Baba Simón y Carlos de Foucauld

Baba Simon, cuya preocupación por una vida espiritual intensa y estructurada se remonta al seminario mayor, siempre quiso seguir siendo sacerdote diocesano y vivir como tal. En la capilla del seminario, la estatua de San Juan María Vianney invitaba a los jóvenes seminaristas a meditar e imitar la vida de San Cura de Ars. El obispo Vogt, cuya santidad tuvo un fuerte impacto en las primeras generaciones de sacerdotes cameruneses, quería ver nacer un clero diocesano que trabajara junto a los Padres del Espíritu Santo.

A principios de la década de 1950, cuando los Hermanitos de Jesús llegaron a su parroquia de New-Bell, Simon se encontró varias veces con René Voillaume. Al descubrir la «Famille Foucauldienne», Simon comprende que ha encontrado lo que ha estado buscando durante mucho tiempo.

Por etapas sucesivas, se comprometerá y asumirá responsabilidades en la fraternidad sacerdotal «Jesús-Caritas» que reúne en una misma búsqueda espiritual a los sacerdotes presentes en todo el mundo…

Estos contactos universales y este acercamiento al Evangelio ya los hombres, «a la manera de Charles de Foucauld», marcaron profundamente a Baba Simon. De él sacó la mirada y la actitud pastoral que harán de él un modelo de espiritualidad sacerdotal honrado por el decreto conciliar Presbyterorum Ordinis y desarrollado en Pastores Dabo Vobis del Papa Juan Pablo II.

En las fraternidades «Jesús-Caritas», preferimos hablar de la «espiritualidad evangélica» de Charles de Foucauld que de la «espiritualidad foucaultiana» como tal. Lo mismo ocurre con Baba Simon.

Queda el hecho de que, aunque pueda parecer excesivo hablar de la espiritualidad de Baba Simon, podemos inspirarnos con gran provecho en la forma en que supo, de manera tan luminosa, acoger y encarnar el ‘Evangelio’.

Si Tokombéré es el lugar donde Simon Mpeke supo desarrollar verdaderamente los múltiples dones recibidos de Dios para el servicio de sus hermanos, lo cierto es que el impacto de su testimonio va mucho más allá de los límites de este pequeño distrito de Mayo-Sava. En toda la diócesis de Maroua-Mokolo conocemos a Baba Simon, en todo Camerún veneramos la memoria de este hombre con un testimonio tan luminoso… Poco a poco su figura resplandece en toda la Iglesia que está en Camerún y, bien más allá, sobre el conjunto de la Iglesia universal.