Pablo, simplemente. Testimonio de humanidad necesaria, en el carisma Foucauld

Una persona como Pablo Fontaine Aldunate (13 de junio, 1925 – 3 de febrero, 2024), cura, religioso,
hermano de camino, guía y compañero de tantos y tantas, merecería un gran número de homenajes
de agradecimiento. Simplemente por que lo queremos, simplemente por ser quién fue y vivir cómo
vivió. Este es mi sencillo homenaje para él.
Formador de numerosas generaciones de jóvenes, pastor en cárceles y junto a los pobres, animador
de liderazgos políticos y vinculados al mundo del trabajo, acompañante de enfermos; entre tantas
facetas que Pablo ejerció a lo largo de su longeva vida.
En Pablo se hacía patente una segunda piel, que quienes pudimos compartir, vivir y aprender junto a
él fácilmente podíamos reconocer como el evangelio. Su segunda piel, aquella que iba por fuera, era
el evangelio de Jesús: teñido de compasión, paciencia, escucha y una delicada atención por el otro.
Una permanente inclinación al otro hacía de Pablo una persona tan única como procurada.
Incansable a sus 97 años y ya instalado en Santiago, Pablo continuaba enviando por videos,
mensajes, reflexiones bíblicas y saludos de esperanza a su pueblo en La Unión; dónde desde hoy 5
de febrero descansa su cuerpo. Vale la pena conocer la vida de Pablo y honrar la bondad de alguien
portador de una fina y bella humanidad en estos nuestros días de confuso horizonte.
Son muchas las facetas de Pablo y me parece que vendría bien recordar tres que no por ser más
virtuosas destacaban y hacían de Pablo ser quien era: su humor, su capacidad de escucha y su
testarudo afán misionero. Todo ello lo vivía en una misma presencia. Lo denso era gracioso, lo corto
era eterno, lo suyo era para los demás. No había momento en que no estuviera pensando en la
necesidad del otro, de los presos, de los pobres, de los agentes pastorales, de los migrantes, de los
vecinos en su población El Maitén, de los jóvenes y de los hermanos de congregación. Pablo fue
siempre un hermano, con mayúsculas. Sin distinción ni prejuicios.
Pudiendo haber desarrollado mucho más una vida intelectual, no lo hizo. Una vocación literaria;
tampoco. Aunque esta última no necesitaba de sendas publicaciones, pues se daba naturalmente a
través de su palabra. Pablo entero era una prosa, un cuento y una poesía. Su hablar era ya literatura.
Una exquisita literatura. Y tan llena de humor, de un humor que, sin exagerar, lograba situar en un
plano espiritual. Era una forma alegre y livianamente profunda de tratar los temas que duelen y los
conflictos humanos. Pablo siempre encontraba esa hebra nazarena para unir, encaminar, liberar,
sanar.
Lo anterior, creo, no fue por azar, sino como para otros de su generación (entre ellos Mariano Puga,
Ronaldo Muñoz, el chico Baeza o Pierre Dubois) fue una opción. La opción por los pobres, baluarte
de una teología y mirada eclesial latinoamericana, se hizo carne de modos distintos en quienes la
asumieron tan profunda y generosamente. En Pablo esta tomó el rostro de la escucha atenta y el
servicio humilde, donde enfocó todas sus fuerzas y capacidades.
Sobrellevando sin sobresaltos ni en primeras líneas la honda vinculación entre fe y vida, entre
evangelio y política, entre espíritu y pan; Pablo se hizo literalmente hermano. En ese sentido se
impregnó de la espiritualidad nazarena promovida por Carlos de Foucauld: esperanza en la masa,
evangelio en el corazón del mundo y una vida creyente oculta y de trabajo, mezclada con otros
«como uno más”.

Está la tentación de decir que con Pablo se muere una forma de ser y vivir en Iglesia, a mí me parece
que no. Pablo mismo se reinventó varias veces a lo largo de su vida sabiendo que de eso se trata el
seguimiento de Jesús. Ordenado cura en el preconcilio, militante de la Iglesia de los pobres y con
una postura crítica y cercana al Grupo de los Ochenta, núcleo inicial de Cristianos por el Socialismo,
Pablo nunca perdió la brújula del Evangelio. Su preocupación eran las personas y su respuesta al
rostro herido del otro. “Esa” forma eclesial respondió a un contexto que ya no existe, y Pablo no se
quedó en nostalgias ni mirando tiempos pasados, muy por el contrario, hasta el último día pensaba
en el mañana. Teniendo casi 99 años seguía siendo joven. Anclado en el hoy seguía soñando,
esperando y preguntando. Siempre preguntando. Con Pablo no muere nada, sino que se fortalece
aquello que Jesús defendía en la buena nueva de Lucas: quien ponga la mano en el arado y mire
para atrás no es apto para el reino de Dios.

Pedro Pablo Achondo

Teólogo

https://www.sscc.cl/2024/02/06/pablo-simplemente-testimonio-de-humanidad-necesaria/

SAN CARLOS DE FOUCAULD: YO TUVE UN SUEÑO

Mariano PUGA CONCHA

foucauld-dream-1

Ha sido un acontecimiento muy sencillo: los pequeños y humildes han compartido con el papa Francisco la celebración de la canonización del hermano universal. El hermano Carlos murió por una “sobredosis de humanidad”. Ésta, y no otra, ha sido la causa que ha prevalecido para proclamar santo a un hombre santo, aunque él nunca hubiera imaginado ver su imagen en esa “Gloria de Bernini” hecha con todo amor por los tuaregs sobre la gran haima que han montado cerca de Tamanrasset, y compuesta por trozos de tela azul y pequeñas rocas del lugar: trozos de la vida de los hombres y de las mujeres de esta tierra y trozos del planeta, obra de Dios; piedras que no son armas arrojadizas, sino patrimonio de un mundo maravilloso que nos sustenta y rige, como decía Francisco de Asís en su cántico de las criaturas.

foucauld-dream-2
foucauld-dream-3

El papa Francisco ha disfrutado hablando el árabe con su acento argentino. El fuerte viento le ha arrebatado los papeles, que han volado por las dunas, y él ha seguido hablando en español, y todos lo han entendido, todos los presentes, cada uno con su propia lengua y cultura, su color distinto de piel y su corazón abierto a la fiesta y el compartir. El maestro Jesús nos ha dado una lección de fraternidad universal, un maestro loco por sus discípulos y por todos los seres humanos; un soñador libre, que repite en cada gesto de amor su compromiso con nosotros. El papa nos repartió el pan de los más pobres, el que partió Jesús a sus amigos, -como lo hizo en la canonización de monseñor Romero, que siempre fue San Romero de América-, el que sólo es aceptado cuando se es pobre y se siente uno necesitado de la misericordia de Dios y del prójimo. Es ese pan que el hermano Carlos no pudo compartir en grandes ni pequeñas celebraciones cuando vivió en su etapa africana, pero que supo hacerlo presente con su vida y su condición de vecino y de hombre de Dios, en el Nazaret de participar con su gente tomando el té y los dátiles, sintiéndose necesitado de los demás, frágil y humilde.

foucauld-dream-4

Fue un gran gozo estar con gente de todo el mundo, entre los últimos venidos de todas partes. Gente creyente y no creyente, cristianos y no cristianos que, por encima de las formas religiosas, buscan la paz, la igualdad entre todos, el bien común. No había ornamentaciones ostentosas, ni túnicas doradas, ni cardenales ni obispos ni curas con vestidos llamativos: nada de uniformes ni armas, aunque éstas sean sólo decorativas. Jesús hecho humano por nosotros y hecho amigo de todos por la voluntad de un Padre misericordioso y con capacidad suficiente para albergar en su corazón a todos los pobres del mundo, a todos los que huyen de la guerra, a todos los maltratados por un sistema donde el único dios es el beneficio económico, aún a costa de vidas humanas; el Jesús permanentemente crucificado de los que no tienen nada, el resucitado en todo hombre o mujer que comienza a nacer.

foucauld-dream-5

Y allí estaban ellos, comprendiendo perfectamente la ceremonia sin grandes ofrendas, sin la hipocresía del protocolo diplomático o tantas veces camuflado en religión. Ellos, sin derecho a la palabra, a unos medios de bienestar, a la escuela o la universidad, a una salud y medicinas gratuitas, a formas de vivir dignamente con un techo o una casa, a unos alimentos, a su propia tierra. Ellos han estado allí, miles, sin hacer ruido, ni grandes discursos. Ellos, que no habían oído hablar nunca del hermano Carlos ni de Jesús de Nazaret.

Allí estaba Shilma, refugiada de una etnia rechazada en un país del Sudeste de Asia, Myanmar. Madre de seis hijos, sin pueblo, sin recursos. El rostro de millones de personas atrapadas por las grandes diferencias que el propio hombre ha establecido para distinguir a unos seres de otros. Su marido, Modid, acude a diario para buscar en el campamento el sustento de su familia; padece todos los efectos de la malaria

Golu, diez años, recoge basura en un lugar de la India, y debe mantener a su familia para comer una vez al día el arroz que le quita el hambre, pero que no llega a nutrir como en los países occidentales o a los ricos de su propio país. Golu sueña con el día en que pueda estudiar, aprender a estar en el mundo con todos sus derechos.

foucauld-dream-7

Y Margarita, de México DF, que cuida de su nieto totalmente discapacitado desde hace veinticinco años, luchando y trabajando por su familia; mujer de fe y convencida de que la oración y la confianza en Jesús es su verdadera fuerza. A la Virgen de Guadalupe le pide no solamente por su nieto, o su familia, o sus vecinos; ruega por los pobres más pobres sean del país que sean, y estén donde estén.

Aboubakar, un adolescente de Burkina Faso, pequeño, desnutrido, con el VIH como única herencia de sus padres, sonriente, impresionado porque no es la única persona del mundo que tiene problemas. Sus grandes ojos me hacen pensar en los ojos del Creador.

foucauld-dream-8

Hadmed, setenta años, casi media vida en el campo de refugiados de Yarmuk, en Siria. La guerra sigue estando de compañera diaria, como la permanente música del mp3 en los oídos de cualquier joven europeo o americano. Hadmed sigue pensando en la paz, la paz en las cosas simples y entre las personas hijas de un mismo Dios, a quien se reza en las mezquitas, las iglesias, las pagodas o las sinagogas.

foucauld-dream-9

Y Terry, que pasea cada día por la explanada junto al mar en Cairns, en el norte de Australia, cada día, arrastrando su única pierna. Perdió la otra por su mala circulación de la sangre. El alcohol corre por sus venas junto a los malos recuerdos por haber perdido todo: familia, trabajo, amigos… Se acoge cada noche a la bondad de los voluntarios de un hogar para pobres de solemnidad. A pesar de todo, sigue riendo y hablando con todo el mundo sobre sus sueños y realidades. Es un gran conversador. Yo creo que el único que no le escucha es Warrior, su perro anciano y sordo. Dice que no tiene religión, pero quién sabe…

foucauld-dream-10

Conocí a Raquel, española, asidua de las calles poco iluminadas en Cartagena, donde trabaja para seguir consumiendo heroína y cocaína. Raquel es transsexual y nunca encontró su lugar en la familia, en la sociedad. Se prostituye como recurso para sobrevivir, pero lo que de verdad le da vida es el abrazo de sus compañeras, su apoyo cuando está bien y cuando desea desaparecer de este mundo. Lleva un rosario en su cuello, a modo de collar; dice que le da suerte y le protege. Le da vergüenza entrar en la iglesia, porque la miran mal y llama mucho la atención, pero le reza a Dios y a la Virgen cuando pasa por la puerta.

foucauld-dream-11
foucauld-dream-12

Y podría seguir relatando las vidas y los miles de rostros de Jesús en esta canonización del hermano Carlos, presidida por el Amor de Dios y las llamadas a considerar a cualquier ser humano como hermano, de igual a igual. Todos nos enseñamos unos a otros a ser dignos de un mismo Padre. Unos rezaron la Oración de Abandono, otros cerraban los ojos y soñaban con un mundo mejor. Unos entendieron que la fraternidad es una forma de vivir y de crecer en la espiritualidad y el compromiso por dar sin esperar recibir en las tareas de cada día, otros sintieron que no estaban solos. Nos mirábamos unos a otros, y no había nada extraño entre nosotros, y comprendimos que el mensaje de la vida de este hombre, un hombre de Dios, transciende las fronteras y las religiones, la vida de fe y la de vivir sin Dios. Su mensaje de fraternidad universal, su muerte y resurrección por “sobredosis de humanidad”.

foucauld-dream-13

San Carlos de Foucauld, ruega por nosotros.

foucauld-dream-14

Mariano PUGA CONCHA

Santiago de Chile, junio de 2015

Publicado el 22-06-2015 por Fraternidad Iesus Caritas

SAN CARLO DE FOUCAULD: HE SOÑADO

 Fraternidad Iesus Caritas

sueño-foucauld-1

Fue un evento muy sencillo: los pequeños y los humildes compartieron con el Papa Francisco la celebración de la canonización de su hermano universal. El hermano Carlo murió por un «excedente de humanidad». Este y nada más es el motivo que prevaleció al proclamar santo a un santo varón, aunque nunca hubiera imaginado ver su foto en la «Gloria de Bernini», realizada con tanto amor por los tuaregs, especialmente la gran haima que montado cerca de Tamanrasset y compuesto por pedazos de lona azul y pequeñas rocas locales: pedazos de vida de hombres y mujeres de esta tierra, obra de Dios; piedras que no son armas arrojadizas, sino herencia de un mundo maravilloso que nos sustenta y nos sostiene, como decía Francisco de Asís en el Cántico de las criaturas.

foucauld-dream-2
foucauld-dream-3

El Papa Francisco disfrutó hablando en árabe con acento argentino. El fuerte viento le hizo volar las sábanas, que se esparcieron por las dunas, siguió hablando en español y todos lo entendieron, todos los presentes, cada uno en su idioma y cultura, con su propio color de piel y con el corazón abierto a la fiesta y al compartir. El maestro Jesús nos dio una lección de fraternidad universal, un maestro loco para sus discípulos y para todoslos seres humanos; un soñador libre, que repite su compromiso con nosotros en cada gesto de amor. El Papa nos repartió el pan de los más pobres, el que repartió Jesús a sus amigos -como hizo en la canonización de Monseñor Romero, que siempre ha sido San Romero de América-, pan acogido por los pobres y necesitados de la misericordia de Dios y del prójimo. Este es el pan que el hermano Carlos, que no pudo compartir en las grandes o pequeñas celebraciones, cuando vivió su etapa africana, pero que lo hizo presente con su vida y su condición de prójimo y de hombre de Dios, en Nazaret siendo con su gente tomando té y dátiles, sintiéndose necesitado de los demás, frágil y humilde.

foucauld-dream-4

Fue una gran alegría participar con gente de todo el mundo, de los últimos que llegaron de todas partes. Personas creyentes y no creyentes, cristianos y no cristianos, que, más allá de cualquier forma religiosa, buscan la paz, la igualdad entre todos, el bien común. No hubo ornamentos ostentosos, ni túnicas doradas, ni cardenales, obispos y sacerdotes con vestiduras llamativas: ni gente con uniforme, ni armas, aunque estas sean solo decorativas. Jesús se hizo hombre por nosotros y amigo de todos por voluntad del Padre misericordioso y capaz de acoger en su corazón a todos los pobres del mundo, a todos los que huyen de la guerra, a todos los abusados ​​por un sistema donde el único Dios es el beneficio económico, incluso a costa de vidas humanas; que Jesús crucificado permanentemente en los que nada tienen, el resucitado en cada hombre o mujer que nace de nuevo.

foucauld-dream-5

Y allí estaban, entendiendo perfectamente la ceremonia sin grandes ofrecimientos, sin la hipocresía del protocolo diplomático tantas veces disfrazado de religioso. Ellos, sin derecho a hablar, excluidos de los medios de bienestar, de la escuela o la universidad, de la salud y la medicina gratuitas, de poder vivir dignamente con techo o casa, del alimento y de la tierra propia. Estaban allí, por miles, sin hacer ruido ni grandes discursos. Los que nunca habían oído hablar del hermano Carlos o de Jesús de Nazaret.

Estaba Shilma, una refugiada de un grupo étnico que había sido expulsada en un país del sudeste asiático, Myanmar. Madre de seis hijos, sin gente y sin medios. El rostro de millones de personas tocadas por una gran diversidad que el hombre quiso separar unos de otros. Su esposo, Modid, la cuida todos los días y busca apoyo para su familia en el campamento; está sufriendo de malaria.

foucauld-dream-7

Golu, de diez años, recoge basura en un lugar de la India y mantiene a su familia alimentándolos con arroz una vez al día para evitar el hambre. Pero no puede alimentarse como en los países occidentales o como los ricos en su propio país. Golu sueña con el día en que podrá estudiar y vivir en el mundo con todos sus derechos.

Margherita, de México DF, lleva 25 años dedicando todo su tiempo a su nieto discapacitado, luchando y trabajando por su familia; mujer de fe, perseverante en la oración y confiada en Jesús, su verdadera fuerza. A Nuestra Señora de Guadalupe le pide no sólo por su sobrino o su familia o sus vecinos, sino que reza por los más pobres de cualquier país y dondequiera que estén.

foucauld-dream-8

Aboubakar, un diminuto adolescente de Burkina Faso, desnutrido con VIH como herencia de sus padres, siempre sonriente e impresionado porque no es el único con problemas. Sus grandes ojos me hacen pensar en los ojos del Creador.

Hadmed, setenta años, con casi la mitad de su vida en el campo de refugiados de Yarmuk en Siria. War es su compañero cotidiano como la música mp3 permanente en los oídos de cualquier joven europeo o americano. Hadmed sigue soñando con la paz, la paz en las cosas más sencillas y entre las personas que son hijos del mismo Dios, al que se invoca en la mezquita, en las iglesias, en las padogas o sinagogas.

foucauld-dream-9

Terry, camina todos los días por la orilla del mar en Cairns, en el norte de Australia, arrastrando su única pierna. Perdió el otro por mala circulación sanguínea. El alcohol corre por sus venas junto con los malos recuerdos de haberlo perdido todo: familia, trabajo y amigos… Los voluntarios de una casa de familia lo reciben cada noche con gran solemnidad. A pesar de esto, sigue riéndose y hablando con todos sobre sus sueños y realidades. Es un gran conversador. Creo que el único que no le hace caso es Guerrero, su perro viejo y sordo. Dice que no es religioso, pero quién sabe…

foucauld-dream-10

Conocí a Rachele, una española, asidua visitante de las calles poco iluminadas de Cartago, donde trabaja para seguir consumiendo heroína y cocaína. Rachele es transexual y nunca ha encontrado un lugar en su familia, en la sociedad. Se prostituye para tener los medios para sobrevivir, pero en realidad lo que la vida le ofrece es el abrazo de sus compañeros y el apoyo cuando está bien y cuando quiere acabar con él. Lleva un rosario alrededor del cuello, a modo de collar; dice que le trae suerte y la protege. Le da vergüenza entrar en la iglesia porque la miran mal y llama mucho la atención, pero reza a Dios ya la Virgen cuando pasa frente a la puerta.

foucauld-dream-11
foucauld-dream-12

Podría seguir contando la vida y los mil rostros de Jesús en esta canonización del hermano Carlos, presidida por el Amor de Dios, y la invitación a considerar a todos los seres humanos como hermanos, de igual a igual. Todos nos ponemos en la escuela unos de otros para ser dignos del mismo Padre. Unos rezan la oración del abandono, otros cierran los ojos y sueñan con un mundo mejor. Algunos se han dado cuenta de que ella fraternidad es una forma de vivir y crecer en la espiritualidad y en el compromiso de dar sin recibir en la vida cotidiana, los demás han comprendido que no están solos. Nos miramos y no había nada diferente entre nosotros y comprendimos que el mensaje de la vida de este hombre, un hombre de Dios, trasciende fronteras y religiones, la vida de fe y la vida de vivir sin Dios. fraternidad universal, su muerte y resurrección es para un «excedente de la humanidad».

foucauld-dream-13

San Carlos de Foucauld, ruega por nosotros.

foucauld-dream-14

mariano puga concha

Santiago de Chile, junio de 2015Este artículo fue publicado en Documentos por Fraternidad Iesus Caritas

«Mariano Puga, santo popular de Chile» Iesus Caritas


Mariano Puga se refirió a su mundo, al que él comparte. Un mundo de cesantía, de hambre, de ollas comunes, de mujeres golpeadas por sus maridos, de niños castigados, a veces brutalmente, por sus padres, un mundo donde no siempre se practica el sacramento del matrimonio y donde las más de las veces se ignoran los diez mandamientos, pero donde se ejerce la solidaridad de modo tan natural y simple que nunca un doliente está solo.

En palabras suyas “la “opción por los pobres” no es suficiente, pues en ella hay uno que opta y un optado, produciéndose una relación vertical que no es propia del Reino de Dios. El “por los pobres” convierte a los pobres en objetos de nuestra opción. Mientras que en el “con los pobres” se trabaja codo a codo, se sufre en conjunto y se anuncia la dicha de la Resurrección a los compañeros.

Yo creo que no considerarse feminista es considerarse inhumano, porque la raza humana somos mujeres y hombres. Vivimos en un mundo machista, para qué decir dentro de la Iglesia Católica, ahí ya llegamos a la exageración. Las mujeres en la Iglesia son 3/4 de ella. Son las que hacen la tarea de cada día. Pero cuando se trata de compartir con ella el servicio del poder a la comunidad, no tiene ningún espacio.

Y la iglesia apenas musita declaraciones, la iglesia ha sido cómplice del sistema de mercado. ¿Qué les pasa a los pastores de Chile? Han perdido la capacidad de estar con el pueblo, hacer suyo sus gritos y gemidos, han perdido credibilidad porque hemos escandalizado a nuestro pueblo, le hemos dañado y mentido y ahora estamos en exilio en nuestra propia tierra, encerrados y exiliados en nuestra propia iglesia.

Durante estos meses habíamos tratado de comulgar con el cuerpo de Cristo, baleado, dañado, mutilado, asesinado… ¿No era consecuente comulgar con el cuerpo de Cristo? …. “quien come el Cuerpo de Cristo indignamente, come su propia condenación” (1 Cor 11, 27).

Jesús Herrero Estefanía

Mariano Puga Concha nació el 25 de abril de 1931 en una familia aristocrática. En su juventud ingresó a arquitectura, pero abandonó dicha carrera tras una experiencia como estudiante con personas de un Campamento marginal en el Zanjón de la Aguada. Entonces ingresó al Seminario Diocesano. Fue párroco de la Población La Legua. Su testimonio siempre fue más práctico y encarnado, sobre todo por su adscripción al movimiento de los curas obreros, que declarativo. Aunque también escribió numerosos textos y dio entrevistas en especial en la revista Mensaje de los jesuitas.

Pero la forma más clara, concreta y vivencial de conocer la vida y la misión de Mariano, es a través de algunos testimonios recogidos en el diario Interferencia:

Testimonio de la iglesia en dictadura

“A la salida vi al padre Mariano Puga, rodeado de sus míseros vecinos de la población marginal donde él ejerce su ministerio. Un hombre esbelto y hermoso. Pantalones grises, chaqueta cortavientos, gorro forrado en piel.

No hacía mucho que había salido de prisión. Lo detuvieron en curiosas circunstancias. Había ido a una misa en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, pleno barrio alto. El cura oficiante le invitó a decir el sermón. Mariano Puga se refirió a su mundo, al que él comparte. Un mundo de cesantía, de hambre, de ollas comunes, de mujeres golpeadas por sus maridos, de niños castigados, a veces brutalmente, por sus padres, un mundo donde no siempre se practica el sacramento del matrimonio y donde las más de las veces se ignoran los diez mandamientos, pero donde se ejerce la solidaridad de modo tan natural y simple que nunca un doliente está solo. Gran parte de ese otro mundo que constituía el público asistente a la misa, se conmovió. Pero el presidente de la junta vecinal protestó indignado por el sermón y llamó a, la policía. Se llevaron preso a Mariano Puga, el sacerdote de los marginales, porque lo hallaron subversivo.

A las puertas de la Basílica de Lourdes, el padre Puga testimonió con indignación: Cuando estuve preso, reconocí en uno de los detenidos a un hombre que ahora La Segunda da por muerto en un enfrentamiento en Argentina. Yo estuve a su lado. Estaba tan torturado que no podía ni moverse”.

(Virginia Vidal, “Otras voces, otros temples”, Araucaria de Chile, Número 15, 1981, página 188).

Mariano Puga, santo popular de Chile
Mariano Puga, santo popular de Chile

El cura obrero

“Desde la ventana de su mediagua en Villa Francia, Estación Central, Mariano Puga veía pasar a los obreros que iban caminando muy temprano a sus trabajos. Un día, orando con Jesús, pensó que tenía que cortar toda dependencia económica y ganarse la vida como sus vecinos, como el carpintero de Nazareth. Entonces fue a hablar con la gente de la empresa que estaba construyendo las casas en la villa y al día siguiente comenzó a trabajar de obrero. “Al párroco lo conocían porque andaba repartiendo ripio”, dice Mariano y se ríe. “Me acuerdo que estaban dos cabros chicos mirado esto y uno le dice al otro: «Ese maestro que está ahí me dio la Primera Comunión». ¡Un carpintero de Nazareth es el fundador de la Iglesia de Cristo! ¿tienes esa imagen? No la tiene nadie””.

(Paz Escárate Cortés, “El amor de Cristo urge: Mariano Puga”, Mensaje, vol. 68, página 43).

Cristianos por el socialismo

“A pesar de que diferentes opiniones, hay cierta coincidencia en que la comisión «Los hombres buenos», eran aquellos integrantes que mantenían las mejores relaciones con los obispos y con Silva Henríquez. Es recién con el movimiento “Cristianos por el Socialismo” cuando el cardenal, y en general toda la jerarquía, adopta una postura de rechazo absoluto ante todo planteamiento y toda acción del movimiento. De hecho, Mariano Puga recuerda la reacción del cardenal al enterarse de la preparación del Primer Encuentro Latinoamericano de Cristianos por el Socialismo: “De hecho, el Cardenal Silva nos llamó y nos echó de todo cargo: yo estaba impartiendo un seminario – ¡Fuera!; Roberto Bolton con su equipo de seminario – ¡Fuera!; Humberto Guzmán con su trabajo en la Parroquia Universitaria – ¡Fuera! Nos echó a todos, descabezó a todos de los cargos. Fue increíblemente represivo””.

(Francisco Masías Urbina, “El grupo de los ochenta: pensamiento, acción y radicalización de los sacerdotes de la iglesia católica chilena”, Tesis presentada para optar al grado de Licenciado en Historia, 2015).

La opción por lo pobres no basta

“Así, desde su trinchera de lucha, Mariano Puga articuló un movimiento con los pobladores desde adentro, en sintonía con su pensamiento y su cotidianidad. En palabras suyas “la “opción por los pobres” no es suficiente, pues en ella hay uno que opta y un optado, produciéndose una relación vertical que no es propia del Reino de Dios. El “por los pobres” convierte a los pobres en objetos de nuestra opción. Mientras que en el “con los pobres” se trabaja codo a codo, se sufre en conjunto y se anuncia la dicha de la Resurrección a los compañeros. Cuando se actúa buscando la “suerte de los pobres” se puede acceder a una mejor comprensión del Evangelio.” Un estilo de vida crítico y radical dentro del episcopado chileno que lo llevó a situaciones de peligro, inclusive a la cárcel por la búsqueda de consecuencia entre su cotidianidad e ideología y la lucha por los derechos humanos, algo que podemos asociar con los cientos de perseguidos políticos de índole marxista presos, exiliados, asesinados o desaparecidos bajo la dictadura de Pinochet”.

(Miguel Alonso Correa Flores, “El cristiano marxista y la vía chilena al socialismo”, informe final para optar al grado de licenciado en historia, Universidad de Chile, 2017).

descarga (2)

Feminismo

Yo creo que no considerarse feminista es considerarse inhumano, porque la raza humana somos mujeres y hombres. Vivimos en un mundo machista, para qué decir dentro de la Iglesia Católica, ahí ya llegamos a la exageración. Las mujeres en la Iglesia son 3/4 de ella. Son las que hacen la tarea de cada día. Pero cuando se trata de compartir con ella el servicio del poder a la comunidad, no tiene ningún espacio. Eso es machismo, y tendríamos que empezar por la Iglesia a repensar que Dios, nuestro creador, nos hizo iguales en derechos. Yo creo que la Iglesia no puede hablar mucho en una sociedad machista sin revisarse a ella también”.

(Entrevista de Paloma Grunert, El Desconcierto, 28 de marzo de 2016).

La reacción al estallido social de 2019

“Aburrido hasta el tuétano. Despierto en la mañana y lo primero que me encuentro es con la parálisis política que da cuenta de falta de liderazgo. Discursos fomes, repetitivos, sin creatividad y estúpidos. Somos dictadura y prisioneros de Pinochet, prisioneros de nosotros mismos, de nuestras propias prisiones, de nuestros propios odios (…) Ese pueblo tiene el derecho a destruirlo todo porque todo le han destruido, habrá que preguntarse ¿¡Qué cariño le hemos tenido, qué hogar les hemos brindado!? ¿Qué amor les hemos dado? ¿Qué he hecho yo por afectar para mejor sus vidas? Piñera no entiende lo que está detrás del clamor de la gente, él y muchos como él, no pueden entender el despertar del pueblo, no entiende que las leyes que sostienen el sistema social, de salud, de trabajo, de previsión es excluyente, egoísta, inhumano (…) La revolución no se hace con los poderosos, sino con aquellos que hacen suya la causa de los sin poder y ésos nos faltan hoy. No veo cómo este sistema los va a producir, más bien al revés, el sistema toma a los sin poder y los transforma en los adoradores del modelo de consumo.

Y la iglesia apenas musita declaraciones, la iglesia ha sido cómplice del sistema de mercado. ¿Qué les pasa a los pastores de Chile? Han perdido la capacidad de estar con el pueblo, hacer suyo sus gritos y gemidos, han perdido credibilidad porque hemos escandalizado a nuestro pueblo, le hemos dañado y mentido y ahora estamos en exilio en nuestra propia tierra, encerrados y exiliados en nuestra propia iglesia. Como decía Violeta ¿Qué dirá el santo padre? El proyecto no era de los hombres, era de Dios. La iglesia no es capaz de estar en sintonía con las demandas del pueblo porque dejo de ser pueblo, no entendemos a la gente ni a Jesús, más bien lo sacrificamos, lo destruimos, lo deshumanizamos, lo pisoteamos y lo transformamos en un rito de muertos, de misas convencionales, de ritos justificadores.

(Mariano Puga, ¡El despertar no tiene que morir nunca más!, 23 de octubre de 2019, Comité de Defensa y Promoción de DD.HH. de La Legua)

Carta a los hermanos curas

“Hermanos curas, el pasado martes a las 10:30 en las afueras del Centro de Justicia de Santiago, celebramos la Cena del Señor Jesús entre cientos de personas quienes soñamos un Chile distinto. En especial con los familiares de los asesinados, presos políticos, enceguecidos, callados y encarcelados producto de la protesta social desde el 18 de octubre hasta ahora. Hicimos también memoria de los carabineros heridos, de comerciantes y de gente de los vecindarios que han sido atropellados en sus derechos, de los que han sido atentados y violentados. “Todo lo que le hiciste a tu hermano más pequeño, a mí me lo hiciste” (Mt 25).

Al conocer la realidad sociopolítica de los familiares de las víctimas noté que muy pocos de ellos se sentían en comunión de Iglesia, aunque muchos admiran a Jesús y su mensaje. Esa es la primera impresión que me llevo. Nunca me había tocado la experiencia de una “Iglesia en salida” que exigía una improvisada catequesis de la Eucaristía para ese mundo.

El papa Francisco nos dijo: “la Eucaristía no es un premio para los buenos, sino la fuerza para los débiles” y así lo repetí con todas mis fuerzas. La segunda impresión que me llevé fue ver la cantidad de personas que comulgaron el cuerpo y la sangre del justo, de Jesús de Nazaret. Durante estos meses habíamos tratado de comulgar con el cuerpo de Cristo, baleado, dañado, mutilado, asesinado… ¿No era consecuente comulgar con el cuerpo de Cristo? …. “quien come el Cuerpo de Cristo indignamente, come su propia condenación” (1 Cor 11, 27).

Con dolor me tocó percatarme que éramos solo dos los presbíteros quienes estábamos compartiendo la Cena del Señor con esa masa de gente. ¿Qué es eso? ¿Es esa la Iglesia en salida que nos pide el querido papa Francisco?

Después de tanta solidaridad compartida, con estos hermanos crucificados… ¿Se justifica que solo dos presbíteros hayan acompañado a ese PUEBLO el día que denunciábamos su dolor? “¿De qué vale la fe si no tiene obras?” (St. 2, 14), ¿Con qué Cristo comulgamos?”.

(Carta escrita por Mariano Puga desde el Hospital UC, 3 de marzo de 2020, Comité de Defensa y Promoción de DD.HH. de La Legua)

descarga

Mariano Puga falleció el 14 de marzo de 2020. En su funeral fue acompañado por una multitud de personas sencillas, agradecidas por su vida y su testimonio de lucha y solidaridad.

El adiós del «cura obrero» – Mariano Puga -Ver video: https://youtu.be/N7WE2cMrGx8

Muere Mariano Puga, el cura obrero que luchó contra la dictadura

A los 88 años y rodeado de sus más cercanos de la comunidad La Minga en la Villa Francia, el sacerdote falleció producto de un cáncer linfático. El compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y su lucha incansable por mayor igualdad se mantuvo hasta sus últimos días.

Claudia Carvajal G.  Sábado 14 de marzo 2020 

La madrugada de este sábado, la comunidad La Minga  informó del fallecimiento de Mariano Puga Concha, sacerdote diocesano conocido como un férreo defensor de los Derechos Humanos, particularmente durante el periodo de la dictadura cívico militar en Chile.

Nacido el 25 de abril en Santiago, hijo de Mariano Puga Vega y Elena Concha Subercaseux, estudió Arquitectura y fue justamente esa carrera la que lo puso en contacto con la extrema pobreza cuando, durante el desarrollo de un taller, conoció el campamento San Manuel ubicado en la ribera del Zanjón de la Aguada. Ello lo llevó a abandonar los estudios universitarios y optar por el sacerdocio en el Seminario Diocesano, donde fue ordenado sacerdote en 1959.

Titulado como Doctor en Teología Moral, ejerció también la labor docente en la Pontificia Universidad Católica hasta que en 1972 se enroló en el movimiento Cristianos por el Socialismo, cuyo objetivo era la disminución de la desigualdad social y la injusticia económica, inspirado en la teología de la liberación. Fue también parte del conjunto de religiosos conocido como Grupo de los 80, que adhirieron públicamente a la construcción del socialismo presentados por el entonces presidente Salvador Allende.

Luego del Golpe de Estado, en junio de 1974, fue capturado y conducido a Villa Grimaldi y a Tres Álamos, episodios que él mismo sindicaría como las peores detenciones que sufrió durante su lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet.

Mariano Puga huelga hambre

Condecorado como Héroe de la Paz por la Universidad Alberto Hurtado, su carrera sacerdotal no estuvo exenta de críticas. Las más fuertes vinieron cuando participó de la misa en la que diez condenados por delitos contra los derechos humanos y que cumplían sentencia en Punta Peuco pidieron simbólicamente perdón por los crímenes cometidos durante la dictadura. En el momento, Puga aseguró que “no puede haber perdón si no hay reparación, aporte a la justicia y aporte de la información que ellos manejan y no han planteado a los Tribunales”.

Pese a sufrir un cáncer linfático que incluso lo hizo dejar Chile por unos meses, Mariano Puga no se mantuvo al margen del movimiento social iniciado el 18 de octubre en nuestro país y solo cinco días después y en medio del estado de Emergencia decretado por el Gobierno, el también conocido como “cura guerrillero”, difundió una carta pública en la que interpeló a las autoridades a actuar ejerciendo liderazgos y a la sociedad misma a no bajar los brazos y exigir mayor igualdad. “¡El despertar no tiene que morir nunca más! Hasta que volvamos a ser seres humanos“.

Internado la primera semana de marzo en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, difundió desde allí otro texto instando a los sacerdotes a acercarse a la gente y formar parte de este movimiento social. ““Después de tanta solidaridad compartida, con estos hermanos crucificados, ¿se justifica que solo dos presbíteros hayan acompañado a ese PUEBLO el día que denunciábamos su dolor? “¿De qué vale la fe si no tiene obras?” (St 2, 14), ¿Con qué Cristo comulgamos?”, dice la misiva publicada por nuestro medio, aludiendo a la falta de religiosos durante la celebración de una misa por las personas privadas de libertad desde octubre.

Mariano Puga
Com La mInga

Mariano Puga, el cura obrero, el cura guerrillero, murió a los 88 años. Según informó la Comunidad La Minga, su velorio se llevará a cabo desde las 17 horas de este sábado en la capilla Cristo Liberador de Villa Francia. El domingo 15 a las 11.30 horas, saldrá el cortejo fúnebre desde la misma capilla en dirección a la Plaza Los Héroes donde, a partir de las 15 horas se realizará la Cena del Señor en la Iglesia San Francisco de la Alameda. Luego, a las 18.30 se efectuará un encuentro en José Arrieta con Tobalaba para luego finalizar con una Fiesta de la Resurrección en Villa Grimaldi en la que se podrán presentar libremente manifestaciones de las distintas artes.