Presencia de Cristo en los no cristianos: Jacques Maritain, heredero de Tomás de Aquino y Carlos de Foucauld

Escrito por DAGUET François

A lo largo de su vida, Jacques Maritain examinó el misterio de la Iglesia y, en particular, estudió la cuestión del vínculo de la Iglesia con los no cristianos. ¿Hasta qué punto se ordena a Dios el acto justo de un no cristiano? ¿Podemos hablar de pertenecer a la Iglesia de un no cristiano? ¿Qué pasa con los grupos religiosos no cristianos? Todas estas son cuestiones que Maritain aborda refiriéndose a la teología de Tomás de Aquino, que explora en profundidad, no sin desarrollarla en ciertos puntos. Al final de su vida, su pertenencia a la familia espiritual de Charles de Foucauld le permitió desarrollar teológicamente el sentido de la presencia de cristianos entre los no cristianos.

Jacques Maritain siempre ha mirado con cautela los temas teológicos, creyendo que su vocación era fundamentalmente filosófica, y también considerando que no disponía de todo el aparato, derivado de la Tradición, necesario para este trabajo. Sin embargo, según él mismo admite, hay efectivamente una cuestión teológica que lo ha habitado durante toda su vida, la del misterio de la Iglesia, la de la Iglesia entendida como misterio, es decir, una realidad que ‘contemplamos y vivimos. Desde el encuentro del padre Clérissac en 1908 y la publicación póstuma que Maritain emprendió diez años más tarde de su libro El misterio de la Iglesia, hasta la última obra publicada en vida de Maritain, De l’Eglise du Crist (1970), el filósofo tomista reconoce que este sujeto nunca ha dejado de habitar su pensamiento. De hecho, su correspondencia con Charles Journet atestigua la frecuencia de sus intercambios con él sobre la Iglesia, y que para el teólogo de Friburgo fue más que un interlocutor perspicaz, un estimulador incesante. Uno de los aspectos del misterio al que Maritain vuelve una y otra vez es precisamente el de la extensión de la Iglesia entre los hombres y, en particular, la cuestión de la relación de los no cristianos con la Iglesia. En 1932, animando a Journet a escribir un tratado sobre la Iglesia – será La Iglesia del Verbo Encarnado – le escribió: “Este tratado debería iluminar a un hindú y un chino, un taoísta y un budista, como un luterano. y un ortodoxo. ¡Y más en cierto modo! Porque no están «separados», esos. Y todos ellos, salvo un pecado cometido […], son voto de la Iglesia. Tienes que revelarles su hogar«. Un año después, un artículo de Journet en Nova and Vetera, «¿Quién es miembro de la Iglesia? «, Impulsó un intercambio que no terminó hasta 1971, con la larga reseña de Journet del libro de Maritain sobre la Iglesia. En esa fecha, Maritain ya se había convertido en Frère Jacques, en la comunidad de los Hermanitos de Jesús. Murió allí dos años después.

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