René Voillaume: un suplemento del alma

de MAURILIO GUASCO

El 13 de mayo de 2003, a la edad de 98 años (nació el 19 de julio de 1905), René Voillaume murió en Aix-en Provence, asistido por los representantes de las diversas familias espirituales nacidas de sus escritos y de su vida, y en particular de su hermana pequeña Jeanne que hoy puede ser considerada la memoria histórica de las fundaciones que pertenecen al hermano universal Charles de Foucauld. Ordenado sacerdote en 1929, Voillaume prosiguió sus estudios teológicos en el Angelicum de Roma y luego se especializó en árabe e islam en Túnez.

El 8 de septiembre de 1933 en la basílica parisina del Sagrado Corazón de Montmartre, junto con Guy Champenois, Marcel Boucher, Georges Gorrée y Marc Gerin, Voillaume inició la familia de los «Hermanitos de Jesús», instalándose así con sus primeros hermanos en El Abiodh, en el sur de Argelia, siguiendo los pasos de quien había inspirado su fundación, Charles de Foucauld, el ermitaño solitario. que había soñado con fundar congregaciones sin lograrlo nunca, pero en cuyo nombre se habría originado un vasto movimiento que hoy inspira a miles de creyentes y decenas de familias espirituales. En 1938, Voillaume conoció a Magdeleine Hutin, a su vez fundadora, en 1939, de las «Hermanitas de Jesús», el análogo femenino de los Hermanitos. El diálogo espiritual entre los dos personajes, conservado en miles de cartas, representa un capítulo precioso en la historia no sólo de la espiritualidad foucaultiana.

La biografía de Voillaume atraviesa todos los grandes problemas del siglo XX, desde el problema de los sacerdotes obreros hasta la promoción del laicado, desde las crisis de los años 50 hasta los grandes fermentos conciliares. Voillaume ofrece su aportación a partir de uno de los grandes puntos de inflexión en la historia de la espiritualidad contemporánea, el representado por el modelo de sencillez y abandono total en manos de Dios puesto en boga en los escritos y en la vida de Santa Teresa del Niño Jesús, cuyo nombre es muy a menudo asociado por Voillaume con el del hermano Carlos. Durante la década de 1950 esa espiritualidad será conocida e influirá en la vida de miles de sacerdotes, monjas y laicos, gracias al volumen de Voillaume aparecido en Francia con el título Au coeur de masses, traducido y reeditado varias veces también en Italia.

Vale la pena recordar que, a pedido del mismo Voillaume, monseñor Giovanni Battista Montini había escrito un prefacio para la edición italiana del volumen, que luego quedó inédito (¡el propio Montini lo consideró no al nivel de las páginas de Voillaume!) y publicado solo en los últimos años. En los últimos años de su vida, pues, sirviéndose de sus diarios y correspondencia, Voillaume tuvo tiempo de dejarnos una autobiografía espiritual de extraordinario interés, publicada también en Italia por las ediciones San Paolo con el título: Charles de Foucauld y sus discípulos.

Los encuentros con el Padre Voillaume siempre dejaron un recuerdo precioso; Pienso en las diversas ocasiones en que concelebré con él en Roma en la comunidad de las Hermanitas de Tre Fontane, cuando ya casi ciego hacía breves comentarios sobre el Evangelio con una precisión de lenguaje y una profundidad espiritual de rara intensidad. ; o el año pasado, cuando aún pudo participar en las jornadas dedicadas a Charles de Foucauld en la comunidad de Bose, como un patriarca bíblico que enriquece cada momento de diálogo y oración con su sola presencia.

En la conclusión de su volumen autobiográfico, recuerda los dos grandes misterios que dominaron toda su vida, el Santísimo Sacramento y Nazaret, la ciudad bíblica leída en sus dos sentidos, el de clausura, silencio, oración, trabajo y pobreza, y el de inserción en un medio pobre, compartiendo la vida y el trabajo de todos. En tiempos en los que nos abruma la necesidad de actuar, en los que también nosotros, las Iglesias, a menudo nos sentimos tentados por la necesidad de aparecer y de contar, acogemos ese suplemento de alma que inspiró la vida del hermano Carlos y de su mayor discípulo, René Voillaume del esiglo veinte.

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