
Conocí a Mauricio en Venezuela, unos meses antes de su desaparición. Escribí este poema:
MAURICIO, HERMANO
Fue breve nuestro encuentro en tierras de Bolivar
Tú arriesgándolo todo,
Yo, descubriendo el mundo.
¡Entrañable ciruja!
¡Pepenador glorioso!
¡Tan presente!
¡Tan ausente!
Sigues… hurgando en mi conciencia, limpiando los caminos,
desbrozando futuros,
barriendo la inmundicia,
recogiendo lo mejor de nosotros,
reciclando ternura.
María Teresa Cervantes Loredo
14 de junio 2007
Mauricio Silva, nacido en Montevideo, sacerdote salesiano, en 1970, a los 45 años, entró en la los Hermanos del Evangelio en Fortín Olmos, Chaco, Argentina. El 14 de junio de 1977, mientras realizaba su trabajo de barrendero en la ciudad de Buenos Aires, fue detenido por un grupo de personas, que se identificó como de la policía. Desde entonces Mauricio Silva integró la lista de personas desparecidas. En homenaje a Mauricio Silva, en el 2003, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos, declaró el 14 de junio como el Día del Barrendero de la Ciudad. La presentación de Gritar el evangelio con la vida, un libro sobre Mauricio Silva es una ocasión para reafirmar la lucha por los desaparecidos y desaparecidas.
