Crece la persecución judía contra cristianos en Tierra Santa

Crece la persecución judía contra cristianos en Tierra Santa, según reveladora investigación En 2024, se registraron un total de 111 incidentes contra cristianos, que abarcaron desde acoso verbal hasta agresiones físicas contra clérigos y vandalismo en iglesias y lugares sagrados. Treinta y cinco de estos ataques se dirigieron específicamente a propiedades religiosas, espacios sagrados convertidos en símbolos de vulnerabilidad (ZENIT Noticias ).- 

Jerusalén, ciudad venerada durante milenios como sagrada para tres grandes religiones, se encuentra ahora en el centro de una creciente crisis para una de sus comunidades religiosas más pequeñas. El informe anual publicado el lunes 31 de marzo de 2025 por el Centro Rossing para la Educación y el Diálogo presenta un panorama preocupante de los desafíos que enfrentan los cristianos en Israel y los Territorios Palestinos. En 2024, se registraron un total de 111 incidentes contra cristianos, que abarcaron desde acoso verbal hasta agresiones físicas contra clérigos y vandalismo en iglesias y lugares sagrados. Treinta y cinco de estos ataques se dirigieron específicamente a propiedades religiosas, espacios sagrados convertidos en símbolos de vulnerabilidad. Si bien los líderes cristianos llevan tiempo advirtiendo sobre la creciente hostilidad, las cifras de este año muestran una tendencia que ya no es esporádica, sino sistémica. ¿Los perpetradores? En la mayoría de los casos identificados, jóvenes judíos ultraortodoxos asociados con grupos nacionalistas religiosos fueron los responsables de las agresiones. Si bien se trata de individuos, sus acciones son vistas por muchos como síntomas de un clima más amplio, uno en el que los cambios políticos han normalizado la intolerancia religiosa. “El clima ha cambiado”, declaró un funcionario de la iglesia, quien habló bajo condición de anonimato. “Ya no se trata solo de extremistas individuales. Existe la sensación de que el Estado hace la vista gorda, o peor aún, marca la pauta”. El Centro Rossing, una organización interreligiosa que dirige el Centro de Jerusalén para las Relaciones Judeo-Cristianas, enfatizó en su informe que la sensación de inseguridad entre los cristianos no es meramente anecdótica. Una encuesta incluida en el informe reveló que casi la mitad (48%) de los jóvenes cristianos menores de 30 años están considerando seriamente abandonar la región. Entre ellos, el 77% citó el aumento de la discriminación y la violencia como la razón principal. Este éxodo silencioso es particularmente marcado en Jerusalén, donde la población cristiana es apenas una pequeña parte de lo que era antes. De los casi un millón de habitantes de la ciudad, 13.000 son cristianos: tan solo el 4% de la población árabe y una fracción del total. En contraste, la población judía sigue aumentando, impulsada en parte por la expansión de los asentamientos en Jerusalén Este, apoyada por el gobierno. Ese crecimiento no es casual. El informe lo enmarca en una estrategia más amplia de «judaización», un término que ha cobrado cada vez más relevancia pública a medida que Israel acelera sus planes de construcción de más de 11.000 nuevas viviendas para colonos judíos en Jerusalén Este. Sumado a los cambios demográficos —como el auge de los judíos ortodoxos, que ahora representan el 29% de los residentes de la ciudad—, la trayectoria es clara. Legalmente, estas políticas demográficas se ven reforzadas por la Ley Básica de 2018, que define a Israel como el Estado-nación del pueblo judío. Los críticos argumentan que esta ley ha erosionado los principios inclusivos previamente consagrados en la Ley Básica de 1992, titulada «Dignidad Humana y Libertad». Si bien la nueva ley tiene efectos prácticos limitados, su peso simbólico es significativo: consagra una jerarquía de identidad en una tierra marcada desde hace mucho tiempo por la coexistencia. «No se trata solo de ataques a iglesias», afirmó un académico cristiano en Haifa. Se trata de un cambio fundamental en cómo se nos percibe: no como conciudadanos, sino como huéspedes tolerados. Los cristianos en Tierra Santa se enfrentan a desafíos adicionales que van más allá de la discriminación religiosa. En regiones del norte como Galilea, el crimen organizado ha afectado gravemente a las comunidades árabes, con más de 230 asesinatos solo el año pasado. Aunque los cristianos no suelen participar en estas redes, a menudo se ven atrapados en el fuego cruzado, viviendo bajo la doble carga de la marginación y la violencia. Las disputas por la propiedad complican aún más su situación. La Custodia de Tierra Santa, que supervisa muchos lugares religiosos cristianos, sigue envuelta en múltiples batallas legales con las autoridades municipales por impuestos, derechos territoriales y leyes de zonificación. Si bien las sinagogas y mezquitas suelen beneficiarse de exenciones fiscales más amplias, las instituciones cristianas, especialmente las escuelas y los albergues de peregrinación, luchan bajo la presión administrativa. Esta superposición de problemas crea una tormenta perfecta de desilusión para una comunidad cuyas raíces se remontan a los primeros días de la fe. Con menos nacimientos, más emigración y crecientes presiones legales y sociales, algunos temen que la presencia cristiana en su tierra de origen se reduzca a un simple recuerdo. Aun así, el informe no deja de ser esperanzador. El Centro Rossing continúa abogando por el entendimiento interreligioso y las reformas legales para proteger los derechos de las minorías. Y muchos cristianos mantienen su firme compromiso de quedarse, no solo por deber hacia su herencia, sino por fe en un futuro mejor. “No desapareceremos”, declaró un sacerdote en la Ciudad Vieja de Jerusalén. “Pero necesitamos aliados. Necesitamos voces —judías, musulmanas e internacionales— que no permitan que nos olviden”. En una ciudad donde cada piedra cuenta una historia, la pregunta ahora es qué tipo de historia contará Tierra Santa sobre sus hijos cristianos en las próximas décadas.

Una nueva iglesia para Ur de los Caldeos, donde nació Abraham

Los cristianos iraquís han sido diezmados en apenas 20 años, pasando de 1,5 millones de fieles a unos pocos cientos de miles

María Rabell García 

Cuatro años después de la visita del Papa Francisco -el primer viaje apostólico del pontífice al exterior, cuando todavía continuaba la pandemia de Covid-19-, la comunidad católica iraquí se dispone a inaugurar un nuevo templo en Ur de los Caldeos, la iglesia de Ibrahim Al-Khalil, nombre que remite a Abraham (origen de la fe de judíos, cristianos y musulmanes). El templo forma parte de un complejo mayor que se levanta en la llanura desértica, y se destaca por una característica forma piramidal.

El lugar de culto quiere ser también un estímulo para la comunidad cristiana iraquí, diezmada en los últimos veinte años hasta el punto de que, si en el pasado contaba con cerca de 1,5 millones de fieles, hoy sólo quedan unos pocos cientos de miles. El edificio se levanta en un predio de diez mil metros cuadrados, tiene en su interior una gran sala de 600 metros cuadrados y cuenta con un campanario de 23 metros de altura. El propósito del templo no es sólo estar al servicio de la comunidad cristiana sino también atraer turistas de todo el mundo, especialmente peregrinos cristianos.

A los 4 años de la visita del Papa

Un edificio que es al mismo tiempo un «mensaje», un signo de «apertura», un lugar de «peregrinación internacional» para los iraquíes y creyentes de todo el mundo, cristianos y musulmanes, porque Abraham «es el padre común», dice a AsiaNews el patriarca de Bagdad de los Caldeos, el cardenal Louis Raphael Sako, sobre la inminente inauguración de una iglesia en Ur de los Caldeos cuatro años después de la visita del Papa Francisco. La inauguración debía realizarse el 6 de marzo, en coincidencia con el aniversario de su viaje apostólico, pero «se celebrará después de Pascua -explica el cardenal – porque se espera que asistan a la ceremonia el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani y otras personalidades musulmanas, y preferimos postergarla para después del Ramadán, el mes de ayuno y oración islámico».14

El lugar de culto, explica el cardenal Sako, quiere ser un punto de referencia y un centro de peregrinación «como la iglesia del Bautismo en el río Jordán o la Casa Abrahámica en los Emiratos Árabes Unidos». «Hoy –continúa– necesitamos estos signos y estos lugares que unen a toda la humanidad y constituyen un punto de encuentro para todas las religiones». Este templo es «importante para Irak y para los iraquíes, es un ‘signo’ cristiano en una realidad de gran mayoría musulmana que ayudará a comprender a los cristianos y a respetar su religión, teniendo presente los puntos de coincidencia y aceptando los elementos de diversidad para vivir en paz y estabilidad».

La fachada principal de la iglesia de Ibrahim Al-Khalil
La fachada principal de la iglesia de Ibrahim Al-KhalilAsia News

«Hoy – cuenta el cardenal Sako – todos lo recuerdan la visita del Papa Francisco, así como él mismo ha dicho varias veces que Irak estaba en su corazón. Las condiciones de salud del pontífice son motivo de preocupación no sólo para los cristianos, sino también para las autoridades y muchos musulmanes. «Hace dos días -dice el cardenal- me llamó el primer ministro para preguntarme por su salud y desearle una pronta recuperación. El Papa goza de gran respeto entre la población, porque con su presencia supo cambiar [al menos en parte] la mentalidad, fortaleció la convivencia, el sentido de fraternidad, la conciencia de que la fe es una cuestión personal y que la pertenencia al Estado representa un bien común». Este último es un problema fundamental en Irak «como en general en los países de Oriente Medio, desde Siria hasta el Líbano, pasando por Irak y Palestina. Hay que terminar con la ideología extremista y violenta, con la guerra, la muerte y la destrucción, hay que recurrir a la diplomacia blanda».

El patriarca caldeo considera el ejemplo de otros países árabes, como los del Golfo, donde «ya no hay una ideología religiosa tan extremista, la fe es la base, pero el régimen, el sistema de gobierno debe ser civil. Y hay que trabajar – añade – para construir un Estado de derecho, de justicia, de igualdad, en el que estén garantizados el respeto y la seguridad». Por otra parte, Irak debe valorizar su patrimonio cultural y arqueológico, el «verdadero oro negro», como suele repetir, porque «con el turismo y las peregrinaciones se puede apoyar la economía del país. Un día el petróleo se va a terminar, pero las antigüedades, los tesoros, si se conservan, permanecerán». La valorización del patrimonio, advierte, debe ir acompañada de un compromiso por la paz porque «todos estos frentes de guerra son preocupantes y no sabemos qué puede pasar. Siria y Líbano también son fuente de incertidumbre, aunque espero que puedan continuar por este camino de construcción política, nacional y económica».

Fuente: https://www.eldebate.com/religion/20250227/nueva-iglesia-ur-caldeos-donde-nacio-abraham_274252.html

Originario de Ur de los Caldeos, en la antigua Mesopotamia, Abraham (inicialmente llamado Abram) emprendió un viaje trascendental que cambiaría el curso de la historia. Siguiendo el llamado divino, dejó su tierra natal junto a su esposa Sara y su sobrino Lot, dirigiéndose hacia una tierra prometida que aún desconocía. Esta muestra de fe y obediencia es el cimiento sobre el cual se edifican las narraciones bíblicas.

El Zohar, la mística hebrea

¿Qué es el Zóhar?

El Zóhar es una colección de comentarios sobre la Tora, con el propósito de guiar a aquellas personas que ya han alcanzado elevados niveles espirituales hacia la raíz (u origen) de sus almas.

El Zóhar comprende todos los estados espirituales que experimentan las personas a medida que sus almas evolucionan. Al final del proceso, las almas alcanzan lo que los cabalistas llaman «el final de la corrección», el más alto nivel de la plenitud espiritual.

Aquéllos que no han alcanzado ningún nivel espiritual, puede parecerles que el Zóhar es apenas una compilación de alegorías y de leyendas que pueden ser interpretadas y percibidas en forme distinta por cada individuo. Pero, para aquéllos que han alcanzado elevados niveles espirituales, o sea los cabalistas, el Zóhar es una guía práctica para llevar a cabo acciones internas, con el propósito de descubrir estados de percepción y de sensación más profundos y más elevados.

https://es.slideshare.net/slideshow/el-zohar/22209077#60