Recuerdo de Benito, hermano de Jesús de Chile

“La vida de Jesús está marcada por ser de Nazaret. Durante su vida pública hasta la cruz, siempre es nombrado como Jesús de Nazaret. No es solo una etapa de su vida, no es la preparación a su misión, sino que es ya su misión; desde ahí realiza la voluntad de su Padre”

Benito Cassiers (86) murió de COVID 19 en el Hogar para ancianos Villa Padre Hurtado, ubicado en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, el pasado 13 de junio. Se fue, como 231 personas informadas ese día por el Minsal en Chile, en el día previo a la celebración de Corpus Christi, pan partido para la vida de los demás. De esa misma manera, Benito fue alimento para sus vecinos en Renca, para sus compañeros de trabajo en la cooperativa SERVATEC que agrupó a un centenar de personas del rubro de la construcción y para la Coordinadora Cultural de Huamachuco, entre otros muchos que lloraron su partida a la distancia debido a la pandemia.

Benito, belga de nacimiento, eligió ser hermanito de Jesús en Chile inspirado por el testimonio de Carlos de Foucauld, recientemente fue reconocido como camino de santidad para la Iglesia católica. La noticia emanada desde el Vaticano describe a Foucauld como “sacerdote diocesano; nacido en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858 y muerto en Tamanrasset (Argelia) el 1 de diciembre de 1916”.

Proveniente de una familia noble, queda huérfano a los 6 años. Se cría con su abuelo, pierde la fe, tiene una juventud licenciosa, entra al ejército y confecciona el primer mapa de Marruecos. Su contacto con el mundo árabe lo hace preguntarse nuevamente por Dios y la relación entrañable con su prima lo empuja a los templos, donde reza: “Dios, si existes, haz que lo sepa”. Su conversión se desencadena durante el encuentro con un sacerdote que le ofrece el sacramento de la reconciliación. Allí nace Carlos de Jesús, que se fascinó con la vida que Cristo vivió los treinta años que pasó en Nazaret. Esa vida la buscó en La Trapa, como sirviente de las clarisas en Tierra Santa y finalmente como ermita en Argelia, donde murió por un disparo. No dejó ningún seguidor en vida. Años más tarde, el sacerdote René Voillaume y la hermanita Magdalena Hutin toman la espiritualidad vivida por este místico itinerante y fundan, respectivamente, a los hermanitos y a las hermanitas de Jesús, respectivamente.

Nöel Merand (83), hermano de Jesús y vecino en la población Huamachuco en Renca desde hace 42 años, explica así la espiritualidad: “La vida de Jesús está marcada por ser de Nazaret. Durante su vida pública hasta la cruz, siempre es nombrado como Jesús de Nazaret. No es solo una etapa de su vida, no es la preparación a su misión, sino que es ya su misión; desde ahí realiza la voluntad de su Padre”. Y, para él, Nazaret es la calle Las Garsonias y el trabajo que tuvo como soldador al arco durante décadas. La noticia de la canonización significa para él seguir viviendo en pos de Jesús “en medio de los vecinos, en el caminar junto al pueblo de Dios en el lugar donde estoy, en la población”.

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