CARLOS DE FOUCAULD, PROFETA PARA NUESTRO TIEMPO (Amerindia)

 Antoine Chatelard, Hermanito de Jesús, que residía desde 1945 en Tamanrasset nos dice que la vida de Carlos de Foucauld se puede definir como una experiencia increíble: niño y joven herido afectivamente por la muerte de sus padres en la tierna infancia, queda a la custodia de su abuelo materno con su hermana. Su abuelo muere cuando cuenta con sólo 20 años, heredando una fortuna que pronto dilapidará en una vida desordenada. Fue educado en la fe católica, perdiéndola a los 16 años.

 Su inquietud le llevó a probar la vida militar, que no logró satisfacerle. La búsqueda incansable de su propio lugar en el mundo hizo que se aventurara a explorar Marruecos.

Se convertirá después de clamar : “Señor, si existes, haz que te conozca”.Luego vivió la pobreza más absoluta en Tierra Santa, se hizo monje en un monasterio trapense en Oriente Próximo, y se internó, por fin, en la profundidad infinita del desierto argelino.

  “La vida de Carlos de Foucauld fue una sucesión de movimientos desconcertantes, épocas que son cada una como la inversión de la época precedente y que comportan un nuevo punto de partida, un nuevo comienza absoluto”.

Después de su conversión con la invalorable ayuda del P. Huvelin, vivió en la búsqueda de la voluntad de Dios, empujado por el amor a Jesucristo, aparece como un hombre en devenir, siempre abierto a las llamadas del Espíritu. Un hombre que nos ha hecho ver que seguir a Jesús no significa seguir reglas, sino hacer un camino con Él, sin saber dónde nos conducirá.

Él ha aceptado la visión teológica del siglo XIX, pero cuando veía aspectos negativos de la Iglesia, no temía deplorarlos en sus cartas y formular protestas ante los responsables.

Claramente hay una contradicción entre la mentalidad católica de su tiempo que él había asimilado y las intuiciones que surgían de lo profundo de su corazón y de la meditación del Evangelio.

Elogiaba la Trapa, pero se dio cuenta que era una estructura alejada de la vida del resto del mundo. No se enfrentó a la organización eclesiástica de la Iglesia, pero escogió ser un sacerdote libre de vivir con y como los más abandonados, sin ningún poder ni seguridad. De hecho, haciendo así, abrió un nuevo camino a la vida religiosa y a la laica.

. El Hno. Carlos, a través de la experiencia personal de Dios ha buscado lo que es esencial a nuestra fe, sin discutir los dogmas y teorías. Para nosotros, que vivimos en una sociedad plural a todos los niveles, donde los cristianos ya no son la mayoría absoluta, Carlos de Foucauld nos enseña que en nuestras relaciones con las personas, no es importante discutir la verdad y las teorías de los otros, sino “gritar el Evangelio con la vida”, siendo testimonios de la bondad de Dios, buscando lo que nos une y respetando a todo hombre y mujer, sea cual sea su fe. Esto no significa perder la propia identidad, sino buscar lo que es común a todos, que nos permita construir una civilización fundada en la justicia y la solidaridad.

NAZARET.-

“Toma como objetivo la vida de Nazaret en todo y por todo,

en su sencillez y anchura”.

“Tu vida de Nazaret puede llevarse en todas partes:

llévala al lugar más útil para el prójimo”.

Carlos de Foucauld

El descubrimiento del amor salvador de Jesús en Nazaret le hace volver a redescubrir el valor de lo cotidiano, y a partir de aquí, a concebir una nueva forma de evangelización. Él no se sintió llamado a evangelizar a través de la palabra, sino a través de la amistad gratuita, la oración y la presencia activa y respetuosa en medio de la gente.

Si Dios se ha hecho carne, el cristiano tiene que asumir toda la historia de los hombres en la vida sencilla de cada día, asumiendo las propias responsabilidades de ciudadano frente a las autoridades, sin dudar en intervenir y denunciar las ilegalidades que éstas cometen, como él hizo cuando, aunque no enfrentándose a la colonización francesa, reprochó duramente a los militares que no se habían comportado bien.

  En otras palabras, Nazaret significa amar a las personas que están alrededor de nosotros/as y estar abiertas a comprender y participar a la vida colectiva. Para nosotros/as de manera particular no existe ninguna situación de injusticia en la que no deberíamos comprometernos denunciándola y, si es posible, tratando de cambiarla.

POBREZA.

“Mi Señor Jesús,¡cuán presto se hará pobre aquel

que amándoos con todo su corazón, no podrá

soportar ser más rico que su Bienamado!…”

Carlos de Foucauld

Ha vivido pobre imitando a Jesucristo y en solidaridad con los pobres: no es la pobreza en sí que le interesa, sino hacerse pobre por amor hacia Jesucristo y para ayudar a los pobres. Para nosotros/as hoy en día no se trata de elogiar la pobreza en cuanto tal, sino de no olvidarnos de las consecuencias de nuestra sociedad neoliberal y consumista, trabajando por el derecho de todo el mundo a vivir de manera digna la propia vida. Por ello la necesidad de leer la Biblia y los acontecimientos contemporáneos a partir de los pobres y marginados y la elección para nosotros/as de una vida simple y sobria, compartiendo bienes, tiempo, pobrezas y capacidades con todos los que la vida ha puesto a nuestro lado.

LA ORACIÓN Y EL DESIERTO.

“Es necesario pasar por el desierto y allí permanecer

para recibir la gracia de Dios; es allí donde

nos vaciamos, se echa de sí todo lo que no es Dios”.

Carlos de Foucauld.

El Hno. Carlos fue un hombre de oración, adoración y silencio.

Hoy sobre la oración hay muchas discusiones sobre la manera y el tiempo dedicado a ella. Creemos que en una sociedad donde reina el estrés, el ruido y la prisa, el apelo a una oración prolongada y a tiempos de silencio, reflexión y desierto, son una necesidad para todo hombre y mujer con deseo de vivir su dimensión humana antes que cristiana. Al mismo tiempo, la experiencia de oración en una sociedad materialista es una invitación a no desatender nuestra dimensión espiritual.

JESUCRISTO, MODELO ÚNICO.

“Jesús es el Señor de lo imposible”.

Carlos de Foucauld.

Esta intuición es muy importante no sólo durante el siglo en el que vivió el Hno. Carlos, sino también para nosotros, hoy. La Iglesia promovió el culto de los santos y la vida de ellos acompañó a los cristianos más que la propia Biblia. Después del Vaticano II la lectura de la Biblia se extendió, creemos que con la actual pérdida de modelos, proponer a Jesús como modelo único es un gran desafío.

Muchas veces nos hemos preguntado porqué Carlos de Foucauld atrajo y sigue atrayendo a los jóvenes, cuando le conocen. Puede ser que él haya sido como uno de ellos, “un inadaptado”, que sin embargo ha conseguido construir la propia vida. Esto infunde esperanza a los que no saben en qué creer y qué hacer.

EUCARISTÍA

“¡La Eucaristía es Jesús, es todo Jesús!”

“….Querría pasar toda la vida inmóvil a los pies

del tabernáculo”.

“La Santa Eucaristía nos debe volver tiernos,

buenos para todos los hombres”.

Carlos de Foucauld

La Eucaristía tiene en el carisma de Carlos de Foucauld tres características: la celebración, la adoración y la transformación en seres eucarísticos.

Los miembros de las Fraternidades nos unimos a la ofrenda de Cristo al Padre en la Eucaristía, que es la participación en el misterio pascual de Jesús, núcleo de nuestra acción de gracias, expresión comunitaria de nuestra fe y acto que crea comunidad. La Eucaristía es el “centro y el culmen” de nuestra vida de seguidores de Jesús.

LA AMISTAD Y EL AMOR UNIVERSAL.

“Hacerme todo a todos: reír con los que ríen,

llorar con los que lloran para llevarlos a Jesús.

Ponerse al alcance de todos,

Para atraerlos todos a Jesús”.

Carlos de Foucauld.

Carlos de Foucauld, viviendo en la soledad del desierto, ha sido un hombre de amistades, tal como hace tanta falta en el mundo de hoy.

 Siempre ha estado presente y al lado de todos, más allá de las diferencias de raza o de religión.

Es el amor infinito de Jesús el que nos abre desde el Padre a todos lo seres como hermanos, creyendo en la dignidad de hijos de Dios de todas las personas y nos enseña que toda existencia por anónima o infeliz que parezca, tiene sentido si aprendemos a mirar la historia desde el designio de Dios.

LA FECUNDIDAD DEL MENSAJE DE CARLOS DE FOUCAULD

El 1º de diciembre de 1916 es asesinado por una bala perdida en una acción de “pillaje”. Unos tuaregs lo sacan fuera del fortín que se había construido, le dominan y le atan.

Ese mismo día escribió dos cartas 1) a su prima María de Bondy en la que le decia:

  “Nuestro anonadamiento es el medio más potente que tenemos de unirnos a Jesús y de hacer el bien a las almas”.

 2) Otra carta dirigida a Suzanne Perret: “Cuando el grano de trigo caído en la tierra no muere, permanece solo. Si muere, trae mucho fruto. Yo no he muerto, también yo estoy solo…Rogad por mi conversión a fin de que muriendo traiga fruto”.

En el momento de su muerte, todos sus proyectos de fundación se habían quedado en letra muerta, excepto la “Unión de laicos”, que contaba con unas decenas de adscritos.

En 1933 comienzan a constituirse las primeras “Fraternidades”. Estas congregaciones religiosas de gran vitalidad espiritual han transmitido el espíritu del Hno. Carlos y han dado a conocer su personalidad, convirtiéndolo en una de las figuras espirituales que más han influido en nuestro tiempo.

Nuevas “Asociaciones de laicos e Institutos Religiosos” siguen surgiendo y creciendo hoy, constituyendo la Familia Espiritual del Hno. Carlos de Foucauld”, actualmente hay 20 grupos constituidos.

En Uruguay están presentes:

1) dos asociaciones de laicos

              a.- Fraternidad Secular , constituida por creyentes de diversos orígenes que quieren ayudarse a vivir el Evangelio, identificadas con el mensaje del Hno. Carlos. El centro de la vida de la Fraternidad es la Eucaristía y la Revisión de vida. Están presentes en Colonia, Montevideo y Salto.

              b.- Asociación de Fieles: “Fraternidad Carlos de Foucauld”, mujeres que desean vivir más profundamente su consagración del Bautismo y la confirmación, optando por el celibato. Están presentes en: Colonia, Florida, Maldonado, Montevideo, Rocha y Salto.

              c.- Hermanitas de Jesús, es una Fraternidad de religiosas fundadas en 1939 por la Hnita. Magdeleine. Viven en comunidad tejiendo lazos fraternales entre ellas y con los vecinos de su barrio. Viven de su trabajo manual, sencillo, su fuerza está en la oración y en la adoración eucarística. Están presentes en Rocha (Chuy).

              d.- Fraternidad Sacerdotal: Jesús-Caritas

. Nació en Francia en 1952 con el nombre de Unión Sacerdotal. Agrupa a 3.000 sacerdotes diocesanos en los 5 continentes. La personalidad humana y evangélica del Hno. Carlos siguen siendo hoy, la inspiración de una forma de vivir la vida y el ministerio presbiteral.

En la época del concilio Vaticano II, la Fraternidad Sacerdotal uruguaya fue muy numerosa, hoy solamente hay un sacerdote.

              e.- Fraternidad de “Petits Monseigneurs”, formado en 1963 en el Concilio con 20 obispos de 16 nacionalidades diferentes, teniendo como lengua común el francés. Aún viven 8, son eméritos. Entre ellos se encontraba nuestro querido P. Marcelo Mendiharat, se unen diariamente en la oración y la Eucaristía, por correspondencia 2 veces al año y cada 2 ó 3 años visitas o encuentros.

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