra muy detallada de la de Ernest Daudet sobre Francia y Alemania tras el Congreso de Berlín , t I, La mission du comte de Saint-Vallier (diciembre de 1877-diciembre de 1881 ) [ 38 ], y en 1921 se anunciaba antes de su publicación “una obra de M Gandolphe sobre la ocupación francesa del Reino de Túnez» [ 39]. Todos estos temas mucho más cercanos a la actualidad parecen explicarse por el hecho de que el establecimiento del protectorado francés sobre Túnez fue mucho más reciente que la conquista de Argelia, y por el contexto de la Gran Guerra. En cuanto a Marruecos, el establecimiento muy reciente del protectorado francés (1912) fue ilustrado por numerosos artículos informativos sobre «las conferencias franco-marroquíes en la Exposición de Casablanca» en 1917 [ 40 ], sobre «la creación de una sección histórica en Marruecos» y sobre el “Instituto de Estudios Marroquíes Avanzados” en 1922 [ 41 ]. Incluso encontramos, en 1917, una breve nota sobre la pacificación de Marruecos de 1907 a 1916, dedicada a un folleto del geógrafo Augustin Bernard ( La France au Maroc, Armand Colin, 1917, 21 págs. y un mapa en color) miembro del comité de patrocinio de la revista, del que casi nos disculpamos por denunciar: en realidad este artículo “se sale del marco de las preocupaciones actuales, pero con el paso del tiempo, no tardará en entrar en el dominio de la Revue de l’histoire des colonies françaises  ” [ 42 ]. Por el contrario, la ausencia de un tema tan reciente en los artículos dedicados a Argelia es aún más llamativa.

Una presencia más fuerte en el momento del Centenario

Cependant, c’est dans la décennie suivante, entre 1923 et 1931, que l’on s’attend à voir les publications sur l’Algérie prendre leur essor, étant donné l’importance qui fut donnée au « Centenaire de l’Algérie » en 1930. Comme la revue l’annonça dès 1925 : « Il y aura dans cinq ans un siècle que la France se sera engagée dans la voie qui devait la faire la grande puissance qu’elle est en Afrique, et par l’Afrique dans el mundo. El Gobierno General de Argelia se está preparando para celebrar este aniversario como corresponde, y ha creado una comisión para estudiar las modalidades de este evento. Pero además de las fiestas y las solemnidades con estruendo, ¿no sería oportuno que la ciencia francesa se asociara a esta conmemoración haciendo balance de lo que fue esta obra de un siglo? Señor Esquer, en este número deL’Afrique française d’October llama la atención de los trabajadores sobre este esfuerzo centenario e indica el marco en el que podría organizarse:

“  1° Regencia de Argel en 1830  : suelo, población, lengua, religión, historia, gobierno, agricultura, comercio, industria, costumbres, viviendas, costumbres;

2° Balance de un siglo (1830-1930): Instituciones políticas, administrativas, financieras de Argelia, historia y estado actual;

Política indígena: historia, asistencia, educación indígena, reclutamiento, estatus personal de los indígenas, relaciones entre pobladores e indígenas;

Estudio científico y desarrollo del suelo, meteorología, minas, agricultura, vías de comunicación, comercio, industria, patología e higiene;

Estudios geográficos y cartográficos, álbumes fotográficos de aspectos de Argelia;

Estudios arqueológicos, históricos, económicos;

Historia de la colonización;

Vida intelectual y artística: Argelia y sus escritores; Argelia y las artes; enseñando». [ 43 ]

Este muy metódico programa de trabajo puede sorprender hoy por la ausencia de demografía, y por la de un serio cuestionamiento de las experiencias, deseos y anhelos de la llamada población «indígena», que representó y representó siempre a la gran mayoría de la población del país. población. De hecho, se implementó, y la revista dio información repetidamente sobre el progreso del programa de conmemoraciones y publicaciones conmemorativas [ 44 ]. Pero también anunció una ampliación considerable de la curiosidad de la revista. De hecho, esta información se publicó sin una firma [ 45] o comentario en la sección «Notas y noticias» del número Q1 de 1925. Por lo tanto, se podría suponer que la Sociedad lo aprobó, e investigar en números posteriores en qué medida los contenidos de la revista habrían aplicado o no esta concepción. En todo caso, parecía presagiar una ampliación cronológica y temática del campo recorrido, pasando en adelante de la mera conquista al “balance de un siglo” de colonización en todas sus etapas.

Durante los años 1925 a 1931, la participación de Argelia en los artículos de fondo se mantuvo relativamente modesta, debido a la competencia de todos los demás territorios y todos los demás períodos de la historia de la colonización francesa. No obstante, podemos citar, en 1930, “La conquista de Argel según la correspondencia del intendente Raynal”, presentada por Augustin Bernard [ 46 ], quien también extrajo de ella un libro publicado en 1930 [ 47 ]; y en 1931 un artículo de Georges Weil: “Los republicanos franceses y Argelia”, basado en artículos de La Tribune publicados en junio y julio de 1831 [ 48]. Por el contrario, no ha dejado de aumentar el número de reseñas de obras, y en especial las relativas a la toma de Argel y la conquista de Argelia, que han sido objeto de reseñas con mayor frecuencia bien desarrolladas, comenzando por la de Gabriel. El libro de Esquer, Los comienzos de un imperio, la toma de Argel (1830) , aparecido en 1923 (y al que Henry Froidevaux, habiendo traspasado sus funciones a Joannès Tramond, dedicó su último relato publicado en la revista en 1925) [ 49 ], luego reeditado en 1929. La lista de estas publicaciones es larga, e incluye en particular libros de generales entonces famosos como las numerosas publicaciones del General Azan [ 50 ]. Y también biografías de soldados por hombres de letras o periodistas [51 ]. Pero también hay publicaciones de archivo, como la serie de documentos inéditos sobre la historia de Argelia después de 1830, dirigida por Gabriel Esquer, en particular la correspondencia del General Voirol (1833-1834) [ 52 ] , y la del General Drouet d’ Erlon (1834-1845) [ 53 ]; y obras de historiadores, en particular los libros de Gustave Gautherot sobre el mariscal Bourmont [ 54 ], publicados en 1926 y 1927, y el de Christian Schefer, La politique coloniale de la monarquie de Juillet. Argelia y la evolución de la colonización francesa , publicado en 1928 [ 55 ]. Más original en su perspectiva es la tesis de cartas que Jean Serres dedicó aPolítica turca en el norte de África bajo la monarquía de julio , apoyada y publicada en París en 1925 [ 56 ].

Pero otras publicaciones destacan por el hecho de que van claramente más allá de los límites de dicha monarquía. Las publicaciones de los eclesiásticos se presentan sin exceso de indulgencia porque, dice Joannès Tramond: “Había sin duda una iglesia nueva, enteramente europea. No hubo “conquista religiosa de Argelia” [ 57 ].

Entre las publicaciones relativas a la historia cultural, cabe mencionar la de Charles Taillard, Argelia en la literatura francesa , apoyada y publicada en París en 1925, que la reseña de Augustin Bernard califica como «un excelente prólogo a obras que se publicarán el con motivo del centenario de la conquista de Argel” [ 58 ]. Y en el campo de las ciencias auxiliares de la historia, los tres magníficos volúmenes publicados por Gabriel Esquer en 1929, Iconografía histórica de Argelia, del siglo XVI a 1870  [ 59 ] Pero también el libro de Victor Barrucand: Argelia y los pintores orientalistas  [ 60] , e incluso la de Georges Marçais sobre El traje musulmán de Argel , en peligro de extinción [ 61 ].

Algunos de estos libros son tesis de abogados, acostumbrados a trabajar temas más cercanos a la actualidad que los de los historiadores; por ejemplo las de René Valet, África del Norte ante el Parlamento en el siglo XIX, que compara las posiciones adoptadas sobre el tema de las conquistas de Argelia y Túnez, demasiado sumariamente según Joannès Tramond [ 62 ]; o el de Robert Moulis, Le Ministère de l’Algérie (24 de junio de 1858-24 de noviembre de 1860) , que el mismo censista apreciaba más por su «verdadera imparcialidad», pero señalando que dicho ministerio era el de Argelia y colonias , lo que hubiera justificado un estudio con una perspectiva mucho más amplia [ 63]. O un importante informe parlamentario de M. de Peyerimhof, sobre la Colonización Oficial de 1871 a 1896 , fechado en 1908 y publicado veinte años después [ 64 ].

Otro rasgo destacable es la importancia del trabajo de los geógrafos a la hora de vincular el pasado con el presente. Así la tesis de René Lespès, Argel. Estudio de geografía urbana , publicado en Argel en 1925 y en París en 1930 [ 65 ]. Así el de Julien Franc: La colonization de la Mitidja , defendido en París en 1928 y publicado en 1929, y el libro más limitado que extrajo de él para el Centenario: Un milagro colonial en Argelia: Boufarik, 1830-1930. El primero fue elogiado en la reseña de André Reussner como prueba de que «la negación dada por los hechos a la declaración de un pesimismo escandaloso (negando la posibilidad de limpiar estos pantanos) debe convencer a los franceses de que tienen una vocación colonial tan fuertemente ligada como otros pueblos” [ 66 ]; y el segundo de Joannès Tramond, concluyendo que “la colonización de Boufarik se logró sobre todo gracias a la energía de los colonos” [ 67 ]. Así, la colección de artículos de otro geógrafo entonces muy reputado por su apertura mental, Emile-Félix Gautier [ 68 ], Un siglo de colonización, estudios bajo el microscopio , publicado en París en 1930, que fue objeto de ‘un relato entusiasta de Joannès Tramond [ 69], pero su librito La evolución de Argelia de 1830 a 1930 , publicado en la colección Centenario, fue más brillante que profundo [ 70 ]. Volviendo al punto de partida, el periodista Maxime Rasteil dio a conocer a partir del manuscrito dejado por un testigo El calvario de los colonos de 148  [ 71 ] Victor Demontès también publicó en Argel en 1930 dos libros de geografía humana sobre Argelia agrícola y Argelia industrial y comercial  [ 72 ].

Pero el centenario exigió también la publicación de obras resumidas sobre la historia de Argelia. Ya en 1927 apareció en París una Historia de Argelia , escrita por tres grandes maestros, Stéphane Gsell, Georges Marçais y Georges Yver, cuya publicación en una colección titulada «Les vieilles provincias françaises» suscitó la ironía del censista Joannès Tramond: “Si no hubo Argelia hasta después de la conquista francesa y por ella”, lo que no le impidió concluir muy favorablemente su relato [ 73 ]. Otra síntesis, debida a Victor Piquet, Argelia Centenaria, un siglo de colonización (1830-1930), publicado en 1930, despertó el entusiasmo del mismo crítico, quien extrajo de él la sucesión de políticas coloniales contradictorias (“asimilación” y “reino árabe”) que desembocaron en la fórmula adecuada para un cierto grado de autonomía [ 74 ]; así como una colección de conferencias impartidas en la Ecole libre des sciences politiques por ilustres autores, entre ellos Emile-Félix Gautier, quien asumió una conclusión cuidadosamente orientada hacia el futuro: «Los resultados que vemos siempre han superado y contradicho lo que los sabios habían previsto. . ¿No será lo mismo mañana? Al menos vale la pena intentar la aventura”, concluyó Joannès Tramond [ 75 ]. Asimismo, en 1930, otra obra colectiva de los juristas L. Milliot, M. Morand, F. Godin, M. Gaffiot, sobreEl trabajo legislativo de Francia en Argelia , fue recibido muy favorablemente por André Reussner: “así, explícitas o implícitas, las conclusiones de Mm. Milliot, Morand, Godin y Gaffiot se suman a las de la mayoría de los autores de la colección del Centenario: demos gracias a Argelia, no sólo por «pagar», y por pagar bien, después de haber costado tanto, sino por haber sido durante medio siglo doloroso y más, para bien del resto de nuestro imperio, el laboratorio donde los franceses se refinó el sentido colonial” [ 76 ].

Pero las dos obras más importantes fueron escritas por el gran geógrafo Augustin Bernard, primera L’Algérie publicada en 1929 por Alcan editions, que el censista Georges Hardy calificó como «una obra maestra de inteligencia y medición», debido a «un argelino adoptado». [ 77 ]; luego, en 1930, el volumen II, L’Algérie , de la gran Historia de las colonias francesas y de la expansión de Francia en el mundo , publicado bajo la dirección de Gabriel Hanoteau y Alfred Martineau. Este libro también dio lugar a una entusiasta reseña de Joannès Tramond, de la que la siguiente es la conclusión relativa al período más reciente: “M. Augustin Bernard, que fue uno de los actores [ 78], no puede considerar que haya entrado todavía en la historia; también a hombres como Laferrière, Jonnart, Revoil, debe, incluso más que el homenaje dado a la obra cumplida, llevar esta ayuda para decir cómo y por qué no se cumplió del todo, qué se debe hacer para darles esta recompensa última que está completado. Esta última parte del volumen que estamos analizando presenta, por tanto, a veces el carácter de un programa de futuro, al menos tanto como el de un inventario del pasado. Pero, ¿no es la mejor demostración que se puede dar de la utilidad del trabajo histórico para probar también cómo conduce a la seguridad en la acción? Así como el mejor elogio que se puede hacer de la obra francesa en el norte de África es el que se desprende de estas páginas del señor Augustin Bernard:79 ].

Este período vio así una especie de apogeo para la Société de l’histoire des colonies françaises, manifestado primero por la recepción que ofreció a su presidente Alfred Martineau para celebrar la concesión del premio Gobert de la Academia Francesa, el 15 de enero de 1929. Después del discurso de su más antiguo amigo Georges Teissier, miembro del Instituto, le tocó al secretario general, Joannès Tramond, elogiarlo como historiador y fundador de la SHCF [ 80 ]. Entonces Alfred Martineau respondió con emoción, rindiendo homenaje a todos los miembros importantes de la Sociedad, en particular a Augustin Bernard, “el hombre más calificado para hablarnos de Argelia” [ 81], Henri Froidevaux, «el hombre de Francia que posee el conocimiento más amplio y seguro de todo nuestro dominio colonial» [ 82 ], Christian Schefer, «quien en sus escritos supo mejor que nadie cómo sacar a relucir el espíritu de nuestro dominio colonial». instituciones» [ 83 ], y Johannès Tramond: «siendo el miembro más joven del equipo, es sobre él que están dirigidas todas nuestras esperanzas para el futuro y el éxito» [ 84 ].

Asimismo, en 1931, la Société d’histoire des colonies françaises demostró su dimensión internacional organizando el primer Congreso Internacional de Historia Colonial, reuniendo una veintena de asociaciones, representadas por 140 delegados, del 22 al 25 de septiembre, en la Cité información de la Exposición colonial internacional en Vincennes, bajo la presidencia del mariscal Lyautey. extranjeros de la dirección de esta historia tanto como temas específicos. Se reunieron de nuevo en La Haya los días 4 y 5 de julio de 1932 para ampliar sus conversaciones. Mientras tanto, la revista había cambiado su título a Revue d’histoire des colonies.de enero de 1932, sin duda para expresar su deseo de ampliar su mirada.

La percepción de la historia de Argelia por la Sociedad y la Revista

Así, la SHCF había comenzado a ejecutar el ambicioso programa definido en 1925 por Gabriel Esquer. Y sin embargo, con el paso del tiempo, los historiadores de hoy no pueden releer todos estos números de la Revista sin incomodidad. Porque la contradicción entre la concepción «metódica» de una historia colonial circunscrita a tiempos relativamente lejanos y una conmemoración destinada a hacer el balance del siglo sólo podía resolverse convocando a especialistas de disciplinas distintas a la historia, acostumbrados a trabajar sobre temas mucho más cerca del presente. Pero también y sobre todo porque la contradicción entre el supuesto apoliticismo de la historia metódica y la voluntad militante de una sociedad comprometida en el marco del “partido colonial” era flagrante. Alfredo Martineau, en su respuesta al discurso de Joannès Tramond del 15 de enero de 1929, había expresado inconscientemente esta contradicción de una manera particularmente llamativa. Por un lado, había repetido, «el papel como deber del historiador es presentar a sus lectores, con la mayor imparcialidad, menos una opinión personal, siempre sujeta a cautela, que un conjunto de razones y de hechos que pueden permitir que todos tomen una decisión con total independencia. Mantener la mente despierta en lugar de darle una dirección es simple precaución. Por eso la historia, cualquier historia, sea la que sea, debe escribirse siempre de manera objetiva, excepto a veces para echar un velo sobre el libertinaje de Noé (sic)” [ había repetido, «el papel como deber del historiador es presentar a sus lectores, con la mayor imparcialidad, menos una opinión personal, siempre sujeta a cautela, que un conjunto de razones y hechos que pueden permitir a cada uno decidir independientemente. Mantener la mente despierta en lugar de darle una dirección es simple precaución. Por eso la historia, cualquier historia, sea la que sea, debe escribirse siempre de manera objetiva, excepto a veces para echar un velo sobre el libertinaje de Noé (sic)” [ había repetido, «el papel como deber del historiador es presentar a sus lectores, con la mayor imparcialidad, menos una opinión personal, siempre sujeta a cautela, que un conjunto de razones y hechos que pueden permitir a cada uno decidir independientemente. Mantener la mente despierta en lugar de darle una dirección es simple precaución. Por eso la historia, cualquier historia, sea la que sea, debe escribirse siempre de manera objetiva, excepto a veces para echar un velo sobre el libertinaje de Noé (sic)” [ Mantener la mente despierta en lugar de darle una dirección es simple precaución. Por eso la historia, cualquier historia, sea la que sea, debe escribirse siempre de manera objetiva, excepto a veces para echar un velo sobre el libertinaje de Noé (sic)” [ Mantener la mente despierta en lugar de darle una dirección es simple precaución. Por eso la historia, cualquier historia, sea la que sea, debe escribirse siempre de manera objetiva, excepto a veces para echar un velo sobre el libertinaje de Noé (sic)” [86 ]. Esto no le impidió concluir que “la Sociedad para la Historia de las Colonias Francesas pretende servir bien a Francia por la probidad de su trabajo y hacer que este trabajo sea aún más entrañable por la bella apariencia de sus publicaciones. No tengo ninguna duda de que este doble homenaje al arte y al país ganará todos sus votos” [ 87], sin parecer consciente del riesgo que implica hacer de la historia la sierva del patriotismo, es decir, en última instancia, de la política. En varias ocasiones, la revista había expresado con discreción críticas hacia los juicios demasiado abruptos en su opinión expresados ​​por el historiador de izquierda Charles-André Julien, socialista y comunista de un momento; particularmente con motivo de la publicación de su Histoire de l’Afrique du Nord en 1931, que inspiró a Joannès Tramond a escribir una reseña dividida entre la admiración por una obra muy atractiva y las reservas sobre juicios a veces discutibles: «Muchas críticas, reservas de los últimos parte del libro suenan un poco a ecos de política, casi a polémicas de actualidad” [ 88]. Pero la propia revista también estaba acostumbrada a emitir juicios políticos abiertamente. ¿Qué se puede decir, por ejemplo, de esta observación de Augustin Bernard al concluir su muy elogiosa reseña del libro del general Azan sobre el emir Abdelkader, que «nos enseña en particular que nunca debemos pactar con un jefe nativo antes de haberlo reducido a nuestra misericordia y por hacerle sentir nuestra fuerza” [ 89 ]? O la conclusión del artículo de Georges Weil, famoso historiador republicano [ 90] – sobre los republicanos franceses y Argelia: “La Edad Media sólo terminó en 1830, cuando la toma de Argel devolvió el norte de África a la civilización. No es un mérito mediocre que los republicanos franceses hayan sido de los primeros en comprender la importancia de este acontecimiento y la necesidad de convertirlo en el punto de partida de una conquista regular y definitiva . » [ 91 ] La declaración quizás no era falsa, a excepción de la última palabra.

La revista aún no había informado en 1931 sobre el libro L’Algérie vivra-t-elle  [ 92 ] , que el exgobernador general Maurice Viollette, convertido en senador, había publicado para defender el proyecto de ley que había presentado. vincular aún más las élites indígenas a Francia reparando el «pecado de omisión» del Centenario en su consideración. Pero Augustin Bernard dio a conocer lo que pensaba al respecto más tarde en L’Afrique française  : “M. Viollette, ex gobernador general de Argelia, escribió un libro: ¿Vivirá Argelia?cuyo título solo nos parece, si no blasfemo, por lo menos desafortunado, por decir lo mínimo. Si no estamos convencidos de que Argelia es inmortal como la propia Francia, de la que es parte integrante, si surge la menor duda sobre este tema en nuestra mente o en la de los nativos, la partida está perdida de antemano. Hay palabras que no deben pronunciarse: Dii avertant omen , [ 93 ] decían los antiguos. Si la civilización occidental ya no tiene confianza en sí misma, si duda de su futuro y de su superioridad, no es de extrañar que pierda su prestigio a ojos de los nativos .]. Estas consideraciones articularon claramente los límites que la mayoría de los activistas coloniales creían que tenían que imponerse a sí mismos. También formulan la mejor explicación del fracaso de la revista en discernir las causas del inminente fracaso de la política francesa en Argelia, un verdadero punto ciego en su visión.

En efecto, el reproche más grave que se le podría hacer, como revista de historia que pretendía tener esta cualidad, sería su incapacidad para prever el nuevo rumbo que iba a tomar la historia de Argelia en los años siguientes, sin la República Francesa encontrando los medios para reaccionar de manera eficaz para evitar el agravamiento del conflicto hasta su desenlace final. Sin duda, podemos encontrar atenuantes en el hecho de que la North African Star hubiera sido disuelta en 1929, sin reconstitución visible antes de 1933, y que la Asociación de Ulemas, fundada en 1931, sólo comenzara a radicalizarse tras la exclusión por parte de su dirección de la jefes de cofradías en 1932. Pero cómo no lamentar la ausencia en 1930 o 1931 de una «historia inmediata» independiente de las limitaciones políticas,

chico perville

Este volumen forma parte de las publicaciones de la Sociedad Francesa de Historia de Ultramar, que también publica la revista Outre-mers, revue d’histoire , en la que corresponde al T. 100, n° 376-377 (2012). En esta rica colección de 659 páginas, los 39 artículos de 42 autores presentan diferentes aspectos del contenido de la revista durante el último siglo en cinco partes:

  1- El Centenario de la SFOHM 1912-2012.

  2- Los imperios coloniales en el momento de la creación de la asociación.

  3- De la Sociedad para la Historia de las Colonias Francesas a la SFHOM. La creación y vida de la Asociación, ¿reflejos de mentalidades imperiales?

  4- De la Revista de la historia de las colonias francesas en Ultramar, revisión de la historia . Análisis crítico de contenido.

  5- Conmemoraciones e historia: temas críticos.

Sobre la historia de la colonización francesa en el norte de África, se leerán, además de mi comunicación sobre Argelia, las de Pierre Vermeren, «Lyautey en Marruecos en 1912: ambiciones, juegos de poder parisinos, entorno político y cuestiones geopolíticas -política» (pp. . 81-92), y de Colette Zytnicki, «Transmitiendo la historia de las colonias. Enseñando el pasado del norte de África en la Sorbona (1900-1945)» (pp. 569-590).

1 ] Esta nueva élite de formación francesa acababa de ser objeto de un libro de uno de sus miembros, Ismaël Hamet, Les Musulmans français dans le Nord de l’Afrique , París, 1906. Su autor era profesor en el Instituto de Estudios Islámicos Avanzados en Rabat ( Revue de l’Histoire des Colonies Françaises , 1924, pp. 271-272, y 1931, p. 471).

2 ] Véanse las Memorias de Messali Hadj , París, J.-C. Lattès 1982, pp. 59-65.

3 ] Carta a Hervé Bazin del 16 de julio de 1916, citada por Hervé Bazin, Charles de Foucauld , Plon, 1925, pp. 210-211, y en mi colección de textos comentados, Europe and Africa from 1914 to 1974 , Paris and Gap, Ophrys, 1994, p. 13

4 ] Chérif Benhabylès, Argelia francesa , pp. 110-111.

5 ] Programa de junio de 1912, citado por C. Collot y JR Henry, El movimiento nacional argelino, textos, 1912-1954 , París L’Harmattan, y Argel, OPU, 1978, pp. 24-25.

6 ] Escrito dirigido al Congreso de la Paz el 18 de enero de 1919 por el “Comité Argelino-Tunecino” (7 signatarios de los cuales 4 tunecinos y 3 argelinos), reproducido por Collot y Henry, op. cit. , pags. 25-30.

7 ] Emile-Félix Gautier, La evolución de Argelia de 1830 a 1930 , Cuadernos del Centenario de Argelia, pp. 31-34 y 38-39.

8 ] Véase Benjamin Stora, Messali Hadj, (1898-1974) pionero del nacionalismo argelino , Le Sycomore, 1982 y L’Harmattan, 1986; Diccionario biográfico de los militantes nacionalistas argelinos (1926-1954) , L’Harmattan, 1989; Las fuentes del nacionalismo argelino, trayectorias ideológicas, orígenes de los actores , L’Harmattan, 1989; Nacionalistas argelinos y revolucionarios franceses en la época del Frente Popular , L’Harmattan, 1987.

9 ] Véase el discurso de Messali Hadj en Argel, 2 de agosto de 1936, en Collot y Henry, op. cit ., págs. 82-85, de El Ouma , septiembre-octubre. 1936.

10 ] Véase el Manifiesto del pueblo argelino en Collot y Henry, op. cit ., págs. 155-165.

11 ] Charles-Robert Ageron, Los argelinos musulmanes y Francia, 1870-1919 , t. 2 págs. 1140-1189.

12 ] Reproducido y comentado por Gilbert Meynier, Argelia revelada, la guerra de 1914-1918 y el primer cuarto del siglo XX , Ginebra, Droz, 1981, pp. 254-257.

13 ] Memorias de Messali Hadj, op. cit. , pags. 91 y 108.

14 ] Charles-Robert Ageron, “¿Fue el emir Khaled, nieto de Abd-el-Kader, el primer nacionalista argelino?”, Túnez, Revue d’histoire maghrébine , 1966; incluido en la reedición de sus obras por Gilbert Meynier y Editions Bouchène, Saint-Denis, 2005, Génesis de Argelia argelina, pp. 131-164.

15 ] Mahfoud Kaddache, Historia del nacionalismo argelino, 1919-1951 , Argel, SNED, 2 t., 1980 y 1981.

16 ] Gilbert Meynier, Argelia revelada, Ginebra, Droz, 1981. Luego, Gilbert Meynier retomó la cuestión y le dedicó un libro completo, escrito en colaboración con Ahmed Koulakssis: L’émir Khaled, premier zaïm? Identidad argelina y colonialismo francés, París, L’Harmattan, 1987.

17 ] “Emir Khaled’spetition to President Wilson”, texto publicado y presentado por Charles-Robert Ageron en la Revue d’histoire maghrébine n° 19-20, julio de 1980; republicado en las obras de Charles-Robert Ageron publicadas por Gilbert Meynier en Editions Bouchène, Genesis of Argelian Algeria, pp. 165-178. Reproducido y comentado en mi colección de textos Europe and Africa from 1914 to 1974, Paris and Gap, Ophrys, 1994, pp. 25-35.

18 ] “Al margen del nacionalismo. ¡Francia soy yo!” por Ferhat Abbas, The Franco-Muslim Entente No. 24, 27 de febrero de 1936. Reproducido por Claude Collot y Jean-Robert Henry, The Argelian National Movement, Texts 1912-1954 , Paris, L’Harmattan, and Argel, OPU, 1978 , pags. 65-67.

19 ] Abdelhamid Ben Badis, “Clear Declaration”, reproducido por Collot y Henry, op. cit. , pags. 67-69.

20 ] Consultamos la Revista en Internet en la versión reproducida por Gallica, que va de 1913 a 1931. Lamentablemente, faltan también los 2º semestres 1920 (n° 31-32) y 1923 (n° 43-44) como todo el año 1928 (n° 61-62-63-64-65 y 66). La periodicidad de la revista aumenta de 4 a 6 números por año a partir de este año 1928.

21 ] Índice compilado por el Secretario General Henri Froidevaux.

22 ] Revue de l’Histoire des colonies françaises , 1913, pp.1-38.

23 ] François Leimdorfer, Discurso académico y colonización, temas de investigación sobre Argelia durante el período colonial , París, Publisud, 1992, 320 p (relación de tesis defendidas de 1870 a 1962, pp. 287-299).

24 ] Gérard Noiriel, ¿Qué es la historia contemporánea? , París, Hachette, 1998, pág. 14

25 ] Girardet (Raoul), La idea colonial en Francia, 1871-1962 , París, La Mesa Redonda, 1972; ¿Ageron (Charles-Robert), la Francia colonial o el partido colonial? , París, PUF, 1978.

26 ] Christian Schefer, “La conquista total de Argelia, Valée, Bugeaud y Soult”, RHCF , 1916, pp. 19-76.

27 ] Christian Schefer, La Francia moderna y el problema colonial (1815-1830) , París, Alcan, 1907, XX-460 p.

28 ] Victor Demontès, Colonización militar bajo Bugeaud , París, Larose, 1918, 632 p; y Documentos personales del general Berthezene relativos a la colonización de Argelia, precedidos por una memoria sobre los prejuicios del general Berthezene sobre la colonización de Argelia , París, Larose, 1918, 311 p. El primer tema ya había sido tratado por G. Ferrand en París en 1909 (Leimdorfer, op. cit. , p. 290). Charles-Robert Ageron optó por dedicar su propia tesis secundaria al mismo general Berthezène para rehabilitarlo refutando los severos juicios de Victor Demontès.

29 ] Victor Demontès, El pueblo argelino, ensayo sobre la demografía argelina , Argel, Imprenta argelina, 1906, 619 p.

30 ] Gustave Gautherot, “Maréchal de Bourmont and Admiral Duperré”, RHCF , 1922, pp. 189-232.

31 ] Reseña de Christian Schefer, De una guerra a otra, ensayo sobre la política exterior de la Tercera República (1871-1914), RHCF , 1920, pp. 309-316 (este volumen no es reproducido por Gallica).

32 ] Revista reproducida por Gallica entre 1891 y 1908, y que siguió publicándose hasta 1940.

33 ] Véanse en particular en la Revue des deux mondes , los artículos de XXX, 1 de abril de 1903, “El régimen de Argelia a principios del siglo XX”, de Paul Leroy-Beaulieu, 1 de mayo de 1906, “Francia en el ‘África del Norte, indígenas y colonos’, y de Rouire, 1 de abril de 1909, ‘Los indígenas argelinos, la necesidad de un nuevo programa político y el futuro de las razas indígenas’, reproducido en Les Trésors Retrés de la Revue des dos mundos, Argelia, 1830-1962 , París, Maisonneuve y Larose, 1999, pp. 337-424.

34 ] “Los estudios de historia argelina de M. Christian Schefer”, RHCF , 1913, pp. 246-248.

35 ] “Los archivos argelinos y la historia de la conquista”, RHCF , 1913, pp. 253-254.

36 ] Sobre los papeles del general Berthezène, RHCF , 1919, pp. 127-135 (“M. Victor Demontès ha prestado un verdadero servicio a la historia de Argelia”); sobre la colonización militar bajo Bugeaud, RHCF , 1920, pp. 349-357 (“En todos los aspectos, la tesis principal de M. Demontès es una excelente obra” (…) hay que “desear pleno éxito a este libro de conciencia y ciencia al que la Academia de Ciencias Morales y los políticos ya han recompensa justa”). La revista publicó otro artículo más de este autor: “A Tunisian protectorate essay in Oran”, RHCF 1923, pp. 252-288.

37 ] París, Pedone y Gambier, RHCF , 1917, pp. 377-378.

38 ] París, Plon, 1918, RHCF , 1919, p. 136.

39 ] RHCF , 1921, pág. 165.

40 ] RHCF , 1917, pág. 492.

41 ] RHCF , 1922, pág. 361-362.

42 ] RHCF , 1917, pág. 378-379.

43 ] RHCF , 1925, pág. 155.

44 ] En particular, una colección de 12 folletos que tratan los principales aspectos de la obra colonial, los Cahiers du Centenaire de l’Algérie, que fue revisado en RHCF, 1931, pp. 312-313. Lista de estos folletos: I “Argelia hasta la penetración del Sáhara”, de JM Bourget; II “La pacificación del Sáhara y la penetración sahariana (1852-1930)” del General O. Meynier; III “La evolución de Argelia de 1830 a 1930”, de EF Gautier; IV “Los grandes soldados de Argelia”, del general Paul Azan; V “El gobierno de Argelia”, de Louis-Milliot; VI “Arte antiguo y arte musulmán en Argelia”, de A. Berque; VII “Argelia Turística”, del General de Bonneval; IX “Producciones argelinas”, de Jean Blottière; X “Vida y costumbres en Argelia”, de Pierre Deloncle; XI “Francia y las obras indígenas en Argelia”, de Jean Mirante; XII Mapas-índice, glosario, documentos anexos, memoria general. Cuaderno complementario:

45 ] Esta sección probablemente se debió al nuevo Secretario General, Joannès Tramond, con quien Henri Froidevaud había compartido la tarea en 1924 antes de entregarle todas sus responsabilidades en 1925.

46 ] RHCF , 1930, pág. 1-44.

47 ] París, 1930, 154 p., RHCF , 1930, p. 530-531. En el mismo género, La toma de Argel contada por un testigo, Jean-Toussaint Merle, prólogo y notas de J. Almeras, París, Jonquière, 1930, 182 p, RHCF , 1930, p. 527.

48 ] ​​RHCF , 1931, pág. 285-292.

49 ] París, Champion y Argel, África Latina , 1923, 678 p, RHCF , 1925, pp. 126-131; reedición París, Larose, 1929, 570 p., RHCF , 1930, pp. 82-84.

50 ] Emir Abdelkader (1808-1883). Del fanatismo musulmán al patriotismo francés , París, Hachette, 1925, 212 p., RHCF , 1925, pp. 620-623;) La expedición de Argel , París, Plon, 1930, 230 p., RHCF 1930, pp. 313-314; Sidi-Brahim , París, Lavauzelle, 1930, RHCF 1930, pp. 501-508; Bugeaud and Argelia , París, ediciones de Petit Parisien, 1930, 172 p., RHCF 1930, pp. 643-645. Y otros autores, como el general Ibos, el general Cavaignac, un dictador republicano , París, Hachette, 1930, 236 p., RHCF 1931, pp. 325-327.

51 ] Paul Raimbault, Argel 1830-1930, las grandes figuras del Centenario , París, Larose, 1929, 276 p., RHCF 1930, pp. 322-323; Henry d’Estre, Los conquistadores de Argelia , París, Berger-Levrault, 1930, 244 p., RHCF 1931, pp. 429-431, o Maurice Constantin Weyer, La vida de Yousouf , París, Gallimard 1930, 240 p., RHCF 1931, pp. 197-199, André Lichtenberger, Bugeaud , París, Plon, 1931, 261 p., y Lucas Debreton, Bugeaud, el soldado, el diputado, el colonizador , París, Albin Michel, 1931, 328 p., RHCF 1931, pp. 662-663.

52 ] Colección de documentos inéditos de la historia de Argelia después de 1830, 1ª serie, Correspondencia general, II, Correspondencia del general Voirol, (1833-1834) , París, Champion, 1924, 832 p., RHCF , 1925, p. 294-297.

53 ] III, Correspondencia del general Drouet d’Erlon (1834-1835) , París, Champion, 1926, 598 p., RHCF 1927, p. 462.

54 ] Gustave Gautherot, Un caballero en la carretera, mariscal de Bourmont, 1773-1846 , de artículos inéditos, París, PUF, 1926, 478 p., RHCF 1926, pp. 269-270, y La conquista de Argel (1830) , prefacio de Louis Bertrand, París, Payot, 1929, 206 p., RHCF 1929, pp. 629-630 (libro “no del todo libre de espíritu partidista” según Joannès Tramond).

55 ] París, Champion, colección Centenario, 1928, 542 p. , RHCF , 1929, págs. 208-211.

56 ] París, Geuthner, 1925, 391 p., RHCF 1926, pp. 126-130.

57 ] Canónigo Jules Tournier (autor de una carta tesis defendida en 1913 sobre el cardenal Lavigerie y su acción política, 1863-1892 ), La nueva iglesia en África, la conquista religiosa de Argelia (1830-1845) , prefacio de Monseñor Baudrillard, RHCF 1930, págs. 535-536. Cf. Monseñor Pons, La Iglesia nueva de África o el catolicismo en Argelia, Túnez, Marruecos desde 1830 , Túnez, 1930, 344 p., RHCF 1931, pp. 207-210; Canon P. Repetici, Christian Argelia, bosquejo histórico, 1830-1930 , Argel 1930, RHCF 1931,

58 ] París, Champion, 1925, 2 t., 676 p. y 466 pág. , RHCF 1927, págs. 142-147.

59 ] París, Plon, 1929, 3 t. en folio, “publicación de lujo, la más voluminosa de todas las publicaciones del Centenario”, según J. Tramond, RHCF 1931, pp. 319-322.

60 ] Grenoble, Arthaud, 1930, 60 p. y 24 láminas, RHCF 1930, pp. 508-511.

61 ] París, Plon, 1930, 136 p. y placas XXXVIII. RHCF , 1930, págs. 205-207.

62 ] París, Champion, 1924, 256 p. , RHCF 1925, págs. 138-140.

63 ] Argel, J. Carbonnel y París, Rousseau, 1926, 394 p. , RHCF 1926, págs. 279-281.

64 ] Editions du Comité Bugeaud, París, 1928, XXXXVI-252 p., RHCF , 1929, pp. 205-206.

65 ] René Lespès, Argel, estudio de geografía urbana , Argel, J. Carbonnel, 1925, 222 p, y Argel, estudio de geografía e historia urbana , París, Alcan, 1930, 860 p. RHCF 1926, págs. 114-116 y 1931, págs. 202-205.

66 ] París, Champion, 1929, 757 p., RHCF 1931, p. 76-78.

67 ] Argel, Heintz, 1930, 100 p., RHCF 1930, pp. 647-648.

68 ] Acababa de publicar La islamización del norte de África, La Edad Oscura del Magreb , París, Payot, 1927, 432 p.

69 ] París, Alcan, 1930, 354 p., RHCF , 1931, p. 78-80. EF Gautier fue un extraordinario investigador y académico, especialista en Madagascar luego en el norte de África y el Sahara, profesor en la Universidad de Argel de 1902 a 1935. Fernand Braudel, profesor en el puesto en Constantine luego en Argel de 1924 a 1932, nunca dejó de citarlo con elogios.

70 ] Impresión personal muy clara. Pero su último libro, L’Afrique blanche , París, Fayard, 1939, 366 p., fue mucho más lúcido e inquieto.

71 ] París, E. Figuères, 1930, 220 p., RHCF , 1930, p. 531-532.

72 ] Argelia agrícola , Argel, París, Larose, 1930, 367 p. ( RHCF , 1931, pp. 72-77, y L’Algérie industrielle et commercial , París, Larose, 287 p.

73 ] París, Boivin, 1927, 328 p., RHCF 1927, p. 618-621.

74 ] París, Armand Colin, 1930, 424 p. Lucien Febvre, en Annales , 1931, vol. 3, pág. 126, le dedicó una breve pero entusiasta reseña.

75 ] Una obra francesa: Argelia , de Mm Marshal Franchet d’Esperey, M. Bompard, M. de Peyerimhof, de Fontenelle, P. Ernest Picard, Sabatier, General Paul Azan, B. de Saint-Quentin, A. Bernard , E. Philippar, J. Watteau, EF Gautier, conferencias en la Escuela de Ciencias Políticas de París, RHCF 1930, pp. 325-327.

76 ] París, Alcan, 1930, 526 p., RHCF 1931, p. 573-576.

77 ] París, Alcan, 1929, 523 p., RHCF 1929, p. 312-313. Véase la reseña favorable de Lucien Febvre en Annales , 1929, vol. 1, nº 3, pág. 477-478.

78 ] Por haber sido profesor en la Ecole Supérieure des Lettres de Argel de 1894 a 1902, en la época de los disturbios separatistas y antijudíos.

79 ] Historia de las colonias francesas y de la expansión de Francia en el mundo , bajo la dirección de Gabriel Hanoteau y Alfred Martineau, t. 2, Argelia , por Augustin Bernard, París, Sociedad Nacional de Historia, Plon, 1930, 548 p. RHCF , 1931, págs. 81-84. Publicó también con el mismo título, L’Algérie , París, Laurens, 1931, 250 p., una antología de textos presentados en 14 páginas., RHCF , 1931, pp. 425-426.

80 ] RHCF , 1929, n.º 67, pág. I a XX (después de la pág. 112). Alfred Martineau (1859-1945), archivero, luego diputado, alto funcionario y gobernador de las colonias, en particular de la India francesa, fue profesor de historia colonial hasta 1935 en el Collège de France.

81 ] Augustin Bernard (1865-1947), Doctor en Letras en 1895, enseñó en la Ecole Supérieure des Lettres de Argel de 1894 a 1902, y fue profesor de geografía colonial del norte de África en la Sorbona de 1920 a 1935. Fue un miembro importante del Comité para el África Francesa, y fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1938.

82 ] Henri Froidevaux (1863-1954), geógrafo, profesor en la Facultad de Letras de París y luego en el Instituto Católico, fue secretario general de la RHCF de 1913 a 1924, luego director de la revista L’Asie française.

83 ] Christian Schefer (1866-1944), profesor de la Escuela Libre de Ciencias Políticas, fue tesorero de la SHCF, luego miembro de la Academia de Ciencias Coloniales.

84 ] Joannès Tramond (1882-1925), antiguo alumno de la École Normale Supérieure, agregado y profesor de la Escuela Naval, publicó un Manuel d’histoire marítima de la France (1916, reeditado en 2010) luego con su colega André Reussner, Elementos de la historia marítima y colonial contemporánea, 1815-1914 ( RHCF 1925, pp. 135-138).

85 ] RHCF , 1931, pág. 227-230, 454-456 y 457-516.

86 ] RHCF , 1929, pág. XVI-XX.

87 ] Ibíd ., pág. XX.

88 ] Historia del norte de África , prefacio de S. Gsell, París, Payot, 1931, 866 p., RHCF , 1931, pp. 659-661.

89 ] RHCF , 1925, pág. 623. Augustin Bernard también había reseñado un libro de Charles Cockenpot, profesor de la EPS de Argel, The Desmichels Treaty , publicación de la Facultad de Letras de Argel, París, Ernest Leroux, 1924, 228 p. (con fotografía del original del primer tratado firmado por un general francés con el emir Abd-el-Kader), RHCF 1925, pp. 123-125.

90 ] Georges Weil (1865-1944) fue conocido por muchas obras sobre la historia política de la Francia contemporánea, en particular Histoire du parti republicain en France de 1814 à 1870 , París, Alcan, 1930. Su artículo fue retomado y confirmado por Philippe Darriulat, “La izquierda republicana y la conquista de Argelia, de la toma de Argel a la rendición de Abd-el-Kader”, Revue française d’histoire d’outre-mer , n° 307, junio de 1995, p. 129-147.

91 ] RHCF , 1931, pág. 292.

92 ] París, Alcan, 1931, XXIV-503 p.

93 ] “Que los Dioses quiten este presagio”.

94 ] Augustin Bernard, “L’interpellation Viollette”, Boletín del Comité para el África Francesa , n° 4, abril de 1935, p. 4

Contexto sociopolítico en el que vivió Carlos de Foucauld

La batalla de Isly se libró el 14 de agosto de 1844 entre Francia y Marruecos

Norte de África

El origen del enfrentamiento entre Marruecos y Argelia

El conflicto entre ambos vecinos empezó a fraguarse hace más de 50 años

Antonio M. Carrasco
Antonio M. Carrasco El Debate

05/11/2021 Actualizada 09:30a rivalidad, a veces violenta, entre Argelia y Marruecos viene de antiguo. Tenemos que remontarnos al siglo XIX. En 1830, Marruecos es el único país independiente del MagrebArgelia, Túnez y Libia estaban bajo la dominación del Imperio Otomano y Mauritania no existía. Es cierto que la autoridad de los beys otomanos sobre Argelia y Túnez era escasa, casi nominal. En 1830 los franceses desembarcaron en Sidi Ferrouch e inician la toma de Argelia. Encuentran una dura resistencia que acabará liderando el emir Abd el Kader. En un principio, mientras consolidan el dominio sobre Argel y su región, pactan la paz con aquél, llegando incluso a firmar el Tratado de Tafna en 1837, tras una derrota militar francesa, donde reconocen al caudillo argelino como soberano de amplios territorios en el oeste y sur del país. Abd el Kader organizó el país y su ejército y comenzó a ser una grave amenaza para la Francia colonial que temía su nacionalismo y su independentismo. En 1839, el duque de Orleans provocó un incidente con el emir con la excusa de que no respetaba los límites fronterizos trazados en Tafna. Abd el Kader declara la guerra santa contra los franceses, ataca y destruye posiciones de éstos en la Mitidja (la mejor zona de agricultura del país).A partir de aquí la guerra se prolongó durante años. Francia se decidió a acabar con el desafío y mandó a la colonia al general Bugeaud que desarrolló una táctica novedosa. En vez de llenar el territorio de fuertes y posiciones (como luego haría el general Silvestre en el Rif español), decidió organizar columnas móviles que actuaban con rapidez, recorrían bien armadas el territorio para someter a los pobladores y usaban la política de tierra quemada contra los rebeldes. Bugeaud logra mermar la resistencia de Abd el Kaker que, en 1843 arrinconado en las montañas y con muy pocos fieles –unos 3.000–, decide refugiarse en Marruecos donde encuentra la protección del sultán Abderrahman. Francia reaccionó con gran dureza contra los marroquíes, les declaró la guerra y bombardeó Tánger, Oujda y Essaouira. Finalmente, el 14 de agosto de 1844 los franceses y las tropas del sultán con los pocos hombres del emir, se enfrentaron en la batalla de Isly. Fue una gran victoria de Bugeaud, una derrota catastrófica para Marruecos y el principio del fin de Abd el Kader que acabaría entregándose a los franceses de Argelia.

Tratado de Lalla Marnia

Catastrófica para Marruecos porque Francia, aprovechando la ventaja que le dio el triunfo militar, se quedó con una franja importante del territorio oriental de Marruecos. Tras el Tratado de Lalla Marnia en 1845, la frontera entre Marruecos y la Argelia francesa se traza desde Saidia en el norte hasta el puerto de Teniet Sassi en el sur sahariano. Son las fronteras que Marruecos sigue reconociendo. Pero los franceses comenzaron una larga y continua labor de menoscabo del territorio sur de Marruecos. La Francia colonialista fue ampliando su posesión en Argelia hacia el sur y el oeste, entrando en territorios donde el sultán era reconocido como líder, al menos religioso, y con los que había lazos evidentes de relación que no existían con Argelia. Se apoderaron de oasis, salinas, minas e incluso de ciudades como Figuig.En 1900 Francia firma el tratado de París con España y delimita las fronteras en Guinea y Sahara, privando a España de zonas en el Sahara que había explorado firmando tratados con tribus locales como las salinas de Iyil y Adrar Tamar. Lo que era contrario al espíritu de la Conferencia de Berlín. Pero también siguió menoscabando el territorio de influencia marroquí, ocupando las áreas de Gurara, Tuat y Tidikelt. El sultán Hassan no tenía fuerza militar para oponerse, intentó conservar otras regiones cuya soberanía estaba sin concretar en el tratado de 1845 y firmó un protocolo que consolidó el dominio francés. Tras la instauración del Protectorado francés en Marruecos en 1912, Francia trazó una nueva frontera argelina en la región, de manera unilateral, con la llamada línea Varnier (en honor del residente francés en Rabat). En 1934, el coronel Trinquet ocupó Tinduf, fundó una posición en Fort Trinquet en Tiris Zemmour (actual Mauritania) y culminó el proceso de usurpación territorial con una nueva línea fronteriza.Después de la independencia de ambos países en 1956 (Marruecos) y 1962 (Argelia), Marruecos reivindicó estos territorios a Argelia. Primero, por derechos históricos, segundo por la ayuda prestada en 1844 y en la guerra de liberación argelina, y tercero por seguir las tesis nacionalistas de Allal el Fassi, fundador del partido Istiqlal, ejemplo de ultranacionalismo y que reivindicaba hasta la zona norte de Mali. Origen también del anhelo marroquí por el Sahara español. Argelia se negó a tratar el asunto, aceptó como territorio nacional lo que había dejado Francia y dio lugar a una serie de incidentes diplomáticos y encuentros armados. Los incidentes fueron especialmente graves en Tinduf en 1962. Y siguieron en aumento.

En 1963 los hechos acabaron produciendo una guerra entre los dos países que rompió la colaboración entre ambos y que dio lugar a una larga etapa de malas relaciones que dura hasta hoy. Ese año se produjo la llamada Guerra de las Arenas. Con varias escaramuzas, ataques a posiciones, bajas y prisioneros, la guerra pudo haber derivado en un conflicto largo y sangriento que ninguno de los dos países deseaba. Argelia acababa de salir de otra muy larga y de alto coste económico y social. La intervención de la Liga Árabe logró que los combates cesaran y que las tropas volvieran a los cuarteles, pero no se solucionó el fondo del conflicto y las fronteras no se tocaron.Por último, en 1972 ambos países firmaron la convención de Rabat que declaraba intangibles las fronteras coloniales hasta que se llegara a un acuerdo de delimitación de fronteras. Marruecos aceptaba la frontera desde el río Draa hasta Figuig y esperaba la explotación conjunta de las minas de Gara Yebilet en Argelia. Este acuerdo ha permanecido siempre entre una nebulosa que lo oscurece. Se llegó a decir que lo firmo Ufkir con Boumedianne a cambio del apoyo de Argelia a su golpe de Estado, fracasado en Sjirat. Ha habido momentos de distensión y de tensión, pero el conflicto sigue latente.