Fraternidad Emaus – La adoración

DIOS HABLA EN LA SOLEDAD DEL SILENCIO

Dios está allí como lo estás tú, como lo están el cielo y la tierra. Puedes comenzar a hablarle de Inmediato. Así es su presencia. Sus palabras se confunden con los elementos que hay en el  paisaje. Su mensaje se halla dentro de las cosas. Su pensamiento está escrito en la realidad que nos envuelve. Dios se presenta así. Acéptalo. Basta una línea horizontal con el suelo  abajo tus pies, y tú, sentado en lo alto para mirar, y mirar, y mirar. No digas nada. Contempla. No te dejes arrastrar por la curiosidad de tu corazón. ¿No sientes que tu corazón, enfermo de ‘curiosidad’, quiere ya hacer preguntas en vez de contemplar? ¿Qué quiere rebelarse en vez de entrar en éxtasis?

Aún no ha tenido tiempo tu mirada para recorrer el horizonte abierto, cuando ya está pidiendo el corazón, desde las oscuridades tenebrosas de una duda, alguna señal de la presencia invisible; y grita: ‘Dame un signo distinto del que me has dado’. Dame una nueva señal para que sepa que estas aquí, en mí”. ¿Por qué eres así, corazón mío? ¿No te bastan los signos de la naturaleza? No, yo no te pediré otra señal, me bastan las cosas que veo.

No se pide a la propia madre una tarjeta de visita cuando  sales del útero… ¿Qué necesidad tiene mi madre de explicarme que existía antes que yo? Contempla lo que ves. Dios se presenta así. Basta una línea del horizonte, con un pedazo de cielo por arriba y una hormiga por abajo.

Lo invisible no está en el cielo ni en la tierra. Lo invisible es la trascendencia misma, el más allá de las cosas, lo que desborda la visión entera de la creación. Vuelve atrás, muy atrás en el tiempo e imagínate en el seno de tu madre. Encerrado en su útero, tú puedes tocar a tu madre con las manos, con los pies, con todo tu cuerpo. La percibes, la sientes, la tocas, pero no la ves. No ha llegado el momento. ¿Puedes acaso dudar de ella, de su presencia, de su realidad? Y sin embargo, no la ves. El vientre de tu madre constituye tu Génesis, y en el  Génesis hay muchas cosas que es necesario aceptar sin comprenderlas.

La llamada de Dios es algo misterioso, porque viene de la oscuridad de la fe. Además tiene una voz tan débil y discreta, que se necesita todo el silencio interior para percibirla. Y, sin embargo, no hay nada tan decisivo y perturbador para un hombre sobre la tierra, nada más seguro ni más fuerte, contemplación no significa tanto mirar a Dios, como ser mirado por Él.  No pienses en otra cosa Dios está frente a ti. Dios viene a tu encuentro.

Contemplar no significa mirar, sino ser mirado y Dios está ahí y te mira. “No basta lamentarse y decir: ‘¿Dónde encuentro tiempo para orar?’… No te preguntes si tienes tiempo de orar cuando te hayas muy ocupado, pregúntate más bien si tienes tiempo de amar. ”Estar en la mirada de Dios es dejarse mirar, no te preocupes si no sientes nada, déjate mirar sin más. Diría que es un dialogo de miradas tan profundas y silenciosas que envuelven la armonía del alma en un bello cantar espiritual que solo el alma y su espíritu pueden comprender.

Incluso cuando vuelvas a tus ocupaciones nunca dejarás de estar unido a Él, ¿Por ventura el enamorado olvida a su amada por causa de sus ocupaciones? ¡Verdad que no!  Cuando es el amor quien te invade no dejas de pensar todo el día en tu amor, incluso entando ocupado en mil formas de trabajos. ¿Pero porque el sonido del amor es el silencio? El amor, el verdadero, no habla. No reclama nada, no se traiciona a sí mismo, no grita te quiero en cualquier esquina. Suena extraordinariamente bien entre el silencio, es libre y es franco. El alma no habla, pero va del brazo de la eternidad al altar y de este al corazón de Dios.

Vivir es todo un arte complejo cuyas claves vamos desvelando a partir de nuestra propia experiencia en el día a día. Gracias a que hemos metido la pata en tantas ocasiones, somos un poco más sabios. El silencio y la palabra se intercalan en la comunicación humana marcando un código que no siempre es fácil de desvelar. Existen grandes amores que quedan ahogados en el vacío de un silencio eterno. Grandes sentimientos que quedan perdidos en el anonimato del corazón. El silencio es un gran amigo pero al igual que las palabras, tenemos que aprender a utilizarlo para sentirnos cómodos con él. El amor habla aunque se esté en silencio. «La rosa habla del amor en silencio, en un lenguaje conocido solo por el corazón»

El Silencio sagrado y divino es la música del alma, es la presencia amorosa del Espíritu de Dios, que nos transforma por dentro y por fuera, haciendo que nuestra vida sea transparencia amorosa de Dios. El Silencio es la música del alma. Escúchalo…Así, es posible que un día escuchemos, más allá de los sonidos y silencios, el mismo Silencio, sagrado y divino, que es la música del alma.

 “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra” Col 3, 1-3

El fruto de la contemplación es llegar al Manantial del Encuentro, dar nuestra voluntad del todo, para que Él haga la suya en todo.  En el libro del “Peregrino Ruso” se nos dice que si en cada respiración se repiten las palabras: “Señor Jesús, ten misericordia de mí”, el corazón se serena y la persona alcanza el estado de unión con Dios. Esta invocación del nombre de Jesús repetida al respirar, unifica a la persona y la envuelve en su fuerza salvadora: «Señor… Jesús… ten misericordia de mí. Dios tiene su casa en la vida,  Dios no está en las nubes, está en la espesura de la vida. La humanidad tiene como misterio a Dios. La interioridad del ser humano es morada, o templo del Espíritu. Dios tiene sus delicias ahí, en estar con nosotros. Por esta misma razón el Espíritu mueve al alma para ese encuentro de Amor.  Por esto alma mía, no te asuste el silencio de Dios, solo espera que ese silencio sea sonoro. ¡Qué maravilloso es Dios! Te escucha en silencio, te observa sin criticar, valora tus sentimientos y te ama sin preguntar.

Yo creo en Dios como el ciego cree en el Sol, no porque lo ve, sino porque lo siente.

Rafael Verger

DIOS HABLA EN LA SOLEDAD DEL SILENCIO- Fraternidad de Emaus

Dios está allí como lo estás tú, como lo están el cielo y la tierra. Puedes comenzar a hablarle de Inmediato. Así es su presencia. Sus palabras se confunden con los elementos que hay en el  paisaje. Su mensaje se halla dentro de las cosas. Su pensamiento está escrito en la realidad que nos envuelve. Dios se presenta así. Acéptalo. Basta una línea horizontal con el suelo  abajo tus pies, y tú, sentado en lo alto para mirar, y mirar, y mirar. No digas nada. Contempla. No te dejes arrastrar por la curiosidad de tu corazón. ¿No sientes que tu corazón, enfermo de ‘curiosidad’, quiere ya hacer preguntas en vez de contemplar? ¿Qué quiere rebelarse en vez de entrar en éxtasis?

Aún no ha tenido tiempo tu mirada para recorrer el horizonte abierto, cuando ya está pidiendo el corazón, desde las oscuridades tenebrosas de una duda, alguna señal de la presencia invisible; y grita: ‘Dame un signo distinto del que me has dado’. Dame una nueva señal para que sepa que estas aquí, en mí”. ¿Por qué eres así, corazón mío? ¿No te bastan los signos de la naturaleza? No, yo no te pediré otra señal, me bastan las cosas que veo.

No se pide a la propia madre una tarjeta de visita cuando  sales del útero… ¿Qué necesidad tiene mi madre de explicarme que existía antes que yo? Contempla lo que ves. Dios se presenta así. Basta una línea del horizonte, con un pedazo de cielo por arriba y una hormiga por abajo.

Lo invisible no está en el cielo ni en la tierra. Lo invisible es la trascendencia misma, el más allá de las cosas, lo que desborda la visión entera de la creación. Vuelve atrás, muy atrás en el tiempo e imagínate en el seno de tu madre. Encerrado en su útero, tú puedes tocar a tu madre con las manos, con los pies, con todo tu cuerpo. La percibes, la sientes, la tocas, pero no la ves. No ha llegado el momento. ¿Puedes acaso dudar de ella, de su presencia, de su realidad? Y sin embargo, no la ves. El vientre de tu madre constituye tu Génesis, y en el  Génesis hay muchas cosas que es necesario aceptar sin comprenderlas.

La llamada de Dios es algo misterioso, porque viene de la oscuridad de la fe. Además tiene una voz tan débil y discreta, que se necesita todo el silencio interior para percibirla. Y, sin embargo, no hay nada tan decisivo y perturbador para un hombre sobre la tierra, nada más seguro ni más fuerte, contemplación no significa tanto mirar a Dios, como ser mirado por Él.  No pienses en otra cosa Dios está frente a ti. Dios viene a tu encuentro.

Contemplar no significa mirar, sino ser mirado y Dios está ahí y te mira. “No basta lamentarse y decir: ‘¿Dónde encuentro tiempo para orar?’… No te preguntes si tienes tiempo de orar cuando te hayas muy ocupado, pregúntate más bien si tienes tiempo de amar. ”Estar en la mirada de Dios es dejarse mirar, no te preocupes si no sientes nada, déjate mirar sin más. Diría que es un dialogo de miradas tan profundas y silenciosas que envuelven la armonía del alma en un bello cantar espiritual que solo el alma y su espíritu pueden comprender.

Incluso cuando vuelvas a tus ocupaciones nunca dejarás de estar unido a Él, ¿Por ventura el enamorado olvida a su amada por causa de sus ocupaciones? ¡Verdad que no!  Cuando es el amor quien te invade no dejas de pensar todo el día en tu amor, incluso entando ocupado en mil formas de trabajos. ¿Pero porque el sonido del amor es el silencio? El amor, el verdadero, no habla. No reclama nada, no se traiciona a sí mismo, no grita te quiero en cualquier esquina. Suena extraordinariamente bien entre el silencio, es libre y es franco. El alma no habla, pero va del brazo de la eternidad al altar y de este al corazón de Dios.

Vivir es todo un arte complejo cuyas claves vamos desvelando a partir de nuestra propia experiencia en el día a día. Gracias a que hemos metido la pata en tantas ocasiones, somos un poco más sabios. El silencio y la palabra se intercalan en la comunicación humana marcando un código que no siempre es fácil de desvelar. Existen grandes amores que quedan ahogados en el vacío de un silencio eterno. Grandes sentimientos que quedan perdidos en el anonimato del corazón. El silencio es un gran amigo pero al igual que las palabras, tenemos que aprender a utilizarlo para sentirnos cómodos con él. El amor habla aunque se esté en silencio. «La rosa habla del amor en silencio, en un lenguaje conocido solo por el corazón»

El Silencio sagrado y divino es la música del alma, es la presencia amorosa del Espíritu de Dios, que nos transforma por dentro y por fuera, haciendo que nuestra vida sea transparencia amorosa de Dios. El Silencio es la música del alma. Escúchalo…Así, es posible que un día escuchemos, más allá de los sonidos y silencios, el mismo Silencio, sagrado y divino, que es la música del alma.

 “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra” Col 3, 1-3

El fruto de la contemplación es llegar al Manantial del Encuentro, dar nuestra voluntad del todo, para que Él haga la suya en todo.  En el libro del “Peregrino Ruso” se nos dice que si en cada respiración se repiten las palabras: “Señor Jesús, ten misericordia de mí”, el corazón se serena y la persona alcanza el estado de unión con Dios. Esta invocación del nombre de Jesús repetida al respirar, unifica a la persona y la envuelve en su fuerza salvadora: «Señor… Jesús… ten misericordia de mí. Dios tiene su casa en la vida,  Dios no está en las nubes, está en la espesura de la vida. La humanidad tiene como misterio a Dios. La interioridad del ser humano es morada, o templo del Espíritu. Dios tiene sus delicias ahí, en estar con nosotros. Por esta misma razón el Espíritu mueve al alma para ese encuentro de Amor.  Por esto alma mía, no te asuste el silencio de Dios, solo espera que ese silencio sea sonoro. ¡Qué maravilloso es Dios! Te escucha en silencio, te observa sin criticar, valora tus sentimientos y te ama sin preguntar.

Yo creo en Dios como el ciego cree en el Sol, no porque lo ve, sino porque lo siente.

Rafael Verger

La Virgen del Silencio: contemplación y compasión

La Virgen del Silencio, custodia del buen descanso (sin celular..)

Aleteia | Fra Emiliano Antenucci

Ary Waldir Ramos Díaz – publicado el 30/07/21

La Iglesia católica celebra por primera vez la fiesta de la Virgen del Silencio. Entrevista exclusiva al padre Emiliano Antenucci, rector del santuario mariano, que ha recibido la aprobación del Vaticano para la misa votiva

La primera fiesta de la Virgen del Silencio se celebrará el domingo 1 de agosto en Avezzano, en la provincia de L’Aquila, Italia, en el santuario homónimo. El anuncio fue hecho por el padre Emiliano Antenucci, quien deseaba fuertemente este lugar con el apoyo del Papa Francisco. 

Cuando vio por primera vez la imagen de esta Virgen con el dedo sobre la boca, el fraile capuchino quedó impactado y decidió organizar retiros espirituales centrados en el silencio.

Con el tiempo, consiguió reunirse con el Papa y mostrarle la imagen: a papa Bergoglio le gustó tanto que hizo colocar una copia junto al ascensor que toma cada mañana para llegar a la tercera logia del Palacio Apostólico.

Posteriormente, el Papa dio su apoyo al nacimiento de un verdadero santuario dedicado a la Virgen del Silencio, que ahora se encuentra en la iglesia de San Francesco en Avezzano. 

La Virgen del Silencio: contemplación y compasión

Aprovechando la ocasión conversamos con fray Antenucci sobre los beneficios de cultivar el silencio, la oración y la contemplación durante el descanso. Precisamente, el Papa Francisco nos invita a captar estos aspectos importantes de la vida (Ángelus, 18.07.2021). 

“Guardémonos, hermanos y hermanas, del eficientismo, paremos la carrera frenética que dicta nuestras agendas”. Necesitamos de una «ecología del corazón» -dice el Papa-, que consiste en «descanso, contemplación y compasión… ¡Aprovechemos el tiempo estivo para ello!». 

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¿Cómo puede la imagen de la Virgen del Silencio, tan querida por el Papa Francisco, ayudarnos a aprender «a hacer una pausa, a apagar el móvil, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en diálogo con Dios»? 

Es imprescindible detenerse, como nos muestra la mano de la Virgen. Si nos detenemos, descubrimos, mejor, redescubrimos lo que nos rodea y lo que es esencial en nuestras vidas. 

De vez en cuando ponemos el «off line» con el mundo y el «on line con Dios» para escuchar el silencio dentro de nosotros y dejar que Dios hable.

Estamos bombardeados por el ruido dentro y fuera de nosotros, necesitamos redescubrir los sonidos de la naturaleza y el sonido del Silencio para aumentar la calidad de la vida humana y espiritual.

Los frutos del silencio

– ¿Cuáles son los beneficios de cultivar el silencio, la oración y la contemplación durante el descanso?

Hay beneficios psicofísicos y espirituales. El silencio alivia el estrés, pero también nos abre, como nos ha recordado el Papa, a «una ecología del corazón y, yo añadiría, de la mente». Limpiar nuestra casa interior de todo lo que nos aleja de nosotros mismos, de Dios y de los demás es fundamental. El silencio es higiene de la mente y limpieza del corazón. 

El Papa Francisco señala que «la compasión nace de la contemplación». ¿Qué consejo puede dar a los lectores, personas sumergidas en el mundo del trabajo, la familia y la sociedad en general; también tomando como punto de partida su propia experiencia monástica y vocacional franciscana, para tener una vida más contemplativa en la vida cotidiana?

La tarjeta de visita de la Madre Teresa de Calcuta que entregó a los grandes de la tierra es un programa de vida para todos. Estas son las palabras de la Madre Teresa: «El fruto del silencio es la oración / El fruto de la oración es la fe / El fruto de la fe es el amor / El fruto del amor es el servicio / El fruto del servicio es la paz». 

Es un camino sencillo para todos que lleva del silencio a la paz. Entonces creo que durante el día cada uno debe encontrar un cuarto de hora, mejor media hora de silencio, para hacer un balance de su vida y dialogar intensamente con Dios. 

Sin la actitud rapaz de quien quiere poseer y consumir todo…

– ¿Por qué es importante que aprendamos a descansar de verdad, haciéndonos capaces de una verdadera compasión; sin realizar nuestras actividades con una actitud que el Papa llama «rapaz de los que quieren poseer y consumir todo»? 

El descanso nos abre a la dimensión de la reflexión, la creatividad y el sueño. Las pausas en nuestra vida son fundamentales, como en la música, empezamos a tocar mejor y con más determinación. 

– ¿Cómo se prepara la primera fiesta de la Virgen del Silencio?

En la oración y en las pequeñas cosas que hay que hacer en la preparación. En la vida hay que hacer muchas cosas pequeñas, precisamente de las pequeñas cosas nacen las grandes. Somos pequeños, pero la Virgen es grande.

Virgen del Silencio: La misa y la liturgia

La primera misa de la fiesta de Nuestra Señora del Silencio se celebrará este domingo 1 de agosto, y será presidida por Monseñor Pietro Santoro, obispo de Avezzano. 

Incluso el maestro de ceremonias del Papa Francisco, monseñor Guido Marini participó, el domingo 24 de julio, en los actos relacionados con la primera fiesta, para una catequesis.

El Vaticano también ha aprobado la normativa para las misas votivas en el Santuario del Silencio. 

Una liturgia que en diferentes momentos evoca el don del silencio y la imagen de esta Virgen, que nos aleja de los chismes y de la cháchara.

La aprobación del formulario fue concedida por el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en una carta fechada 1 de noviembre de 2020.