Deepavali: Hindúes y cristianos trabajen por la paz en el espíritu de Nostra Aetate

Representantes de diferentes religiones en un momento de oración.

Mensaje del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso con motivo de la festividad que representa la victoria de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte, del bien sobre el mal, que este año se celebra el 20 de octubre. «En el mundo actual, donde la desconfianza, la polarización, las tensiones y las divisiones van en aumento, el diálogo interreligioso es más necesario que nunca», se lee en el texto.

Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano

«Como creyentes arraigados en sus tradiciones religiosas y como personas unidas por valores compartidos y una preocupación común por la paz», hindúes, cristianos, junto con personas de otras religiones y hombres y mujeres de buena voluntad, pueden unirse de diversas maneras para fomentar la paz en el mundo. Esta es la esperanza expresada en el Mensaje del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso a los hindúes con motivo de la festividad de Deepavali, que este año se celebra el 20 de octubre, firmado por el Prefecto, cardenal George Jacob Koovakad, y el Secretario, monseñor Indunil Janakaratne Kodithuwakku Kankanamalage. «Que esta fiesta de las luces ilumine sus vidas y traiga felicidad, unidad y paz a sus familias y comunidades», reza el texto. También recuerda el 60.º aniversario de Nostra Aetate, que este año se celebra el octavo día después de Deepavali. Nostra Aetate instó a los católicos de todo el mundo a dialogar y colaborar con personas de otras tradiciones religiosas, instando a todos a «reconocer, preservar y promover los valores espirituales, morales y socioculturales que se encuentran en ellos» al servicio de la promoción de la paz. De ahí la invitación a los hindúes, «durante este tiempo festivo», a unirse a los cristianos y a las personas de todas las confesiones y de buena voluntad para reflexionar sobre cómo fortalecer los esfuerzos comunes por la paz mediante el diálogo y la colaboración, en el espíritu del documento del Concilio Vaticano II sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas.

Queda mucho por hacer

El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso destaca que la iniciativa lanzada por Nostra Aetate, a lo largo de los años, «se ha convertido en un proyecto global, generosamente apoyado y promovido por personas de diferentes creencias religiosas e incluso por no creyentes, contribuyendo significativamente a la paz mundial». Ahora, en este «Jubileo de Diamante», la Declaración del Concilio insta a renovar la promoción del «diálogo interreligioso como camino hacia la paz». El espíritu del documento, arraigado en la promoción de la unidad y la caridad entre los hombres, basado en lo que tienen en común y que los impulsa a vivir juntos su destino común, sugiere rechazar todo lo que sea verdadero y santo en otras religiones, apoyar respetuosamente las formas de actuar y vivir, los preceptos y las doctrinas que reflejen un rayo de esa verdad que ilumina a todos los hombres, y defender y promover juntos para todos la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad, especifica el Mensaje a los Hindúes, añadiendo que, si bien se ha avanzado mucho desde Nostra Aetate, aún queda mucho por hacer.

La colaboración interreligiosa debe crecer

«El diálogo interreligioso es más necesario que nunca» en el mundo actual, donde aumentan la desconfianza, la polarización, las tensiones y las divisiones, subraya el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, que considera necesario, precisamente a través de dicho diálogo, «sembrar las semillas de la unidad y la armonía», mientras que «la comprensión y la colaboración interreligiosas» deben crecer en la vida cotidiana. El Mensaje para Deepavali, cuyo tema es «Hindúes y cristianos: construir la paz en el mundo mediante el diálogo y la colaboración en el espíritu de Nostra Aetate», recuerda también el estímulo de León XIV, el pasado 8 de mayo, a «construir puentes, a través del diálogo, a través del encuentro, uniéndonos a todos para ser un solo pueblo» y el de «promover una cultura del diálogo y de la colaboración por la paz» que es responsabilidad «de creyentes y no creyentes por igual», con particular atención «a la dignidad de la persona y al bien común», dirigido el 30 de mayo a los Movimientos y Asociaciones que crearon la «Arena de la Paz».

Cultivando una cultura de paz

Finalmente, el Mensaje afirma que la familia es «el lugar primordial de la educación en la vida y la fe» y que «las tradiciones religiosas tienen una responsabilidad crucial en la promoción de la paz». Los líderes, por tanto, «tienen el deber moral de dar ejemplo», recomendando que «respeten la diversidad» y «construyan puentes de amistad y fraternidad», mientras que «las instituciones educativas y los medios de comunicación desempeñan un papel esencial en la formación de corazones y mentes hacia la coexistencia pacífica». Por lo tanto, el «diálogo y la colaboración interreligiosos» deben ser acogidos «como herramientas indispensables para cultivar una cultura de paz» y, en este sentido, «deben convertirse en un movimiento poderoso y dinámico dedicado a construir y defender la paz en todo momento». «Podemos comprometernos con la construcción de la paz en el mundo», concluye el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, que, citando el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, llama a promover «la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como código de conducta; la comprensión mutua como método y criterio».

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2025-10/deepavali-hindues-y-cristianos-trabajen-por-la-paz-en-el-espiri.html

¿Quién guía a los hindúes?

Así funciona el liderazgo espiritual en el hinduismo

Por Juan Carlos Ramchandani

Tras el reciente fallecimiento del Papa Francisco, varios medios de comunicación han comenzado a preguntarse cómo se produce la sucesión de un líder espiritual en otras religiones, entre ellas el hinduismo. La figura del Papa, con su gran visibilidad y autoridad dentro del catolicismo, invita naturalmente a la comparación con otras formas de liderazgo religioso. A lo largo de estos días, he podido atender a varios medios nacionales de comunicación, sobre el tema de la sucesión de liderazgo espiritual en el hinduismo.

He tenido la fortuna de encontrarme en dos ocasiones (2018 y 2023) con Su Santidad el Papa Francisco en el Vaticano, momentos que me dejaron una profunda impresión por su humildad, fuerza espiritual y sentido del servicio. Esa experiencia me motivó aún más a reflexionar sobre los distintos modos en que las religiones entienden el liderazgo y la continuidad espiritual. Aunque la Federación Hindú de España (que tengo el honor de presidir), ha enviado un mensaje oficial de condolencias a la Conferencia Episcopal Española, aprovecho estas líneas para rendir un homenaje al Papa Francisco y su gran apuesta por el diálogo interreligioso y el respeto mutuo entre las diferentes religiones.

En este artículo, intentaré explicar cómo se configura el liderazgo en el hinduismo, una tradición milenaria y profundamente diversa, en la que no existe una autoridad central como el Papa, pero donde los gurus y acharyas desempeñan un papel fundamental. Lo haré desde el respeto y con ánimo divulgativo, con la intención de que los lectores puedan comprender mejor cómo funciona esta gran tradición espiritual, sin ánimo de establecer jerarquías o emitir juicios entre religiones.

La figura del Guru: el maestro espiritual por excelencia

El guru es la figura central del liderazgo espiritual en el hinduismo. El término guru proviene del sánscrito y significa «el que disipa la oscuridad», refiriéndose al papel de esta figura como guía en el camino hacia el conocimiento espiritual y la iluminación. A diferencia de otras religiones, donde los líderes religiosos suelen ser elegidos por una estructura jerárquica formal, el guru es generalmente reconocido por su propia sabiduría, carácter y capacidad para transmitir enseñanzas de forma efectiva.

El proceso de elección de un guru no es institucionalizado ni regulado por una autoridad central. En muchos casos, un guru elige a su sucesor entre sus discípulos más cercanos, basándose en criterios como el conocimiento de las escrituras, la pureza moral y la capacidad de enseñar a otros. Esta transmisión de conocimiento y liderazgo espiritual se conoce como parampara o «línea sucesoria de maestro a discípulo». La relación maestro-discípulo es uno de los pilares fundamentales de muchas tradiciones hindúes, y su continuidad asegura que las enseñanzas del guru sobrevivan a través de generaciones.

Liderazgo en las tradiciones monásticas y devocionales

En algunas escuelas del hinduismo, especialmente dentro de las tradiciones monásticas o los mathas (monasterios), el liderazgo está algo más institucionalizado. En estos casos, el guru o acharya (maestro) es elegido dentro de un sistema más estructurado, y en algunos monasterios existen consejos o procesos formales para determinar quién asumirá el liderazgo después de la muerte del anterior. Sin embargo, incluso en estos entornos más organizados, el reconocimiento de la autoridad espiritual sigue estando vinculado a la sabiduría y el compromiso con la tradición.

Por otro lado, en las tradiciones devocionales (bhakti), el liderazgo espiritual puede ser menos formal y más carismático. En muchos casos, el líder espiritual es una persona que ha logrado captar la devoción y el seguimiento de sus discípulos debido a su dedicación, su capacidad de inspirar y su conexión personal con lo divino. La relación con el guru es vista como una forma de acercarse a lo divino, y la autoridad del líder no proviene de una institución, sino de su relación directa con los devotos.

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La comparación con el catolicismo: una jerarquía estructurada

Para entender mejor cómo funciona el liderazgo en el hinduismo, es útil compararlo con un sistema religioso que tiene una estructura jerárquica y centralizada, como el cristianismo. En el cristianismo, el Papa es la figura suprema de la Iglesia Católica, y su autoridad se ejerce sobre toda la comunidad de fieles en el mundo. El Papa es elegido por un cónclave de cardenales, en un proceso bien definido y transparente, y su posición está profundamente vinculada a una jerarquía clerical establecida.

Es importante aclarar que esta comparación se realiza con el objetivo de facilitar la comprensión, y siempre desde el respeto mutuo entre las religiones. No se busca hacer una crítica al cristianismo ni cuestionar su estructura, sino simplemente resaltar las diferencias en la organización y el liderazgo entre dos religiones distintas.

En contraste con el catolicismo, en el hinduismo no existe una figura comparable al Papa. La autoridad espiritual está dispersa entre diferentes gurus, acharyas, purohitas (sacerdotes) y líderes locales, cada uno con su propia comunidad y tradición (sampradaya). La legitimidad de un líder hindú proviene más de su conexión espiritual con los discípulos y de su conocimiento, en lugar de un proceso formal de elección. Mientras que el Papa es elegido para representar a toda la comunidad católica, los gurus representan y guían a comunidades más pequeñas y específicas, a menudo dentro de una tradición particular que reciben los nombres sánscritos de sampradaya (escuelas o tradiciones filosóficas), sangha (comunidades) y matha (monasterios).

Además, en el hinduismo la autoridad espiritual es más flexible y menos institucionalizada. Los seguidores de un guru lo eligen de manera más personal y directa, a menudo basándose en su experiencia personal con el maestro y en los beneficios espirituales que han recibido de él. Esta relación, aunque basada en el respeto y el aprendizaje, no se extiende a toda la religión, sino a un grupo o linaje específico. Por el ejemplo lo que diga el Shankaracharya de Kanchi, no tiene influencia o validez en la comunidad Shri vaishnava de Srirangam y viceversa.

El pluralismo en el liderazgo hindú

Una de las características definitorias del hinduismo es su pluralismo. No existe una única voz o autoridad que represente a todos los hindúes, lo que refleja la profunda diversidad interna de la religión. Esta pluralidad también se ve reflejada en el liderazgo espiritual. Cada corriente, escuela filosófica o comunidad puede tener sus propios líderes y procesos de sucesión.

Este enfoque pluralista permite que el hinduismo sea una religión altamente adaptable y flexible, donde diferentes tradiciones pueden coexistir y prosperar sin la necesidad de una autoridad central. El hinduismo ofrece múltiples caminos para la realización espiritual y permite una diversidad de enfoques.

Conclusión

El liderazgo espiritual en el hinduismo refleja la diversidad y profundidad de esta antigua tradición. Aunque no existe una figura central como el Papa, los gurus y acharyas desempeñan un rol esencial como guías espirituales y transmisores de conocimiento dentro de sus comunidades. Su autoridad surge no de un cargo formal, sino de la confianza, la experiencia y la continuidad de linajes que se han transmitido durante siglos.

Comparar este modelo con el del cristianismo —y en particular con la figura del Papa— nos permite apreciar las distintas formas en que las religiones entienden la autoridad espiritual. Mientras el catolicismo encuentra fuerza en una jerarquía bien definida y una figura unificadora, el hinduismo valora la multiplicidad de voces y caminos, cada uno con su propia legitimidad y propósito.

Lejos de establecer una comparación que implique superioridad de una religión sobre otra, este contraste busca iluminar las diferencias desde el respeto, reconociendo que cada tradición responde a contextos históricos, culturales y espirituales distintos. Ambas ofrecen respuestas profundas a la búsqueda del sentido de la vida, y ambas inspiran a cientos de millones de personas a vivir con fe, compasión y entrega.

Regreso al centro

Introducción de Cyprian Consiglio, OSB Cam.

Una nueva edición de una obra clásica de descubrimiento espiritual.

 “Me siento aquí en el porche de mi celda, contemplando la puesta de sol detrás de los árboles, y recuerdo el día, hace casi cincuenta años, en que vi los mismos soles ponerse sobre los campos de juego de la escuela. Mi celda es una choza con techo de paja rodeada de árboles. Puedo escuchar el canto de los pájaros como lo hacía entonces y observar los árboles formando patrones oscuros contra el cielo a medida que la luz se desvanece, pero desde entonces he viajado un largo camino tanto en el espacio como en el tiempo. . . .”

Bede Griffiths (1907-1993), monje benedictino de origen británico, se trasladó a la India en 1955, adoptó la apariencia de un  sannyasi hindú —aquel cuya vida entera se centra en la búsqueda de Dios— y se convirtió en uno de los grandes pioneros de Oriente -Diálogo Oeste.

En  Regreso al Centro,  Griffiths ofrece los frutos de toda una vida dedicada a la oración y la meditación. Cree que el hombre moderno ha perdido el contacto con el centro de su propia vida y, por tanto, con la vida misma. Este centro es “el lugar de encuentro donde tienen su origen las diferentes tradiciones religiosas del mundo y se encuentra el sentido último de la existencia humana. . . . Para un cristiano esto se manifiesta en la persona de Jesucristo”. Griffiths ilumina el camino para que cada uno de nosotros encuentre su propio camino de regreso al centro al mirar las verdades del hinduismo y el budismo a través de una lente cristiana. En estas breves reflexiones reflexiona “sobre lo que la India me ha hecho, sobre cómo se ha desarrollado mi mente, sobre los cambios que se han producido en mi forma de vida y en lo más profundo de mi alma”.

Esta edición se complementa con un capítulo adicional que narra su traslado de Inglaterra a la India, describiendo lo que buscaba y lo que encontró. Además, una extensa introducción de  Cyprian Consiglio , ex prior de New Camaldoli Hermitage en Big Sur, ofrece un perfil biográfico de Griffiths y evalúa su importancia como “perennialista cristocéntrico” (1).

(1) Perennialismo o Escuela Perennialista, engloba un grupo de pensadores de los siglos xx y xxi que intentan exponer o reformular lo que consideran una filosofía perenne, que se remonta a ideas de la antigua Grecia y el Antiguo Egipto. Si bien muchos eruditos difieren en cuestiones históricas sobre este tema, los perennialistas suelen ver puntos en común en las corrientes budistas como MahayanaZen y Dzogchen, en el hinduismo, como Vedanta y en la filosofía china, como el taoísmo. Los autores perennialistas toman en cuenta los registros exotéricos así como las enseñanzas esotéricas.​

Foto de portada © P. Douglas Conlan